La ministra Elma Saiz pone en valor la migración: “No es una amenaza, es una realidad positiva”
La titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ve a la población de origen extranjero “fundamental” para el rejuvenecimiento y la “sostenibilidad del modelo social”
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha puesto en valor este lunes la migración y lo que las personas extranjeras aportan a España durante la primera jornada del foro World In Progress (WIP) organizado por el Grupo PRISA, editor de EL PAÍS. “La migración ocupa un lugar esencial en el nuevo acuerdo social. La migración no es una amenaza, es una realidad positiva. Un migrante es un trabajador, pero también un vecino, un compañero de clase, un consumidor, un amigo”, ha aseverado durante su intervención previa al debate titulado Un nuevo acuerdo social para la sostenibilidad y la inclusión. En palabras de la ministra, el “nuevo acuerdo social debe ser un compromiso colectivo que una crecimiento, equidad y cohesión, un acuerdo que reconozca que sin inclusión no hay sostenibilidad ni prosperidad compartida”.
Saiz ha debatido con la secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), Gina Magnolia Riaño, y el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Mariano Jabonero, en un diálogo moderado por la periodista Gisela Rodríguez, de la Cadena SER.
La titular de la cartera de Migraciones ha alertado de que España afronta un reto demográfico “de enorme magnitud”. Las previsiones apuntan a que, si no se actúa, en 25 años se podrían perder hasta cuatro millones de personas de la fuerza laboral, lo que supondría pasar del 2% del crecimiento potencial de la economía al 0,1%. “¿Cómo financiaríamos las pensiones, la sanidad, la educación, los servicios públicos que sostienen el Estado del Bienestar?“, ha preguntado. Y ha citado medidas del Gobierno del que forma parte, como el fomento de políticas de natalidad, con permisos remunerados e iguales para hombres y mujeres.
Saiz ha admitido, con todo, que estas políticas ”no bastan", y ha puesto en valor la migración, “fundamental para que España crezca, rejuvenezca su población y garantice la sostenibilidad del modelo social”.
La ministra ha celebrado el aumento de un 120% de migrantes procedentes de países latinoamericanos o que la afiliación haya crecido más de un 7% en zonas que sufren despoblación como Asturias, Galicia o Castilla y León. Los migrantes, ha dicho, son nueve millones de personas nacionalizadas y “también generan empleo”. “Los autónomos han protagonizado un 6,8% del aumento del emprendimiento”, ha ejemplificado.
Como antídoto “ante los que atacan” a la población migrante ha aconsejado, igual que sus compañeros de mesa, “recurrir a los datos”. Como que la población de origen extranjero no genera alteraciones en el empleo ni los salarios del conjunto, según el Banco de España, que afirma que, bien al contrario, esa población “impulsa el crecimiento y la productividad”.
El impacto económico de la discriminación laboral y educativa de la población extranjera asciende a 17.000 millones al año, según un informe del ministerio que pone cifras al racismo, ha dicho Saiz, y ha animado a “combatir lo que frena o degrada la migración”. “El racismo y la xenofobia son injustos e inadmisibles”.
Durante el debate, Mariano Jabonero ha alertado de que la fórmula de la educación como garantía de ascensor social no está funcionando como décadas atrás. “El ascensor está un poco estropeado, porque no hay equidad e inclusión, vivimos situaciones injustas, el distrito postal manda mucho”, ha dicho. Gina Magnolia ha añadido otro obstáculo: la exclusión del sistema, y se ha referido a pobreza que azota con mayor incidencia a la población recién llegada.
La ministra ha insistido en la necesidad de “trasmitir lo que aportan los migrantes, y de asumir en primera persona el mensaje pedagógico de lo que suponen para la seguridad social y los servicios públicos, que son lo que nos protege”. Ahí es cuando Jabonero ha insistido en “la importancia de la educación, que tiene un reto importante en que se frene la expulsión del sistema”. “Que del partido no se salga antes de tiempo es un reto democrático”, ha concluido.