Israel prepara al ejército para evacuar Gaza y exige que España acoja a palestinos expulsados
El ministro de Defensa pide a las tropas que organicen la deportación “voluntaria” de los gazatíes siguiendo la estela del plan propuesto por Trump. El Gobierno español responde que “la tierra de los gazatíes es Gaza” y no deben ser deportados
El Gobierno de Israel ha acogido con enorme entusiasmo el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de vaciar Gaza expulsando a la población local —en una suerte de limpieza étnica de la Franja— y que el enclave palestino quede bajo control estadounidense para proceder después a su reconstrucción. El ministro de Defensa, Israel Katz, se ha puesto de inmediato manos a la obra y este jueves ha pedido al ejército que prep...
El Gobierno de Israel ha acogido con enorme entusiasmo el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de vaciar Gaza expulsando a la población local —en una suerte de limpieza étnica de la Franja— y que el enclave palestino quede bajo control estadounidense para proceder después a su reconstrucción. El ministro de Defensa, Israel Katz, se ha puesto de inmediato manos a la obra y este jueves ha pedido al ejército que prepare ya la expulsión —”salida voluntaria”, lo ha llamado él— de los gazatíes. El ala supremacista de la coalición que sustenta el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu ha expresado poco después su apoyo al anuncio del ministro.
Una de las dudas que han surgido es el destino de esos deportados, que podrían ser cientos de miles. Katz, en declaraciones al canal 12 de televisión, el de mayor audiencia, ha citado como potenciales receptores a países que se han alineado en contra de la operación militar israelí sobre la Franja (donde la lista oficial de muertos supera los 47.000, según los responsables sanitarios gazatíes). Entre esos países, el ministro ha mencionado a España, contra la que ha arremetido, al igual que contra Irlanda o Noruega, también críticos con la guerra desatada en Gaza. El líder de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha rechazado de plano la idea de que los palestinos sean expulsados de su tierra y España los acoja: “La tierra de los gazatíes es Gaza”, territorio que debe formar parte de un futuro Estado palestino.
En medio de las dudas generadas, Trump ha aclarado este jueves que no será necesario el despliegue de militares estadounidenses en Gaza y que el enclave le va a ser transferido a EE UU por Israel una vez concluya la actual contienda. “La Franja de Gaza será entregada a Estados Unidos por Israel al final de la lucha. Los palestinos... ya habrán sido reasentados en lugares mucho más seguros y hermosos, con nuevas y modernas casas”, ha publicado en la red social Truth. ”¡No se necesitarían soldados de Estados Unidos!”, ha añadido.
Hamás solicita una cumbre urgente de países árabes mientras vuelve a rechazar la propuesta del presidente de EE UU. Un portavoz del movimiento islamista, Hazem Qassem, realiza un llamamiento a la unidad de las diferentes facciones palestinas para hacer frente a lo que consideran “una declaración de intenciones para ocupar” Gaza, informa Reuters. “No necesitamos a ningún país para gestionar Gaza, ni aceptamos que se sustituya una ocupación por otra”, añade Qassem, a través de un vídeo, en referencia a la presencia histórica de fuerzas israelíes en territorio palestino.
Apelando al derecho a la movilidad de los palestinos —a pesar de que Israel mantiene desde hace años Gaza como una enorme jaula a cielo abierto—, Katz ha afirmado que “se debe permitir que la gente de Gaza disfrute de la libertad de movimiento y la libertad de emigrar, como es costumbre en todo el mundo”. El proyecto de Trump, una idea lanzada desde la Casa Blanca sin unos cimientos sobre los que asentarla y desarrollarla, no cuenta con el apoyo de ningún Estado y es rechazada por los palestinos. La Unión Europea ha adoptado un perfil bajo y ha emitido una respuesta tibia.
“Países como España, Irlanda, Noruega y otros que han lanzado acusaciones y afirmaciones falsas contra Israel por sus acciones en Gaza están legalmente obligados a aceptar a cualquier residente de Gaza en sus territorios”, ha señalado el ministro. “Su hipocresía quedará expuesta si se niegan a hacerlo. Hay países como Canadá, que tiene un programa de inmigración estructurado, que han expresado previamente su voluntad de aceptar a los residentes de Gaza”, ha agregado.
Netanyahu ha repetido que uno de sus objetivos de la guerra, además de traer de vuelta a los rehenes y liquidar a Hamás, es evitar que Gaza siga siendo una amenaza en el futuro. Esa idea ha sido esbozada de nuevo por Katz al referirse a la reconstrucción de una “Gaza desmilitarizada, desprovista de amenazas en la era posterior a Hamás, un proyecto que llevará muchos años completar”.
La extrema derecha israelí, defensora abiertamente de la limpieza étnica y de soluciones supremacistas contra los palestinos, ve premiada su insistencia. “Felicito al ministro de Defensa por su decisión de instruir a las Fuerzas de Defensa de Israel para que se preparen para cumplir nuestro papel en el plan de emigración que permita la salida de los gazatíes de Gaza a los países receptores”, ha celebrado el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, informa Times of Israel.
Por su parte, Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional hasta que renunció por la firma del alto el fuego, sostiene que se trata de un “paso importante” en la dirección de “la verdadera solución para Gaza”, donde “ya no es sueño” la vuelta de los colonos judíos. “La posibilidad de la salida voluntaria es una medida necesaria para garantizar la seguridad de los ciudadanos israelíes y fortalecer la disuasión israelí. Es hora de que el mundo entienda: Gaza no puede seguir siendo un semillero de terrorismo”, ha añadido Ben Gvir, según ese mismo medio israelí.
El titular de Defensa no ha ocultado su animadversión hacia España durante la contienda, especialmente durante el periodo en que él fue ministro de Exteriores. Ahora, impulsado por el entusiasmo con el que ha recibido la propuesta de Trump, ni siquiera ha esperado a que el primer ministro Netanyahu regrese de Washington, donde este acompañó a Trump en el momento de realizar el martes un anuncio considerado ilegal por la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
El último movimiento de Trump ha sembrado dudas sobre el avance de la tregua de tres fases (de seis semanas cada una) que habían firmado Israel y Hamás y que entró en vigor con el alto el fuego el pasado 19 de enero, la víspera del retorno del líder republicano a la presidencia. Las conversaciones sobre la segunda fase deberían estar ya avanzando desde el lunes, pero el Estado judío las pospuso en medio del viaje de Netanyahu.
Hamás debería anunciar mañana viernes los nombres de los tres rehenes que piensa liberar el sábado a cambio de la excarcelación de decenas de presos palestinos. Se trataría, si nada lo impide a última hora, del quinto canje que tiene lugar durante la tregua, que está dando un respiro a los 2,3 millones de gazatíes, pese a que el enclave se encuentra casi en su totalidad en ruinas.