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EE UU retira de un cementerio militar de la II Guerra Mundial en Países Bajos una placa sobre la segregación racial en su ejército

Las autoridades temen que la retirada de varios paneles sobre soldados negros obedezca a la campaña de Trump contra la diversidad y para reescribir la historia del país

Dos placas informativas, una de ellas sobre la segregación racial, que honraban la memoria de los soldados negros que contribuyeron a la liberación de Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial han sido retiradas por Estados Unidos del cementerio militar de Margraten, situado al sur del territorio neerlandés, en el ...

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Dos placas informativas, una de ellas sobre la segregación racial, que honraban la memoria de los soldados negros que contribuyeron a la liberación de Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial han sido retiradas por Estados Unidos del cementerio militar de Margraten, situado al sur del territorio neerlandés, en el que yacen casi 200 de esos militares. La Comisión Estadounidense de Monumentos de Batalla (ABMC, en sus siglas en inglés), responsable del lugar, lo ha justificado señalando que uno de los paneles será expuesto en otros camposantos castrenses de EE UU—hay 26 junto con 31 monumentos y lápidas— repartidos por 17 países. Otro cartel, el que explicaba la segregación en el ejército estadounidense durante esa contienda, ha sido apartado de esa rotación, después de que esa comisión considerara que la información que contenía era “interpretativa”, asegura la ABMC en un correo electrónico a este diario.

Las autoridades locales temen, sin embargo, que la medida responda a la campaña de la Casa Blanca contra la diversidad, la igualdad y la inclusión, y piden que los paneles sean repuestos. Las placas estaban en el Centro para Visitantes de Margraten donde se cuenta la historia de los militares caídos, y la primera recordaba a George H. Pruitt, fallecido en 1945, a los 23 años, cuando trataba de rescatar a un compañero en un río en Alemania. La segunda explicaba la política de segregación que imperó en el Ejército estadounidense hasta su abolición en 1948.

Debido a ello, y a pesar de que un millón se alistaron, los soldados negros solían desempeñar trabajos de apoyo, o bien, como en ese cementerio, de sepultureros de sus compañeros. La mayor parte de las veces recibían cuerpos mutilados y operaban en unas condiciones terribles de frío, lluvia y barro.

Esta segunda placa incluía unas palabras del soldado Jefferson Wiggins, que sirvió en otoño de 1944 como sargento primero en la 960.ª Compañía de Intendencia. Decía que sus compañeros negros “lloraban y estaban traumatizados” cavando las tumbas. En 1945 él fue nombrado teniente primero y se convirtió en uno de los primeros oficiales de color del Ejército de los Estados Unidos.

En su correo de respuesta a las preguntas de este diario, la ABMC confirma la retirada de ese panel sobre el racismo en los siguientes términos: “Basándose en una revisión interna del contenido interpretativo realizada por el anterior secretario de la ABMC, la agencia retiró en marzo un único panel que mostraba una cita del teniente primero Jefferson Wiggins, un soldado afroamericano que sobrevivió a la guerra”.

La comisión estadounidense afirma en su mensaje a EL PAÍS que el Centro de Visitantes de Margraten “cuenta con 15 paneles magnéticos sobre militares, diseñados para ser retirados y que roten a lo largo de la exposición”. De este modo, continúa, “se destaca el mayor número posible de historias individuales”. Cuatro de esas placas, sigue diciendo el mensaje, “muestran a militares afroamericanos enterrados en el cementerio, y el dedicado al técnico de cuarta clase George H. Pruitt no se encuentra en exposición, aunque sigue formando parte” de la exposición rotante sobre los militares caídos estadounidenses.

Los programas destinados a la diversidad y la igualdad en Estados Unidos han sufrido grandes recortes por parte del presidente, Donald Trump, y la tendencia ha alcanzado al Pentágono y el Ejército. Los decretos afectaban a las agencias y departamentos federales, pero también a la contratación pública de las empresas que contemplaran criterios inclusivos.

Conmoción en el país

Al historiador neerlandés Kees Ribbens no le convencen las explicaciones de Estados Unidos. Al contrario, le parece que para la actual Administración estadounidense del presidente Donald Trump, “el recuerdo de la segregación racial puede no ser bienvenido”. Malo sería, en su opinión, “que Trump quiera reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial, porque esta es también europea”, dice, en conversación telefónica. Investigador senior del Instituto para Estudios sobre la Guerra, el Holocausto y el Genocidio (NIOD), Ribbens subraya que los vecinos del cementerio y las poblaciones cercanas no solo llevan flores a las tumbas. Desde 1945, muchas familias las han adoptado y se ocupan de que estén en perfectas condiciones en agradecimiento a la liberación del país. Debido a ello, el cementerio y los soldados fallecidos forman parte del tejido social de forma natural, y la retirada de los paneles ha causado conmoción. El mismo experto indica que lo ocurrido puede ser un intento -desde Estados Unidos- de presentar la historia de una manera “acrítica que tal vez puedan considerar que no divide”. Pero de ser así, ello “no contribuiría a mejorar nuestra comprensión de un pasado complejo y oscuro”, asevera.

Abierto en diciembre de 2023, el Centro para Visitantes proyectaba al principio una cinta donde los soldados negros solo aparecían un momento en labores de excavación de tumbas. Sin embargo, no se mencionaba que levantaron el cementerio de Margraten o cómo eran tratados debido a la segregación. La entonces embajadora de Estados Unidos en Países Bajos, Shefali Razdan Duggal -durante el mandato del presidente Joe Biden- fue informada de la situación, y en 2024 la ABMC añadió información que reflejaba la labor de estos soldados.

Este lunes, Alain Krijnen, alcalde de Eijsden-Margraten, el municipio que incluye el cementerio, remitió una nota a la ABMC pidiendo que reconsiderara la retirada de los paneles, y que prestara “atención de manera permanente a las historias de los soldados afroamericanos”. Espera reunirse además con el nuevo embajador estadounidense, Joseph Popolo, para hablar del caso. Por su parte, once de los partidos provinciales han calificado de “indecente e inaceptable” la situación, y plantean la posibilidad de erigir un monumento conmemorativo a los soldados negros fuera del cementerio.

Creado en 1944, el camposanto de Margraten fue cedido luego en calidad de préstamo perpetuo al Gobierno de Estados Unidos, que lo administra. Hay allí enterrados unos 8.300 soldados estadounidenses caídos durante la liberación del sureste de Países Bajos. Los nombres de otros 1.722, considerados oficialmente desaparecidos, están también expuestos en el lugar, según la ABMC. Entre esas tropas había 174 soldados afroamericanos, en datos del proyecto de investigación neerlandés Black Liberators. El rotativo neerlandés NRC ha alertado de que las dos placas debieron ser apartadas sin publicidad hace unos meses. Países Bajos permaneció ocupado durante toda la contienda y fue liberado por completo el 5 mayo de 1945. Ese día es fiesta nacional en el país.

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