Encuentro de ida y vuelta entre el español y las lenguas indígenas en la FIL de Guadalajara
El español como idioma de crecimiento imparable, el cuarto con más hablantes del mundo, se ha topado en los pasillos de la feria con las lenguas de los pueblos originarios y su lucha por la supervivencia
Cada dos semanas se pierde en el mundo una lengua. Y de las 7.000 lenguas que se hablan en el planeta, el 40% está en riesgo de desaparecer, según la UNESCO. Una tragedia, una enorme pérdida. La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara ha querido hacer protagonista a esa riqueza lingüística. Aquí se han encontrado el jueves una lengua franca, el español, y varias de los pueblos indígenas de América Latina en ese camino de ida y vuelta que es este festival cultural. Desde España, país invitado del evento, se ha estudiado de la mano del Instituto Cervantes el estado del español en el c...
Cada dos semanas se pierde en el mundo una lengua. Y de las 7.000 lenguas que se hablan en el planeta, el 40% está en riesgo de desaparecer, según la UNESCO. Una tragedia, una enorme pérdida. La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara ha querido hacer protagonista a esa riqueza lingüística. Aquí se han encontrado el jueves una lengua franca, el español, y varias de los pueblos indígenas de América Latina en ese camino de ida y vuelta que es este festival cultural. Desde España, país invitado del evento, se ha estudiado de la mano del Instituto Cervantes el estado del español en el continente, mientras que varias activistas de pueblos originarios han analizado la situación de sus lenguas. El español como idioma dominante, de crecimiento imparable, el cuarto más poderoso del mundo, y las lenguas de los pueblos originarios en su lucha por la supervivencia.
El Cervantes ha presentado el anuario que analiza el vigor del español. El escritor Luis García Montero, director del instituto, ha defendido la “vitalidad” del idioma, que, ha dicho, es estudiado como segunda lengua por 100 millones de personas en el mundo. Son ya 600 millones que lo hablan en el planeta y 120 millones en México. En este país hay además 472.869 aprendices de la lengua, según el Anuario del Español en el Mundo 2024 presentado este jueves, y que cuenta, además, con miles de residentes no hispanohablantes. La lista la encabeza Estados Unidos (514.729), seguido de China (9.946), Canadá (9.661), Francia (8.494), Brasil (7.651), Alemania (6.289), Haití (5.491), Japón (4.943) y Reino Unido (3.668). García Montero ha hecho mención de un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que muestra que en esta nación norteamericana hay once familias lingüísticas y seis millones de personas son bilingües, es decir, que hablan alguna de sus lenguas originarias. Una riqueza cultural que se transforma y amplía y con gran influencia de la tecnología, las series de televisión, la literatura, pero sobre todo con la música popular.
García Montero estuvo acompañado en su presentación con la vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien hizo referencia a la llegada de miles de exiliados españoles a México, en un intercambio cultural que también enriqueció la lengua. ”La diversidad es riqueza, es muy positiva para el mundo, es una experiencia compartida que remite al sincretismo de culturas que nos definen. Y que, además, indica la riqueza sociolingüística, las lenguas importan, las lenguas nominan cosas y esto forma parte de nuestras vidas”, ha dicho Díaz.
Si las autoridades españolas invitadas a la feria se mostraban orgullosas por el crecimiento del español, el pesimismo reinaba entre activistas que intentan salvar algunas de las lenguas de pueblos originarios amenazadas con la extinción. La Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar y el Centro Universitario de los Altos organizaron también el jueves una mesa para analizar la dimensión política de las lenguas, dentro de las actividades del llamado FIL Pensamiento. La poeta mapuche Liliana Ancalao hizo una feroz crítica al Gobierno argentino que, ha dicho, ha implantado una “política de silenciamiento” de las lenguas originarias en ese país sudamericano. Ancalao ha explicado que estas lenguas son “supervivientes” de lo que ha llamado “la catástrofe” de la llegada de Cristobal Colón al continente americano, la conquista de potencias coloniales europeas y la conformación de los Estados. “Argentina no se reconoce como una nación plurinacional”, ha afirmado la escritora, quien ha recordado que el país cuenta con varias lenguas originarias, incluido el mapuzugun, idioma del pueblo Mapuche.
La también activista ha dicho que esta lengua sobrevive a pesar de las políticas invasivas y de omisión del Estado argentino y más bajo el nuevo Gobierno de extrema derecha del presidente Javier Milei. “Desconfío de las políticas del Estado, que ha mantenido en situación de precariedad a los pueblos originarios, sus territorios y sus recursos. Las corporaciones multinacionales bajo gobiernos de derecha han impuesto políticas de despojo”, ha denunciado Ancalao. Ella trabaja impulsando proyectos para mantener vivo el mapuzugun, pero teme que con el tiempo estas lenguas se extingan.
La poeta y traductora Mikeas Sánchez, de origen zoque, nacida en Tujsübajk, Chiapas, al sur de México, ha mostrado la misma preocupación. Ella ha arremetido contra las políticas públicas de los gobiernos mexicanos, que si bien intentan preservar las lenguas originarias, han impuesto lo que ha definido como “una política de avergonzamiento”, ya que se ha establecido la idea en las poblaciones indígenas de que sus lenguas “dan pena, que hay que hablarlas en voz baja”. México ha impuesto el español como lengua universal en el país, aunque en el discurso habla de protección de las otras formas de expresión en poblaciones con una mayoría de habitantes indígenas. Sánchez ha afirmado que falta una verdadera “alfabetización” en estas poblaciones para promover el aprendizaje de estas lenguas. Ha abogado por un cambio en las políticas educativas para reivindicar “un México pluricultural”, pero ha asegurado que el Estado y el país es demasiado racista para reconocer sus propias culturas. “La gente que vive en los pueblos no tiene una imagen positiva de sus lenguas”, ha afirmado.
La lingüista Yásnaya Aguilar ha defendido estas formas de expresión como un patrimonio cultural que debe ser protegido. “No hay un bicho más político que la lengua”, ha dicho. “Las lenguas construyen lo social y atraviesan lo político. Somos lengua por que nos atraviesa como personas, incluso nuestros sueños”, ha agregado. Aguilar ha criticado el modelo de Estado nación, que ha impuesto no solo fronteras, sino que ha creado a la fuerza sociedades con idiomas oficiales. De las 7.000 lenguas que hay en el mundo, ha dicho, solo 80 son reconocidas como oficiales. Ha denunciado, además, que los nuevos movimientos surgidos desde la extrema derecha, que apoyan a políticos como Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, promueven “el anti multilingüismo”.
Ante el reto de la extinción de centenares de lenguas, organismos como la UNESCO promueven proyectos que ayuden a su preservación y difusión. Viridiana García Martignon, oficial nacional de Comunicación e Información del organismo en México ha explicado que los países integrantes decidieron establecer el decenio de las lenguas, que abarca de 2022 a 2032, para impulsar políticas de protección para revertir esta pérdida. García ha dicho que la extinción de lenguas se debe, entre otras cosas, a la exclusión social, el incumplimiento de políticas públicas, pero sobre todo al no reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
Ha mencionado como ejemplo que el 80% de las personas penalizadas en México que no hablan español no tuvieron durante sus juicios la posibilidad de contar con un intérprete, lo que viola el derecho de acceso a la justicia. La funcionaria de la UNESCO ha dado, además, una cifra alarmante: en dos décadas se perderán 20 idiomas en México. Es por eso que el organismo ha recomendado incentivar proyectos como llevar programas de radio con lenguas originarias a los medios públicos del país para cumplir lo que la poeta mapuche Ancalao ha definido casi como una utopía: “Compartimos el sueño de que se multipliquen los hablantes de las lenguas originarias”, ha pedido.