El Gobierno excavará más pozos para combatir la falta de agua en Ciudad de México

La crisis hídrica que atraviesa el centro del país ha pasado de ser un problema del Valle de México a una preocupación del Gobierno Federal. Ciudad de México y 56 municipios del Estado de México sufren desde el año pasado las consecuencias de los bajos niveles de las presas del Sistema Cutzamala y la sobreexplotación del acuífero subterráneo. Para revertir el problema el presidente López Obrador convocó la semana pasada una reunión urgente con con altos funcionarios y se comprometió a mejorar un 30% el suministro de la zona afectada en el plazo de un año. Entre los planes del Gobierno federal está la excavación de pozos en los alrededores de la capital.

Entre los lugares que se barajan se encuentran el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), el municipio de Zumpango, en el Estado de México y algunos enclaves en el Estado de Hidalgo. Los especialistas consideran esta medida necesaria pero advierten del riesgo de seguir sobreexplotando los acuíferos. “Estamos extrayendo agua al doble de velocidad que se recarga el acuífero. Esto provoca daños en la infraestructura, afectaciones al sistema hidráulico y hundimiento del suelo”, señala Jorge Alberto Arriaga, coordinador de la Red de Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Arriaga señala factibles proyectos en la zona de Temascaltepec y Necaxa. “Cada uno requiere de una viabilidad técnica, ambiental y social fuerte, creo que la más viable es Temascaltepec que podría dotar hasta cinco metros cúbicos por segundo a Ciudad de México y Estado de México”, agrega.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) comenzó a finales del año pasado la obra de tres pozos en los terrenos del AIFA y otros cuatro pozos más en los alrededores de la Laguna seca de Zumpango que aportarían 400 litros por segundo a la red del Valle de México. “Se están perforando nuevos pozos para tener agua en el corto plazo y se tiene un plan de mediano plazo para que no falte el agua ni en la ciudad ni en el Estado de México”, señaló el presidente. El objetivo es que los nuevos pozos abastezcan a los municipios de Tultitlán, Tlalnepantla, Atizapán, Naucalpan y a las alcaldías Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, de las zonas más afectadas por los cortes recientes en el Sistema Cutzamala. Se espera que el primer pozo excavado en Zumpango empiece a bombear en el mes de marzo y el resto entre abril y junio.

López Obrador lanzó a principios de mes una iniciativa de reforma de la Constitución que busca prohibir el otorgamiento de nuevas concesiones de agua para uso industrial, agrícola o comercial en zonas afectadas por la escasez. “Se va a priorizar el consumo de agua para uso doméstico”, dijo en la conferencia matutina del pasado 14 de febrero desde Palacio Nacional. “Hace 20 años se descubrió que por el gran canal del desagüe todas las aguas se canalizaron hacia Hidalgo, la naturaleza hizo su trabajo y se fue creando un acuífero en la zona de Mezquital y la zona limítrofe de Hidalgo con el Estado de México con un buen potencial”, comentó el presidente.

Desde la UNAM señalan que más allá de excavar nuevos pozos hace falta el desarrollo de una política pública que de visibilidad al tema del agua y atienda no solo las cuestiones coyunturales de la sequía y el cambio climático; también que se mejore la disponibilidad y se haga más eficiente el consumo. “El agua tiene que ser una prioridad en la agenda política. Ahora que vienen las elecciones, los candidatos deben poner al frente qué van a hacer para mejorar los sistemas de agua de este país”, comenta Arriaga y señala: “Esto requiere hacer gran infraestructura que hay que empezar a construir ya porque se tardarán todavía de tres a cinco años en terminarlo”.

Entre esas orientaciones estratégicas, Arriaga habla de mejorar la infraestructura, orientar el desarrollo urbano hacia donde exista agua y reparar las fugas de los Sistemas Lerma y Cutzamala, la red de presas que abastece el Valle de México. El 35% del suministro de la ciudad se va por el desagüe a causa de las fugas, una cantidad que equivale a 12.000 litros de agua cada segundo, o lo que es lo mismo, 865 albercas olímpicas al día. “Tenemos lugares con más de 50 años de antigüedad, cuando el Cutzamala se planteo para 25 años y llevamos mas del doble sin darle un mantenimiento mayor. Se requiere de una nueva fuente de abastecimiento”, critica.

El especialista agrega que se requiere de aquí a 2040 una inversión adicional de 100.000 millones de pesos a lo que ya se gasta en el sistema de agua para reparar la infraestructura del Valle de México. Una tarea titánica si se tienen en cuenta los fuertes recortes que ha tenido la Conagua desde comienzos del sexenio. “Es imposible hacer la nueva infraestructura si no contamos con recursos”, sentencia Arriaga.

López Obrador acusa a la oposición de querer politizar el tema de la escasez por la proximidad de las elecciones y ha asegurado que su Gobierno está trabajando para revertir la situación. El presidente ha reconocido que es necesario invertir en infraestructura para evitar que el problema siga agrandándose.

Ante la crisis de agua que atraviesa la Zona Metropolitana del Valle de México, organizaciones y colectivos de pueblos originarios han señalado que la construcción y rehabilitación de pozos naturales no basta si se siguen otorgando concesiones a desarrollos inmobiliarios y a megaproyectos en la capital y el Valle de México. ”Se habla de una mejora en la infraestructura hídrica, de construcción de pozos y de mejoras en el manejo, pero de nada sirve si se siguen dando permisos a las grandes constructoras para explotar pozos y a las colonias se les sigue dando abastecimiento por tandeos o pipas”, señaló Alejandro Vázquez, del Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios de la Anáhuac, al periódico Reforma y denunció que en los últimos cinco años, el Sistema de Aguas de Ciudad de México (Sacmex) ha concedido permisos a empresas privadas para la construcción de 19 pozos de agua en la capital.

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