Las ‘fintech’ ganan terreno en su batalla con los bancos tradicionales
La CNBV ha autorizado a tres nuevas financieras tecnológicas que se suman a un ecosistema de más de 80 jugadores regulados destinado sobre todo al sector informal y que ofrece tasas de rendimiento más altas que la banca tradicional
Hace más de una década las fintechs pregonaban en el desierto, ahora las empresas tecnológicas del sector financiero son un ecosistema de cerca de 700 jugadores que han venido a cambiar el tablero a la banca tradicional en México. A los nombres de Nu, Ualá, Klar, Mercado Pago, Todito Pag...
Hace más de una década las fintechs pregonaban en el desierto, ahora las empresas tecnológicas del sector financiero son un ecosistema de cerca de 700 jugadores que han venido a cambiar el tablero a la banca tradicional en México. A los nombres de Nu, Ualá, Klar, Mercado Pago, Todito Pago, entre otras fintechs, se sumarán las recién autorizadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Afluenta, Yucash y JP 3 Financial. El creciente apetito de estas firmas por el mercado mexicano se sustenta en el sector informal, que no cuenta con acceso a los servicios financieros tradicionales, así como en una población cada vez más adaptada a la digitalización de la banca. De acuerdo con los reportes oficiales, en el país están autorizadas 83 entidades de tecnología financieras reguladas por la CNBV, lo que supone poco más del 10% del universo de empresas fintechs, aunque no todas deben ser vigiladas por el órgano regulador porque operan con recursos propios.
Jorge Ortiz, fundador de la Asociación de Fintech de México relata que en 2015 fueron ellos, los primeros emprendedores en el sector, en sentarse con las autoridades federales para plantearles la creación de normas sobre este sector, conversaciones que tres años, en 2018, después cristalizaron en la Ley Fintech en el país, uno de los pasos decisivos para reducir la incertidumbre tanto para los usuarios como para los inversionistas. “El concepto de un banco tradicional primero abre una chequera y luego desarrolla la tecnología, una fintech parte al revés, poniendo el acento en que existe la tecnología para desarrollar un servicio financiero”, menciona. El experto en el tema refiere que existe entidades en este ecosistema que no tienen por qué ser supervisadas por la CNBV porque si una entidad presta crédito con su propio dinero no está poniendo en riesgo al público inversionista.
Ortiz, una de las voces pioneras en el universo fintech de México, reconoce que en el tema de regulación existe barreras económicas y tecnológicas que dificultan a un desarrollador en solitario el integrar el expediente para solicitar su autorización ante la CNBV. Otra de las asignaturas pendientes, apunta, es que pese a que el acceso al crédito se ha mejorado con estas nuevas empresas de tecnología financiera, el costo de estos préstamos pueden llegar hasta tres veces más caro respecto a los bancos tradicionales.
Jaime Márquez Poo, director ejecutivo de Desarrollo de Negocios de STP, asegura que los bancos ya no ven a las fintechs como antagonistas sino como aliados, por el contrario, los servicios financieros tradicionales y hasta la recepción de remesas está creando sus propias empresas de tecnología financiera para diversificar su portafolio con menores costes. “La regulación es relativamente nueva y en México estamos en un punto medio, existen países sumamente regulados como Argentina y México está en un punto bastante sólido para el sector”, indicó Márquez, tras su participación en el Fintech Summit en Ciudad de México.
Desarrolladores y analistas coinciden en que el auge de estas empresas de tecnología financiera continuará de la mano de la digitalización de servicios financieros, así como por la diversificación de productos, por ejemplo, en la captación de remesas, una opción que por años ha estado captada por bancos e intermediarios que llegan a cobrar comisiones hasta el 6% sobre el monto de los envíos de dinero del extranjero a México. Con base en la información de la asociación Finnovista, a inicios de este año en México se identificaron 773 financieras tecnológicas conocidas, lo que supone un incremento de 19% con respecto a 2023.
En un reciente análisis, la calificadora Moody´s señala que las fintechs deberán ampliar sus modelos de negocio y reforzar el fondeo para mantener la sostenibilidad de su negocio: “Las ofertas de depósitos de alto rendimiento de las fintechs han generado un crecimiento considerable en los últimos tiempos y han aumentado gradualmente su importancia en el sector financiero de México. Nu México y Klar, que han llegado a ser parte de las 30 instituciones captadoras de depósitos más importantes del país, ahora pueden compararse con bancos tradicionales, pequeños y medianos”, refiere el documento.
La calificadora también indica que la participación de las fintechs en los depósitos del sector bancario sigue siendo bastante modesta y representa tan solo el 0,4% del mercado. “Estimamos que estar a la altura de los líderes del mercado probablemente requerirá un tiempo más prolongado. Las regulaciones plantean riesgos significativos que frenarán la próxima fase de las fintechs en la región de América Latina”, indica en su balance regional la calificadora, donde Brasil y México figuran como los países con mayor participación de estas empresas tecnológicas de servicios financieros.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), la tasa de rendimiento promedio que ofrecen los bancos tradicionales en México es de alrededor de 5,8% a tasa anual, para cuentas de ahorro. Sin embargo, actualmente un puñado fintechs ofrece productos de ahorro, con una tasa promedio de 12%, incluso con algunos ofertantes que ofrecen hasta un 15% de rendimiento.
Rafael Musi, director ejecutivo y fundador de Adac y experto en este sector, reconoce que esta guerra de tasas de las fintechs no será sostenible en el largo plazo y avizora que tendrá que ajustarse a la baja en algún momento. “Ahorita parte de este caballo de Troya es ofrecer un rendimiento increíble, pero no es sostenible porque están asegurando un cash que es variable, yo creo que es un riesgo que se tiene que cuidar y a futuro no va a ser algo que perdure”, advierte.
En respuesta, al boom de las fintechs, los bancos han ampliado su portafolio a opciones 100% digitales. A la par de los nuevos jugadores, la banca tradicional ha diversificado su oferta a nuevos bancos digitales como es el caso de Openbank de Santander, Hey Banco de Banregio y más recientemente Bineo de Banorte. Musi hace hincapié en que la banca tradicional se ha visto forzado a mejorar sus servicios e incluso a lanzar sus propias plataformas de servicios digitales. “El sistema financiero es el que le está copiando a las fintechs y está viendo cómo puede perder la batalla. El nicho es tan grande y la gente no bancarizada en México y Latinoamérica es tan amplia que hay vuelo para muchos jugadores y el crecimiento de uno u otro dependerá de quién ofrece la mejor tecnología, servicio, innovación y producto”, concluye.
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