La IA, una herramienta de doble filo para los migrantes
Misiones de acción humanitaria empiezan a usar un traductor con inteligencia artificial que interpreta hasta 108 idiomas. Pero la Unión Europea ha detectado que estas tecnologías aplican sesgos raciales en la concesión de visados
No recuerda la nacionalidad de aquella niña, pero sí que tenía ocho años, que viajaba sola desde las costas de Libia y que gracias a la inteligencia artificial (IA) pudo encontrar a unos familiares en Europa. Mauro Di Si, coordinador de búsqueda y rescate en la organización Open Arms, hace memoria de esta historia en una llamada con EL PAÍS. “La cría hablaba poco francés. Mediante la IA pudimos comunicarnos con ella y entender que tenía familia fuera de África”, comenta Di Si. Para las últimas dos misiones humanitarias en el Mediterráneo, la empresa polaca Traductores VA proporcionó su modelo V4 a la organización. Un aparato que traduce voz, texto o fotografías de manera instantánea y detecta 108 idiomas distintos, incluidas lenguas regionales del continente africano.
Una pequeña enfermería, pero totalmente equipada como si nada tuviera que envidiarle a una ambulancia de asistencia avanzada, se situaba en la cubierta del barco de rescate de Open Arms durante los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024. Como un fonendoscopio o un botiquín, estos traductores inteligentes se convirtieron en otro elemento esencial para los doctores a bordo del buque de la ONG. “Los dispositivos han ayudado mucho a la hora de hacer evaluaciones médicas porque con una comunicación más ágil, los migrantes establecen un marco de confianza con los sanitarios en el que pueden aludir a escenas traumáticas y así, los médicos indagan para dar con un diagnóstico más preciso”, justifica Di Si. Traductores VA, con sede en Barcelona, que ya utilizó modelos anteriores de traducción inteligente con refugiados ucranios, donó en el mes de noviembre de 2023 cuatro de estos aparatos para las misiones de rescate de la organización.
Además del personal sanitario, el mediador cultural destinado en esta misión, que habla cinco idiomas, también ha utilizado los traductores de IA. “Le permitieron entender las situaciones más problemáticas en casos muy particulares de personas vulnerables”, señala Di Si. Al resto de la tripulación, que se maneja en inglés, también les ayudó utilizarlos para comunicarse de manera fluida con los rescatados. “Que cualquier trabajador o voluntario pudiera conversar con los migrantes, sin depender del mediador cultural, permitió rapidez en un contexto en el que es difícil gestionar tiempos y recursos”, continúa el cooperante.
Estos dispositivos permiten la comunicación con el 90% de la población mundial y han demostrado tener un 96% de precisión
Más pequeño que un smartphone y con una pantalla de cinco pulgadas que cabe perfectamente en el bolsillo. Así son estos dispositivos que permiten la comunicación con el 90% de la población mundial y que han demostrado tener un 96% de precisión. “Esto se debe a que funcionan con 10 motores inteligentes de traducción exacta por contexto. Lo que quiere decir que cuanto más hable el emisor, más concreta será la interpretación”, explica en una entrevista telefónica Laura Méndez, portavoz de Traductores VA. La empresa ha tardado un año en desarrollar este dispositivo, que también puede traducir documentos escritos a mano. “El cooperante tiene que hacer una foto al papel, la máquina detecta el idioma y a continuación, solo debe seleccionar la opción de ‘castellano’, si es esa la lengua a la que quiere traducir”, apunta Méndez.
Entre diciembre y enero, a los puertos italianos de Salerno o Civitavecchia llegaron 57 migrantes en una de las misiones y 115 en la otra. En total, 172 personas tuvieron a su disposición la inteligencia artificial para facilitar este viaje. “Esto es un avance porque cuanto más cuidas la comunicación, más humanizas las situaciones de los desplazados, y en definitiva, más los cuidas cuando suben al barco tras ser rescatados”, concluye Di Si.
Más tecnología inteligente
Estos traductores no son la única iniciativa de tecnología inteligente que se está aplicando en beneficio de la ayuda humanitaria. En 2017, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) desarrolló el Proyecto Jetson, una herramienta de IA que se encargó de identificar zonas de sequía y de conflictos violentos en Somalia por satélite, factores clave en los desplazamientos forzosos en el país africano. Este método se centró en predecir las llegadas de los somalíes para facilitar la preparación de la ONG sobre el terreno y permitir así más acciones preventivas.
Para facilitar el trabajo de los trabajadores sociales y aumentar los resultados de éxito, la Oficina Federal Alemana para Migración y Refugiados —la BAMF, por sus siglas en alemán— también elaboró “un sistema pionero”, según el portal Migration Data Portal. Consiste en aumentar la eficiencia de los procedimientos de asilo gracias a un software de gestión integrada de identidad que colabora con el personal de la BAMF a la hora de registrar a los solicitantes de asilo y recopilar información sobre su país de origen y su historial de viajes.
La nueva ley europea de IA especifica que la inteligencia artificial es una herramienta de “alto riesgo” si se usa para la gestión de la migración, asilo y control fronterizo
Otra herramienta que ha servido de apoyo en materia de migración es la aplicación GeoMatch, que vio la luz en 2020. Es una IA confeccionada entre Suiza y Estados Unidos que, mediante un algoritmo, asigna a los refugiados un destino seleccionado entre todos los lugares de reasentamiento disponibles para ellos y los compara, ofreciendo el que tenga los mejores resultados de integración en cada caso. Migration Data Portal, financiado por varios gobiernos e instituciones internacionales, alega que GeoMatch ha conseguido un aumento entre el 40% y el 70%, en las tasas de empleo de los migrantes, “si se equipara con las prácticas actuales de asignación de destinos que están en torno al 30% de éxito”. Esto sucede porque el sistema observa información específica del refugiado, por ejemplo, sus habilidades lingüísticas. La aplicación construye así un conjunto de modelos de aprendizaje que predicen el éxito laboral esperado de los migrantes en función de sus características. Al siguiente paso se le denomina como la etapa de mapeo, en la que sea hace la asignación del destino calculando la probabilidad prevista de que al menos un refugiado, dentro de un grupo, encuentre empleo en el lugar en cuestión.
Una herramienta de “alto riesgo”
En enero entró en vigor la nueva ley europea de IA en la que se especifica que la inteligencia artificial es una herramienta de “alto riesgo” si se usa para la gestión de la migración, asilo y control fronterizo. Por ejemplo, cuando la Administración realiza exámenes automatizados de solicitudes de visado. Claudia Finotelli, experta en políticas de control y especializada en visados, asume que “esos exámenes se hacen con base en datos que ya existen”. En los últimos 20 años, las tasas de rechazo de peticiones de visa temporal de tres meses en países europeos han sido altas. “El balance continuará elevado en las solicitudes de visado que se estudien por IA porque el algoritmo se replica y se repite el patrón”, recalca Finotelli por llamada a este medio. Según ella, “hay una desigualdad a nivel regional, siendo el continente africano el que acumula las mayores tasas de rechazo”.
Un informe realizado en la Universidad Complutense de Madrid asegura que las peticiones de visados de países como Nigeria son rechazadas en un 66,4% de los casos
Un informe realizado en la Universidad Complutense de Madrid por Finotelli asegura que las peticiones de visados de personas que llegan de países de África como Nigeria son rechazadas en un 66,4% de los casos; si provienen de Gabón, se les deniega en un 61,7% y si lo hacen desde Guinea-Bissau, en un 52,4%. Esta tendencia confirma otros estudios que relatan cómo la política de visados “nunca ha sido exclusivamente una herramienta de prevención de la migración irregular”, puntualiza Finotelli, y que la tendencia general de la oferta de visas de corto plazo “pone de relieve un régimen de visas asimétrico, cada vez más abierto a los países de Europa del Este, aunque notablemente rígido en todo el Mediterráneo”. También registraron un alto índice de rechazo en 2022 los migrantes de países de Asia, como Pakistán (52,8% de solicitudes denegadas) e Irán (31,9%), aclara la experta.
Según Finotelli, en todo el ciclo migratorio, desde la salida del país hasta la llegada y posible expulsión, “la Administración puede usar chatbots”. Un chatbot es un programa informático que utiliza inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural (NLP) para comprender preguntas y automatizar respuestas, como si fuera una conversación humana. “Reconoce identidades, hace análisis de comportamiento, ofrece apoyo psicológico... Pero la información no siempre es la adecuada”, sostiene. Ante esto, la Comisión Europea, con la mencionada ley de IA, se muestra pionera en proteger la evolución de la inteligencia artificial para evitar que se produzcan sesgos raciales e incentivando las buenas prácticas de esta herramienta.
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