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Secuestradas más de 70 niñas en dos escuelas en el noroeste de Nigeria

Bandas de delincuentes ponen en jaque al presidente Tinubu en plena crisis de seguridad tras la amenaza de intervención militar de EE UU

Varios hombres armados han secuestrado esta semana a unas 77 niñas en el noroeste de Nigeria en dos ataques a escuelas. El primer incidente se produjo en la madrugada del lunes, en un instituto de secundaria de la ciudad de Maga, en el Estado de Kebbi, cuando los secuestradores escalaron el mu...

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Varios hombres armados han secuestrado esta semana a unas 77 niñas en el noroeste de Nigeria en dos ataques a escuelas. El primer incidente se produjo en la madrugada del lunes, en un instituto de secundaria de la ciudad de Maga, en el Estado de Kebbi, cuando los secuestradores escalaron el muro del centro educativo y se llevaron a 25 niñas y un profesor después de matar a la subdirectora y a un guardia de seguridad, que trataban de proteger a las estudiantes. El segundo ha tenido lugar este viernes, cuando un grupo de delincuentes entró en una escuela de Papiri, en el Estado de Níger, y raptó a al menos 52 niñas y varios profesores, asesinando también a un guardia. El gobernador del Estado de Kwara ya ordenó este martes el cierre de colegios de cuatro municipios hasta que se garantice su seguridad.

Tras el primer ataque, en Kebbi, las fuerzas del orden y militares han sido desplegadas para tratar de localizar a las niñas secuestradas. Dos estudiantes lograron escapar de sus captores en el momento en que eran trasladadas a la fuerza hacia una zona boscosa. Una de ellas tuvo que ir al hospital porque estaba herida en un pie. El ministro de Información, Mohammed Idris Malagi, ha asegurado que las autoridades “comparten el dolor” de las familias afectadas y que están trabajando para rescatar a las niñas. “El presidente Bola Tinubu sigue inquebrantable en su compromiso de proteger a todos los nigerianos, especialmente a los escolares”, añadió.

El segundo ataque, apenas cuatro días después, tuvo lugar entre la una y las tres de la madrugada en la escuela católica Saint Mary, que acoge a estudiantes de Primaria y Secundaria. Aunque medios locales han facilitado una primera cifra de 52 niñas secuestradas, esta podría ser mayor. “Todavía no se ha confirmado el número exacto de alumnas secuestradas, ya que los organismos de seguridad continúan evaluando la situación”, aseguró este viernes Abubakar Usman, secretario del Gobierno del Estado de Níger.

Los dos secuestros masivos se producen en pleno debate por la inseguridad en Nigeria después de que el presidente de EE UU, Donald Trump, amenazara con intervenir militarmente en el país para proteger a los cristianos, aunque muchas de las niñas secuestradas son musulmanas, la religión mayoritaria en el norte de Nigeria. En otro ataque perpetrado el martes contra una iglesia en el Estado de Ekiti, al suroeste de la capital, Abuja, hombres armados asesinaron a dos personas durante una misa y secuestraron a decenas de feligreses. Fuentes del Gobierno nigeriano aseguran que el presidente Tinubu ha suspendido un viaje a Sudáfrica y Angola para hacer frente a la crisis.

Los raptos han generado una ola de indignación. La ONG Save the Children ha exigido medidas inmediatas al Gobierno. “Esta es la dolorosa constatación de las persistentes amenazas que sufre la educación en Nigeria, especialmente en el noroeste, donde la infancia, sobre todo las niñas, se sigue enfrentando a la violencia y la inseguridad”, dijo la organización en un comunicado. Según cifras de la ONG, entre 2014 y 2022, 1.683 estudiantes fueron secuestrados en Nigeria y 184 asesinados en un total de 70 ataques a escuelas, de los que 49 se produjeron en el noroeste del país. “Estas agresiones reiteradas a las escuelas socavan el derecho a la educación, traumatizan a los niños y a sus comunidades y ponen en peligro el futuro de Nigeria”, añade el comunicado.

Por su parte, Amnistía Internacional (AI) acusa de inacción a las autoridades. “Los últimos secuestros masivos muestran claramente que el presidente Bola Tinubu y su gobierno no tienen un plan efectivo para poner fin a años de atrocidades por parte de grupos y hombres armados, que cada vez tienen más impunidad en muchas partes de Nigeria”, aseguró Isa Sanusi, director de AI en Nigeria, en una nota de prensa. “Las autoridades no han implementado planes de seguridad para las escuelas en áreas vulnerables pese al secuestro de cientos de escolares. Estos fracasos han provocado una disminución en la matrícula escolar, un importante revés para la educación de las niñas. Las autoridades deben garantizar un entorno de aprendizaje seguro y abordar los riesgos de nuevos secuestros en el país”, añadió.

Desde el rapto de las 276 niñas de Chibok en 2014, que provocó una reacción mundial, la industria del secuestro de escolares ha florecido en Nigeria. Mientras que aquel crimen fue cometido por el grupo yihadista Boko Haram en el noreste del país, los secuestros que tienen lugar en los Estados del noroeste son responsabilidad de grupos de delincuentes sin reivindicación ideológica o religiosa, a quienes en Nigeria se conoce como “bandidos”. Estas bandas criminales, que también se dedican al pillaje y secuestran a ciudadanos en medios de transporte y centros de trabajo, se esconden de las fuerzas de seguridad en zonas boscosas. En los últimos años han logrado importantes ingresos a cambio de la liberación de personas secuestradas, aunque en 2022 el Gobierno federal prohibió el pago de rescates.

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