El caso del hermano del Mencho enfrenta de nuevo al presidente con el Poder Judicial

La detención de un presunto líder criminal y su posible salida de prisión ha provocado el enésimo choque entre el Gobierno y el Poder Judicial en México. Hace ocho días, las autoridades detuvieron a Abraham Oseguera, alias Rodo, hermano del líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera, alias Mencho. El domingo, un juez federal tumbó la acusación de la Fiscalía, “al considerar que su forma de detención resultó contradictoria a lo expuesto por la autoridad en su Informe Policial”. Esto es, porque la dependencia no logró probar que la aprehensión se dio como dijeron los agentes que detuvieron al objetivo.

Preguntado este lunes al respecto, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido tiempo para evitar la liberación del Rodo y ha aprovechado para echarle la pulla al Poder Judicial. “Es un juez el que decide dejarlo en libertad, aunque todavía hay trámites que se están realizando. No queremos actuar de manera precipitada, se trata de un asunto delicado. Se tiene información, que hay que comprobar, de que esta persona tiene antecedentes de haber estado en procesos legales judiciales en Estados Unidos”, ha dicho el mandatario.

La semana pasada, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que participó en la su detención, señalaba la importancia del Rodo en la estructura del CJNG. “Abraham N. es considerado uno de los principales coordinadores de las operaciones logísticas y financieras, dedicado al lavado de dinero y encargado del tráfico y venta de drogas para la organización delictiva de la entidad en donde fue detenido y a la que presuntamente pertenece”, señalaba la dependencia. Rodo es el segundo hermano del Mencho detenido en pocos meses. En diciembre, las autoridades detuvieron a Antonio Oseguera, por narcotráfico.

En su comunicado, la Sedena informó de que elementos de la secretaría, de la Guardia Nacional, del Centro Nacional de Inteligencia y de la Fiscalía General de la República habían detenido al Rodo en Autlán de Navarro, municipio del sur de Jalisco, cercano ya al puerto de Manzanillo, en Colima. No dijeron cómo se había dado la detención, pero sí que cuando lo aprehendieron, el Rodo tenía “dos armas de fuego con cargadores, cartuchos y dosis de presuntas drogas”.

Este fin de semana, en la audiencia en que el juez debía decidir si procesaba o no al acusado, su defensa aportó vídeos y testimonios de familiares y vecinos, que lograron desvirtuar el relato de la detención, presentado por agentes de la Guardia Nacional. Ese relato señalaba que los agentes patrullaban la zona de madrugada, cuando vieron a tres hombres armados, que se metieron dentro de una casa. Al ir por ellos, sigue el relato, encontraron solo al Rodo, que al parecer tiene 70 años –cosa difícil de creer, a la vista de las imágenes divulgadas– y padece varias enfermedades, como diabetes, hipertensión y cáncer de próstata. En el registro, los agentes le habrían encontrado también drogas.

Según ha informado el diario Reforma, las pruebas de descargo desarmaron fácilmente el relato policial. Un vídeo de un familiar, por ejemplo, muestra que, cuando los agentes llegaron a la casa en cuestión, no había nadie en la puerta. Las pruebas realizadas a las armas reflejan una ausencia de huellas del detenido, etcétera. La decisión del juez no implica la liberación inmediata del Rodo. La Fiscalía aún tiene herramientas para mantener al hermano del Mencho en prisión, asunto que deberá resolverse en los próximos días.

El teatrillo de la audiencia del fin de semana muestra, sin embargo, que viejas malas prácticas de las autoridades de seguridad parecen seguir vigentes. En muchos casos del pasado reciente, Ayotzinapa, por ejemplo, procesos se han caído precisamente porque las defensas han logrado probar que las detenciones no se dieron como habían dicho los agentes aprehensores.

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