López Obrador redobla su embestida contra la justicia tras cinco reveses seguidos

Cinco reveses seguidos para el Gobierno mexicano y Morena, el partido que lo sostiene. Cinco decisiones de la justicia desfavorables a la agenda de Andrés Manuel López Obrador en tan solo unas horas. El presidente ha optado este miércoles por redoblar su pulso al poder judicial tras semanas de presiones al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral. Y justo después de imponer, a través de los votos de su formación en el Congreso, la extensión por dos años del mandato del presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, con el propósito de garantizar sus planes de reforma del sector.

López Obrador ha llamado a la calma durante su conferencia de prensa matutina a sus seguidores después de que dos sentencias cancelaran el martes las candidaturas oficialistas de Félix Salgado Macedonio al Gobierno de Guerrero y de Raúl Morón en Michoacán. Pero al mismo tiempo el mandatario ha cargado contra esas decisiones y las ha calificado de “golpe a la democracia”. El discurso ha sido deliberadamente ambiguo. México está en plena campaña de las elecciones que el 6 de junio renovarán la Cámara de Diputados, las gubernaturas de 15 de las 32 entidades federativas y miles de cargos locales y el presidente ya ha sido apercibido por la autoridad electoral por extralimitarse.

Por un lado, López Obrador se ha dirigido a los votantes de Morena. “Decirles que no se desanimen y al mismo tiempo que no se exalten, hay que actuar con la cabeza fría, aunque se tenga el corazón caliente”, ha manifestado. Sin embargo, acto seguido ha agregado: “En la lucha por la democracia se tienen que enfrentar muchos obstáculos y hay que aprender a evadir el acoso y la provocación. Yo quiero expresar que considero un exceso lo que aprobaron el día de ayer los magistrados del Tribunal Electoral. Es un golpe a la democracia, a la incipiente democracia mexicana”.

El contraataque del mandatario eleva el tono del conflicto en lugar de serenar los ánimos y coincide con su estrategia polarizadora. Las encuestas disponibles confirman el dominio de Morena en la Cámara ante las elecciones y la proyección del partido oficialista le garantiza una victoria incluso en Estados como Guerrero, que tras la inhabilitación de Salgado Macedonio aún no tiene candidato. Este político, que creció con López Obrador en las filas del PRD, y Morón quedaron excluidos de la carrera electoral por no haber justificado a tiempo sus gastos de precampaña. Sin embargo, la gravedad de la postulación de Salgado tiene que ver dos denuncias por violación y otras tres acusaciones de acoso sexual en su contra.

La Sala Superior del tribunal adoptó también una tercera decisión que molesta a Morena y al presidente. El órgano validó por unanimidad las reglas dictadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) para limitar las bancadas en el Congreso y evitar la sobrerrepresentación de los partidos, fijada por la Constitución en un 8%. El mecanismo aprobado busca frenar el trasvase de candidatos entre fuerzas que se presentan en coalición y así evitar desvirtuar los grupos parlamentarios. La resolución del INE fue impugnada por Morena, el PAN y Encuentro Solidario.

A estos fallos se añaden decisiones de otros organismos. El Instituto Nacional de Transparencia (INAI) acordó presentar un recurso contra la implantación del cuestionado padrón de datos biométricos para los celulares. Y un juez, el mismo que suspendió la reforma eléctrica, aprobó un amparo de un usuario contra esa medida. López Obrador, que ya había pedido una investigación de este magistrado, Juan Gómez Fierro, se ha despachado también contra el INAI tratando de descalificar esa institución.

Esta es la actitud habitual del presidente, que aprovecha cada circunstancia para intentar afianzar su narrativa. Sin embargo, lo sucedido esta semana tiene más trascendencia institucional que estrictamente electoral. “De todas las cosas que pudieran haber pasado ayer, lo que pasó dice algo del tribunal y del INE. Si bien la agenda del presidente ha sido muy dominante y no deja de serlo, sí tiene algunas limitaciones”, explica a EL PAÍS Francisco Abundis, director de la firma de análisis de opinión Parametria. “En términos de opinión”, señala, “muchos no acaban de entender lo que sucede o lo que sucedió”, en particular en referencia al acuerdo para limitar la sobrerrepresentación, un asunto percibido como técnico pese a su repercusión en la composición de la Cámara.

Roy Campos, presidente de la consultora Mitofsky, también considera que existen dos niveles de discusión. “En ese sentido el presidente es mucho más hábil que toda la oposición”, apunta. Precisamente por su capacidad de aterrizar el debate y bajarlo al terreno. Sin embargo, realmente importante es lo que sucedió. “La decisión [del Tribunal Electoral{] de ayer fue muy importante para la justicia y para su autonomía, porque el para el INE o el INAI. Y para la Suprema Corte también es muy importante cuando estaba en entredicho el poder judicial”, continúa.

El argumento del mandatario, que emprendió una guerra contra las instancias que en su opinión representan el pasado, pasa como en otras ocasiones por la idea de “pueblo”. El pueblo que, según su criterio, representa su proyecto político, la llamada Cuarta Transformación. Y el pueblo es el arma que utiliza para justificar su programa y atacar a sus adversarios. “En este, como en otros casos, no se tomó en cuenta la voluntad del pueblo, se descalificó y se le afectó a los ciudadanos, se les quitó un derecho a elegir, un derecho fundamental, un derecho democrático. Tanto los consejeros del INE como los magistrados del tribunal actuaron de manera antidemocrática. Y esto se explica porque estos organismos, como otros, vienen del antiguo régimen, del antiguo régimen antidemocrático”, ha llegado a afirmar.

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