Trump sigue sin aprobar los aranceles a México, Canadá y China y su agenda no prevé ningún acto público este sábado

El presidente ha prometido que los gravámenes se aplicarán desde el 1 de febrero, pero aún tiene que aprobarlos y detallarlos

Donald Trump a su salida de la Casa Blanca, en Washington, este viernes.Foto: Celal Gunes (GETTY IMAGES) | Vídeo: EPV

El caos y la confusión con que ha empezado Donald Trump su segundo mandato como presidente de Estados Unidos ha dado un nuevo paso este sábado. La Casa Blanca aseguró el viernes que Estados Unidos aplicaría desde hoy aranceles del 25% a las importaciones desde México y Canadá y del 10% a los productos llegados de China. Pero falta un pequeño detalle: no están aprobados. El 1 de febrero ha empezado y las mercancía...

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El caos y la confusión con que ha empezado Donald Trump su segundo mandato como presidente de Estados Unidos ha dado un nuevo paso este sábado. La Casa Blanca aseguró el viernes que Estados Unidos aplicaría desde hoy aranceles del 25% a las importaciones desde México y Canadá y del 10% a los productos llegados de China. Pero falta un pequeño detalle: no están aprobados. El 1 de febrero ha empezado y las mercancías siguen circulando libremente por las fronteras estadounidenses. Para aumentar más la incertidumbre, Trump se ha ido a pasar el fin de semana a Mar-a-Lago, su mansión en Palm Beach (Florida) y la agenda distribuida el sábado por la noche por la Casa Blanca asegura que no tiene ningún acto público previsto para hoy. Por la mañana, se ha dirigido a su club de golf.

La agenda presidencial puede cambiar y Trump puede aprobar los decretos correspondientes sin un acto público, incluso con efecto retroactivo, pero no se sabe cuándo ni cómo se divulgará ni cuándo entrarán en vigor, lo que aumenta la incertidumbre en los países vecinos y en las empresas afectadas. De momento se desconocen los detalles de la medida, incluidas las posibles exenciones para ciertos productos, más allá de que Trump dijo que al petróleo canadiense se le aplicaría un gravamen del 10% en lugar del 25%. Estados Unidos compra a Canadá el 60% del petróleo que importa. La amenaza arancelaria mantiene en vilo a México y Canadá, que han amenazado con represalias. China también se prepara para el embate.

Lo previsible es que los aranceles se impongan mediante una orden ejecutiva, pero parece sorprendente que una de las decisiones de más calado del comienzo de su mandato la vaya a realizar sin ningún acto público. Aunque con carácter general la Constitución de Estados Unidos otorga al Congreso el poder de imponer aranceles a las mercancías, el propio legislativo ha delegado parte de ese poder en el Ejecutivo a lo largo del tiempo.

A principios de 2018, Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Esa ley permite al presidente elevar los aranceles sobre las importaciones que supongan una amenaza para la seguridad nacional sin la aprobación del Congreso tras una investigación del Departamento de Comercio. Esas amenazas pueden incluir “fomentar la dependencia de Estados Unidos de importaciones poco fiables o inseguras” o “amenazar fundamentalmente la capacidad de las industrias nacionales de Estados Unidos para satisfacer las necesidades de seguridad nacional”.

Medios estadounidenses han señalado que en esta ocasión es probable que, para promulgar los aranceles, Trump declare una emergencia económica nacional, invocando la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que autoriza unilateralmente a un presidente a gestionar las importaciones durante una crisis nacional. En mayo de 2019, la Casa Blanca anunció que Trump usaría los poderes de la IEEPA para introducir aranceles sobre las exportaciones mexicanas en respuesta a la amenaza de seguridad nacional de la inmigración ilegal de México a Estados Unidos. Además, en agosto de ese año tuiteó que ordenaba a las empresas estadounidenses que comenzaran a buscar alternativas a China sobre la base de los poderes reclamados bajo la IEEPA, pero sin llegar a declarar nunca formalmente una emergencia como requiere esa ley.

Por ahora, Trump no ha aclarado la vía a emprender en esta ocasión. Al ser preguntado por los periodistas el viernes en la Casa Blanca sobre si México o Canadá podían hacer algo para evitar la imposición de aranceles este sábado, contestó con un rotundo “no” y que su amenaza no era una estratagema de negociación, pese a su largo historial de amenazas de aranceles que luego no se terminan de concretar. En su discurso desordenado y confuso, sin articular, volvió a insistir en que Canadá y México dejaban pasar migrantes irregulares y fentanilo y que China “fabrica el fentanilo”.

“En un caso, [China], están enviando cantidades masivas de fentanilo, matando a cientos de miles de personas al año, y en los otros dos casos [México y Canadá], que están haciendo posible que este veneno pueda entrar”, argumentó, pese a que las cantidades decomisadas en la frontera con Canadá son mínimas.

Tanto México como Canadá han reforzado las medidas para dificultar el paso de migrantes irregulares y drogas en los últimos meses para tratar así de evitar los aranceles, pero en realidad, Trump apuntó de nuevo a razones económicas: “Tenemos grandes déficits con los tres”. “¿Por qué deberíamos subvencionar a Canadá?”, se preguntó Trump en el Despacho Oval confundiendo el déficit comercial, que cifró en unos 200.000 millones de dólares, con una especie de subsidio. Cuando le preguntaron si buscaba alguna concesión al respecto, contestó: “No estamos buscando una concesión. Veremos qué pasa. Veremos qué pasa”.

Con respecto al vecino del sur, reiteró los argumentos: “Con México, es lo mismo. Tenemos un déficit de 250.000 millones de dólares, y tenemos mucha gente entrando por la frontera, y ahora lo hemos frenado en gran medida, pero lo hemos frenado nosotros. Creo que han hecho un trabajo fantástico. Han visto que las cifras se han reducido casi a cero. Pero hemos sufrido bajo la Administración anterior. Durante años y años, hemos sufrido con millones de delincuentes que entraban en nuestro país, delincuentes, gente de las cárceles, de todo el mundo. Vienen a través de México, y vienen a través de Canadá. Muchos de ellos vienen a través de Canadá, y una gran cantidad de fentanilo viene a través de Canadá. China fabrica el fentanilo, se lo da a México, lo pasa por Canadá, lo pasa por diferentes lugares, sobre todo por México, pero también mucho por Canadá”, insistió.

Trump dijo también que se prevén para más adelante, se entiende que con carácter universal, aranceles para proteger sectores concretos. “Vamos a poner aranceles a los chips. Vamos a poner aranceles sobre el petróleo y el gas. Eso ocurrirá bastante pronto, creo que alrededor del 18 de febrero, y vamos a poner muchos aranceles sobre el acero. Ya tenemos aranceles sobre el acero, y hemos salvado nuestra industria siderúrgica, pero eso fue relativamente pequeño en comparación”. El presidente señaló que los aranceles al acero llegarían en febrero y también anunció “un muro” arancelario para proteger a la industria farmacéutica y al cobre.

Además, el presidente de Estados Unidos prevé aranceles a la Unión Europea, lo que amenaza con desatar una guerra comercial a gran escala. “¿Que si voy a imponer aranceles a la Unión Europea? ¿Quieres la respuesta sincera, o te damos una respuesta política? Absolutamente, aranceles. La Unión Europea nos ha tratado terriblemente”, dijo el viernes en la Casa Blanca. “No compran nuestros coches, no compran nuestros productos agrícolas, esencialmente, no nos compran casi nada. Y tenemos un déficit tremendo con la Unión Europea. Así que haremos algo muy sustancial con la Unión Europea. Llevaremos el nivel a donde debería estar”, añadió.

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