Ghannam Ghannam, dramaturgo palestino: “La solución solo puede ser un Estado para judíos, musulmanes, cristianos e incluso ateos”
El autor, Premio Nacional de Cultura en Palestina 2022, lamenta que antes de la guerra en Gaza, el mundo se había olvidado del conflicto y critica la actitud de numerosos Gobiernos árabes
Nacido el año 1955 en la ciudad palestina de Jericó, el actor, autor y director teatral Ghannam Ghannam atesora una larga trayectoria profesional, la mayoría desarrollada en Jordania, país al que se trasladó su familia cuando él tenía 12 años. Desde hace 13 años es el director del Instituto de Teatro Árabe del emirato de Sharjah, uno de los siete de Emiratos Árabes Unidos. Su última obra, “1948 en mis propios ojos”, que le ha valido el Premio Nacional de Cultura en Palestina del año 2022, ha sido uno de los platos fuertes del Festival Internacional de Teatro de Cartago, recién concluido en Túnez. Planeta Futuro ha conversado con Ghannam después de su aclamada actuación en la capital tunecina.
Pregunta. ¿Por qué el título de su obra se refiere al año 1948?
Respuesta. No solo porque es el año de la creación del Estado de Israel, sino porque a partir de entonces hay una partición del pueblo palestino. Desde entonces se habla de los [refugiados] palestinos de 1948, de los de 1967, de la Franja de Gaza … Palestina ya no es Palestina. El mensaje de la obra es que el pueblo palestino es uno solo. A pesar de que muchos palestinos en la diáspora tengan otra nacionalidad, continúan siendo palestinos. Esa división solo beneficia al sionismo.
P. ¿Percibe que tras el inicio de la guerra en Gaza ha aumentado el apoyo a Palestina a nivel global?
R. Existe una mayor conciencia, sí. La gente se había olvidado de Palestina, ya no era una prioridad. De repente, se han dado cuenta de que hay un baño de sangre, muchas víctimas y un nivel de destrucción que no habíamos visto antes. Y muchos pueblos se han solidarizado con Palestina. La guerra ha sido reveladora al mostrar cómo un hilo une a muchos Gobiernos con el sionismo y los intereses imperialistas, entre ellos los de Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania, que todavía vive marcada por el Holocausto, también los regímenes del mundo árabe. Estos gobernantes árabes retrógrados permanecen en silencio o se limitan a decir “esto es inadmisible”, pero no hacen nada. Por otro lado, hay que saber que la guerra no solo tiene lugar en Gaza, sino también hay una no declarada en Cisjordania.
P. ¿Tiene vigencia en el contexto actual de Gaza hablar de una solución de dos Estados?
R. Los que sueñan con la solución de los dos Estados viven en una ilusión. La solución para Palestina solo puede ser un Estado en el que convivan judíos, musulmanes, cristianos o incluso ateos. No se puede vincular un Estado con una religión, como hacen los sionistas, porque eso acaba llevando a la limpieza étnica. Y una vez te han echado de tu tierra, quieren que te conviertas en jordano, en estadounidense, etc, y olvides a Palestina. Se intenta convertir el conflicto en Palestina en uno de religiones, pero no lo es. Y la prueba es que uno de los más grandes guerrilleros palestinos era George Habash, un cristiano.
P. Pero no son los únicos, el movimiento islamista palestino Hamás también sitúa la religión en el centro del conflicto.
R. Sí, pero por encima de todo Hamás es una organización nacionalista palestina. Hoy es probablemente la facción más popular, pero no lo es por su mensaje religioso, sino por ser el principal movimiento de la resistencia a la ocupación. Muchos de sus seguidores no son ni tan siquiera religiosos. Estoy convencido de que [a los israelíes] les ha convenido la existencia de un movimiento religioso como Hamás para dividir el movimiento nacional palestino, para dividir Cisjordania de Gaza. Palestina debe ser un Estado laico donde convivan todas las religiones y etnias.
No se puede vincular un Estado con una religión, como hacen los sionistas, porque eso acaba llevando a la limpieza étnica.Ghannam Ghannam
P. ¿Le preocupa el efecto de tanta destrucción, por ejemplo, de muchas escuelas, en el nivel de educación?
R. Claro, hay que tener en cuenta que la mayoría de las víctimas son niños. Ellos [los israelíes] saben que el futuro depende de las nuevas generaciones. Le pondré un ejemplo: cuando conquistaron Cisjordania en 1967, aumentaron los salarios de los trabajadores, por ejemplo, en la construcción. Su mensaje a los jóvenes era: dejad las escuelas, venid a trabajar, se gana dinero. Al principio lo consiguieron, pero luego los jóvenes volvieron. [Después de la guerra en Gaza], tendremos la misión de recuperar todo lo perdido a nivel educativo.
P. ¿Qué opina de los acuerdos de normalización con Israel que han firmado varios Estados árabes en los últimos años?
R. Esos gobernantes se rigen solo por intereses políticos y económicos. Pese a la guerra, creen que hicieron lo correcto. Pero la firma de un acuerdo no es lo único que cuenta, sino la realidad en la calle. Egipto firmó la paz con Israel en 1978, y a día de hoy el pueblo egipcio todavía no ha normalizado sus relaciones con Israel. El Gobierno va por un lado y la calle por otro. Uno de los peores errores de los que pactan con Israel es que lo hacen a cambio de nada. Si al menos Israel hubiera dado algo a cambio, aún se podría entender. Así que esos Estados deberían retractarse, vista la crisis actual. Podrían utilizar esos acuerdos como una herramienta de presión y advertir a Israel de que cortarán las relaciones diplomáticas.
P. ¿También en los países del Golfo Pérsico, donde usted reside, el pueblo está en contra de los acuerdos?
R. En el Golfo, la realidad social es diferente al resto de países árabes. El gobernante tiene también una autoridad religiosa, por lo que la calle obedece a sus decisiones. Pero sí existe una conciencia de que la destrucción [de Gaza] es inaceptable. Por eso, buena parte de la ayuda humanitaria que llega a la Franja proviene de esta región.
P. Muchos analistas consideran que si Arabia Saudí normalizara relaciones con Israel, la causa palestina quedaría tocada de muerte. ¿Está de acuerdo?
R. Todos aquellos que normalizan relaciones con Israel contribuyen al fin de la causa palestina. Pero lo que haga Arabia Saudí no es tan decisivo. Más peligrosa fue la firma palestina [de Oslo]. Una vez lo hicimos nosotros, ¿por qué el resto no podrían hacerlo?
P. ¿Qué opina de la posición del presidente español, Pedro Sánchez?
R. Tanto España como Bélgica han mostrado una conciencia humanitaria que valoramos mucho. También la de los países de América Latina que incluso han cortado relaciones diplomáticas con Israel. Ojalá muchos países del mundo mostraran el mismo humanismo que el Gobierno español, que les sirva de ejemplo para dar el paso, sobre todo aquellos de la Unión Europea. Pero me temo que mientras Estados Unidos use su derecho de veto en Naciones Unidas, poco cambiará realmente.
Israel pudo destruir muchas cosas, pero no el arte de Mahmud Darwish. No hay derrota en la culturaGhannam Ghannam, dramaturgo
P. Viendo la posición de Washington, y después de 75 años de lucha, ¿dónde reside la esperanza del pueblo palestino?
R. El conflicto puede durar aún más de 100 años. Hace falta que nos aferremos a nuestros derechos y a nuestra lucha. Debemos trabajar para cambiar y mejorar la mentalidad de los árabes, y si lo conseguimos, la lucha será más productiva. Es una labor a largo plazo, la verdad, pero no imposible. De hecho, ya vemos una nueva generación con una conciencia diferente, más abierta al mundo. Es una razón para el optimismo.
P. ¿Qué opina de los acuerdos de Oslo?
R. Hace ya 30 años de aquellos acuerdos, y ¿qué nos han traído? Nada, Palestina continúa ocupada. Incluso Ramallah [sede de la Autoridad Palestina], está ocupada. El Ejército israelí entra, sale y mata cuando quiere. ¿Quién se lo impide? Yo, con un árbol genealógico que se remonta a 17 generaciones vinculadas a Palestina, no puedo entrar en los territorios ocupados sin el permiso del Estado israelí. El Gobierno palestino solo controla ahora el 13% del territorio palestino. Si yo fuera un asesor suyo, disolvería la Autoridad Nacional Palestina.
P. ¿Cuál es el papel que debe jugar un artista palestino en el contexto actual?
R. Uno muy importante: representa el sendero hacia la toma de conciencia. Su público debe adquirirla. Los artistas palestinos siempre han estado muy comprometidos con la causa y con su pueblo. No les hace falta que Gaza esté ardiendo. Tenemos un nivel cultural alto, con figuras como Mahmud Darwish, Ghassan Kanafani, Tawfiq Zayad, etc. De todas las disciplinas, la poesía ocupa un lugar central. Después de (la Guerra de los Seis Días de) 1967, Israel pudo destruir muchas cosas, pero no el arte de Mahmud Darwish. No hay derrota en la cultura. Por eso su rol es muy importante. El poeta, el músico, el pintor y el autor son el alma del pueblo.
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