La esposa de El Chapo Guzmán se reinventa como ‘influencer’ en Instagram

Emma Coronel, la modelo y esposa del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, ha reactivado sus historias de Instagram para promocionar como influencer a varias empresas locales de Sinaloa. La conocida como la Kim Kardashian de este Estado, se ha reinventado a sus 31 años en las redes sociales para promocionar productos de belleza, ropa, joyería y hasta de hamburgueserías y heladerías de la zona. Hasta hace unos meses Emma Coronel era una joven discreta que había permanecido en la sombra y en silencio en las redes sociales. Solo tiene cuatro fotos en su perfil de Instagram, pero su cuenta ya ha alcanzado los casi 400.000 seguidores en las últimas semanas, un tirón de audiencia e influencia que las marcas quieren aprovechar para publicitarse en Sinaloa.

Coronel saltó a la fama en el juicio de El Chapo en 2019, el capo mexicano de la droga que consiguió mediante el cartel de Sinaloa introducir toneladas de drogas en Estados Unidos. En ese momento, Coronel, una de las varias esposas del traficante y madre de sus dos hijas gemelas, vivía con él en la sierra de Sinaloa. “No me consta que trafique con drogas. Estoy enamorada de él”, declaró ante las cámaras para defenderle.

Emma Coronel conoció a Guzmán Loera en una fiesta en un rancho. Ella tenía 17 años y acababa de ganar el concurso de reina de la belleza de Sinaloa. Él tenía 51 y era el amo de la mayor organización criminal del mundo. Mientras ella bailaba en el rancho con su novio de entonces, un hombre se le acercó y le dijo que “el señor” quería bailar con ella. “Por supuesto, le dije yo. Porque en los ranchos aunque tengas novio tienes que bailar con todas las personas que te inviten”. Así explicó en una entrevista televisiva el comienzo del romance. Coronel es la supuesta sobrina de Ignacio Coronel, uno de los lugartenientes de su actual marido, abatido por el Ejército en 2010. “No somos familia”, afirmó en la entrevista y añadió que Guzmán es "un hombre bueno, no es violento, ni grosero, nunca lo he visto decir una mala palabra. Sus niñas le adoran y preguntan constantemente por él”.

Cuando acudió a la Corte Federal de Nueva York en 2016 donde se declaró culpable al narcotraficante llamó la atención por su estilo. Vestía exclusivos abrigos y zapatos que quedaron retratados por los paparazzi y las revistas. Acudió a casi todas las audiencias luciendo ropa de diseño, casi siempre de oscuro. La excepción se dio durante las deliberaciones, cuando se atrevió con el amarillo. La joven nacida en California tenía que quitarse los stilettos para pasar el control de seguridad y hacía cola en la cafetería para comer. La gran pregunta que circuló desde el inicio del juicio era si la influencer estaba siendo utilizada para distraer la atención. Ella comentó que hacía lo que haría cualquier otra esposa en su situación, “estar con su marido en momentos difíciles”.

La cuenta de Coronel apenas tiene actividad. La esposa de El Chapo no expone su vida privada, sus hobbies o a sus hijas en fotografías en las redes, a diferencia de otras famosas. Las pocas publicaciones son fotografías profesionales de ella en las que sus seguidores la elogian por su imagen y su estilo para vestir. Varios usuarios criticaron a la red social Instagram por verificar la cuenta de Coronel de forma oficial el pasado septiembre y denuncian se contribuya de esa forma a popularizar el estilo de vida del narcotráfico como un modelo de glamur, lujo y estilo.