La “inminente” hambruna en Gaza: ¿cómo hemos llegado aquí?
Toda la población gazatí ya pasa hambre, según la ONU, debido al corte deliberado de la ayuda humanitaria por parte de Israel y la destrucción de las infraestructuras en la Franja. Sin ayuda externa, la catástrofe es “casi inevitable”
Las piernas esqueléticas de un niño, civiles que buscan desesperadamente comida y son bombardeados, bebés ya aletargados que mueren por falta de alimento, aviones que lanzan comida en paracaídas, decenas de camiones cargados de ayuda esperando a que se abran las puertas de la Franja para poder distribuirla. “La velocidad de la tragedia en Gaza no tiene precedentes”, afirma a este diario Ricardo Pires, responsable de comunicación de Unicef en Nueva York, “es algo que nunca habíamos visto y si no cambian las cosas, esto es solo el principio del desastre de la desnutrición en Gaza. No hay tiempo”, insiste.
En estos momentos, todo el mundo en Gaza está pasando hambre y más de un cuarto de sus 2,2 millones de habitantes se enfrenta a “niveles catastróficos de privaciones y falta de comida”, según la ONU. La hambruna, la fase más crítica de la inseguridad alimentaria, es “inminente”, sobre todo en el norte de la Franja y “casi inevitable” sin intervención externa en un plazo de tiempo muy corto. “Israel está matando de hambre intencionalmente a los palestinos de Gaza desde el 8 de octubre”, han denunciado esta semana expertos de la ONU.
¿Qué es la hambruna?
Hambre y hambruna no son lo mismo. La gravedad y la magnitud de la inseguridad alimentaria se miden en la llamada Clasificación Integrada de las Fases (CIF, en español, IPC, en inglés), un conjunto de procedimientos y herramientas internacionalmente aprobados y totalmente independientes que establecen cinco fases: mínima, acentuada, crisis, emergencia y hambruna. Para que oficialmente se considere que la hambruna está castigando a una población hay tres criterios: que un 20% de los habitantes esté muriendo de hambre, que un 30% de los niños esté gravemente desnutrido y que dos de cada 10.000 muertos al día se deban a la desnutrición o falta total de comida.
¿En qué situación se encuentra Gaza ahora?
En este momento y según el CIF, 2,2 millones de gazatíes, es decir, toda la población, están ya en la fase 3 o crisis, “el porcentaje más alto de personas que sufren este tipo de inseguridad alimentaria aguda” que esa clasificación “ha registrado jamás”. Un 50% de la población se encuentra en situación de emergencia (fase 4) y, al menos uno de cada cuatro hogares, en condiciones catastróficas o hambruna.
El director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Carl Skau, advirtió a finales de febrero de que es necesario actuar inmediatamente para permitir un aumento del volumen de alimentos que llegan al norte de la Franja, porque “si nada cambia, la hambruna es inminente” en esa zona. En el sur, las organizaciones humanitarias están entregando alimentos, pero no de forma suficiente ni regular. Skau mencionó “una perspectiva real de hambruna para mayo” en Gaza, pero Máximo Torero, economista jefe de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es aún más pesimista: “Yo creo que la velocidad y expansión del conflicto puede llevar a que esto suceda más rápido”, declaró a este diario. El CIF publicará un informe actualizado sobre Gaza a mediados de este mes, que según este experto confirmará sin duda el deterioro en materia de seguridad alimentaria y nutrición sufrido en las últimas semanas.
Se está quitando a la población cualquier posibilidad de sobrevivir porque no tiene acceso a la comida y al aguaMáximo Torero, FAO
¿Por qué el caso de Gaza no tiene precedentes?
“Por la velocidad en la que se ha producido este deterioro y porque toda la población de Gaza en este momento ya pasa hambre, está en la fase 3 de la clasificación”, afirma Torero.
Según el experto de la FAO, esta situación no se registra en otros lugares castigados por el hambre extrema, donde sí se puede acceder a la población. En Gaza, el problema no solo es la guerra, cada vez más extendida e intensa, sino “los graves daños en las infraestructuras y la imposibilidad de que entre la ayuda humanitaria, además del desplazamiento sin precedentes de la población y la destrucción de los servicios de agua y saneamiento”, agrega. “Es una situación totalmente anómala que viola todos los derechos a la alimentación. Se está quitando a la población cualquier posibilidad de sobrevivir porque no tiene acceso a la comida y al agua”, zanja el economista jefe de la FAO.
¿Los gazatíes pasaban hambre antes de octubre de 2023?
Gaza es objeto de un bloqueo israelí desde 2007, cuando el grupo islamista palestino Hamás se hizo con el poder en la Franja. Nada ni nadie entra o sale de este territorio palestino de 365 kilómetros cuadrados sin autorización israelí. Entre un 53 y un 59% de los gazatíes vivían en la pobreza antes de que comenzara esta nueva embestida del conflicto. El 7 de octubre de 2023, milicianos de Hamás se infiltraron en Israel y mataron a unas 1.200 personas y tomaron como rehenes a 250, según cifras oficiales. Israel lanzó una ofensiva militar, aérea y terrestre, contra la Franja que dura hasta hoy y ha provocado más de 30.000 muertos en Gaza, según cifras del Ministerio de Sanidad palestino.
Antes de octubre, dos tercios de la población de Gaza recibían ayuda para comer, en forma de alimentos o de subvenciones. La desnutrición infantil aguda no llegaba al 1%.
¿Cómo afecta esta grave falta de alimentos a los niños?
La mitad de la población de Gaza es menor de edad. En este momento, un 15% de los niños de menos de dos años sufre desnutrición aguda en el norte de Gaza, según un estudio conjunto de Unicef y el PMA (Programa Mundial de Alimentos). Según los expertos de la ONU, todos los niños por debajo de cinco años, es decir, 335.000, están en riesgo de sufrir una desnutrición aguda grave, según los expertos de la ONU.
En febrero, un informe del Global Nutrition Cluster (GNC), alianza de ONG y entidades de la ONU liderada por Unicef, concluyó que más del 90% de los niños de menos de cinco años de Gaza están comiendo dos veces al día o menos. Debido a la escasez de alimentos, a que a veces no están en buen estado y a unas condiciones generales de higiene pésimas, estos niños se ven afectados por enfermedades infecciosas, sobre todo, diarreas potencialmente mortales debido a que su sistema inmunitario está ya debilitado por la falta de alimentos y agua.
Los expertos de la ONU han señalado que en el hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, ya hay 15 niños que han muerto debido a la desnutrición. En la noche del viernes, otros tres niños murieron por la misma causa en el hospital Al Shifa, también en el norte, según informó el sábado el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf Al-Qidr. “Cuando los niños comienzan a morir así, sabemos que la hambruna está ahí o está a la vuelta de la esquina”, advirtieron. Otros menores han fallecido debido a la falta de comida en otros hospitales o refugios donde se hacinan, pero las cifras son difíciles de obtener y de comprobar.
¿Es el hambre un arma de guerra?
El artículo 54 del protocolo adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 dice que “se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios (...) ya sea para hacer padecer hambre a las personas civiles, para provocar su desplazamiento, o con cualquier otro propósito”. La Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobada en 2018, condena el uso del hambre y la inanición de la población civil como arma de guerra.
En enero, las medidas cautelares dictadas por el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas en La Haya exigieron a Israel que tomara medidas inmediatas y efectivas para permitir la provisión de servicios básicos en Gaza, como asistencia alimentaria y el agua potable.
En los últimos meses, varios responsables israelíes, como el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y el ministro de Energía, Israel Katz, han expresado su intención de privar a los civiles gazatíes de alimentos y agua.
Los expertos de la ONU han señalado que en el hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, ya hay 15 niños que han muerto debido a la malnutrición
¿Cómo actúa la comunidad internacional ante esta hambruna inmediata?
En los últimos días, se han multiplicado las informaciones sobre negociaciones entre Israel y Hamás auspiciadas por terceros países para un alto el fuego de 40 días. Israel dejaría entrar camiones, tiendas de campaña, combustible y otros materiales para rehabilitar, por ejemplo, los hospitales.
Estados Unidos, Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos o Francia han lanzado alimentos a Gaza desde aviones. Israel controla el espacio aéreo de la Franja y estas iniciativas, que para el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, “deberían ser la solución de último recurso”, deben contar con su visto bueno.
El jueves, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que Washington, junto con otros países aliados, construirá un puerto temporal en Gaza para el acceso de ayuda humanitaria desde Chipre, el país de la Unión Europea más cercano a la Franja (unos 370 kilómetros).
“No se puede andar regateando con la ayuda humanitaria. Es una obligación básica de Israel y debe suministrarse de manera incondicional”, recalcaron los expertos de la ONU.
El IV convenio de Ginebra establece que las potencias ocupantes, en este caso Israel, tienen “el deber de abastecer en víveres y productos médicos a la población del territorio ocupado”.
¿Qué pasaría si hubiera un alto el fuego hoy?
“La marcha atrás no va a ser fácil. Esto va a llevar tiempo. Deberíamos garantizar un acceso sin riesgo de la ayuda humanitaria y prever rápidamente una logística para hacer llegar esa asistencia a los sitios donde la gente está muriendo de hambre, porque ya vimos qué pasó la semana pasada”, dice Pires. El responsable de Unicef se refiere a la muerte de más de un centenar de gazatíes cuando perseguían un convoy de ayuda, una parte de ellos por disparos de soldados de Israel, que calificó el hecho de “tragedia”.
“La prioridad es parar la violencia ya y dejar entrar la ayuda humanitaria que espera en la frontera. Primero hay que solucionar la emergencia, reducir el impacto y luego ver cómo reconstruimos y eso va a ser largo. Pero por ahora, la prioridad es el alto el fuego para poder entrar masivamente con asistencia. El tiempo es crucial, hay que actuar de inmediato”, opina Torero.
Las cifras e informes que presentan entidades como la FAO o Unicef se realizan gracias a personal local, a misiones esporádicas de representantes de estas entidades de la ONU y a información obtenida vía satélite. Son fiables, pero “los balances que manejamos ahora son mucho más bajos que la verdad que va a venir cuando podamos entrar en Gaza”, advierte Pires.
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