Un juez obliga a la UNAM a restituir temporalmente a López Betancourt, acusado de acoso sexual a una alumna
La universidad, que destituyó al docente a final de febrero, ha anunciado que interpondrá un recurso de revisión para preservar en el campus “una vida libre de violencia”
Raúl Eduardo López Betancourt ha regresado a la Universidad Nacional Autónoma de México. Un juez federal ha ordenado a la UNAM restituirlo en su actividad académica mientras se resuelve el juicio de amparo que inició el docente ante un tribunal en materia de trabajo. La Universidad ha anunciado que acata la decisión judicial, pero que va a interponer un recurso de revisión con el objetivo de preservar en el campus “una vida libre de violencia”. López Betancourt fue destituido el 25 de febrero después de que un juez lo vinculara a un proceso judicial por hostigamiento sexual agravado a una alumna.
Gabriel Domínguez, juez tercero de distrito en materia de trabajo, ha otorgado esta semana una suspensión definitiva a López Betancourt, una medida cautelar que obliga a la UNAM a reincorporarlo, de forma temporal, hasta que dicte sentencia en su puesto de docente, decano de la Facultad de Derecho, presidente del Tribunal Universitario y consejero técnico.
El catedrático perdió todos sus cargos a finales de febrero. En una sesión extraordinaria, el Consejo Técnico de la Facultad de Derecho aprobó destituirlo de todas sus funciones para “salvaguardar la seguridad física y psicológica” de la alumna M. L. O. S., quien lo acusa de hostigamiento sexual desde 2019.
El caso llegó a la justicia a principios de este año. El juez desestimó en enero el amparo que López Betancourt había interpuesto para frenar el proceso y en febrero tuvo lugar la primera audiencia contra una de las figuras de referencia de la UNAM. En su testimonio, la víctima detallaba tres encuentros con el profesor; uno había tenido lugar en 1999 —que se considera prescrito—, otro en 2019 y un último en 2020. En estas situaciones acusa al catedrático de decirle: “Tienes muy buenas nalgas para estar en mi cama y no para andar de revoltosa”, o “Pinches viejas por eso las matan”. Además, una vez que M. L. O. S. denunció lo ocurrido presuntamente López Betancourt le advirtió: “Zorra, no te queda claro que no vas a lograr nada”.
El 24 de febrero, después de 16 horas de audiencia, el juez Gustavo Aquiles vio indicios suficientes para vincular a López Betancourt a un proceso judicial. Después de escuchar el choque de versiones, el magistrado dio mayor credibilidad a la versión de la víctima y dictaminó que debía continuar la investigación de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres (Fevimtra), de la Fiscalía General de la República. Sin embargo, no tomó más medida cautelar que la prohibición del imputado de acercarse a la víctima. Rechazó la petición de la FGR de retirar al catedrático de sus cargos en la universidad, a pesar de que la víctima seguía siendo alumna. El magistrado no aceptó: “Sería adelantar parte de la pena sin estar condenado”. Al día siguiente de la resolución fue la propia universidad la que decidió adoptar esa medida de protección.
En todo momento, López Betancourt se ha declarado inocente y ha asegurado que los delitos que le imputan son “inventados”. Por su parte, la víctima consideró la decisión del juez como “un gran avance en la justicia para las mujeres universitarias. Nunca en la historia de la universidad se había llevado a cabo una judicialización por hostigamiento sexual”. Desde 2016, más de un millar de alumnas de la UNAM ha presentado una denuncia por acoso sexual dentro de la universidad.
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