Estados Unidos reclama 100 millones a los dueños del barco que derribó el puente de Baltimore

El Departamento de Justicia responsabiliza del desastre a los propietarios por un mantenimiento inadecuado de su sistema eléctrico

El carguero 'Dali', incrustado en el puente Francis Scott Key Bridge de Baltimore.SHAWN THEW (EFE)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha demandado al propietario y al gestor del carguero que provocó el derrumbe del puente Francis Scott Key de Baltimore. La demanda presentada el miércoles en Maryland contra Grace Ocean y Synergy pretende recuperar los más de 100 millones de dólares que el Gobierno gastó para responder a la catástrofe, limpiar los escombros submarinos y reabrir el puerto. Otros pleitos, en que se...

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha demandado al propietario y al gestor del carguero que provocó el derrumbe del puente Francis Scott Key de Baltimore. La demanda presentada el miércoles en Maryland contra Grace Ocean y Synergy pretende recuperar los más de 100 millones de dólares que el Gobierno gastó para responder a la catástrofe, limpiar los escombros submarinos y reabrir el puerto. Otros pleitos, en que se verán involucradas también las compañías de seguros, tendrán que fijar quién paga la construcción de un nuevo puente y si debe haber indemnizaciones por el impacto económico del accidente.

La demanda presentada este miércoles, de 53 páginas, alega que los sistemas eléctricos y mecánicos del Dali no recibieron el mantenimiento adecuado, lo que provocó que el barco se desviara de su ruta antes de chocar contra el puente Francis Scott Key en marzo.

“El propietario y el operador del Dali conocían perfectamente los problemas de vibración del buque que podían causar un corte de electricidad. Pero en lugar de tomar las precauciones necesarias, hicieron lo contrario”, ha declarado el fiscal Benjamin Mizer en un comunicado. “Por negligencia, mala gestión y, en ocasiones, por el deseo de reducir costes, configuraron los sistemas eléctricos y mecánicos del buque de forma que impedían que dichos sistemas pudieran restablecer rápidamente la propulsión y el gobierno tras un corte de energía. Como resultado, cuando el Dali se quedó sin energía, un conjunto de fallos en cascada condujo al desastre”, ha añadido.

De hecho, la demanda afirma específicamente que ninguno de los cuatro medios que deberían haber estado disponibles para ayudar a gobernar el Dali —la hélice, el timón, el ancla o la hélice de proa— funcionaron cuando eran necesarios para evitar o mitigar el desastre.

La acción del Departamento de Justicia también solicita daños punitivos que sirvan de escarmiento. Durante una convocatoria de prensa en la que se anunciaron las acciones del Departamento de Justicia, el fiscal Chetan Patil explicó: “Este accidente se produjo por las decisiones imprudentes y gravemente negligentes de Grace Ocean y Synergy, que decidieron imprudentemente enviar un buque no apto para navegar por una vía navegable crítica e ignoraron los riesgos para las vidas estadounidenses y las infraestructuras del país”.

La demanda forma parte de una acción legal que el propietario y el operador del barco iniciaron poco después de la tragedia, en la que buscan la exoneración o limitación de su responsabilidad a unos 44 millones de dólares. Un portavoz de Grace Ocean dijo a la agencia Associated Press que el propietario y el gestor no tenían comentarios en este momento. “Esperamos nuestro día en los tribunales para dejar las cosas claras”, señalaron.

En la madrugada del 26 de marzo, el Dali, un supercarguero de contenedores de casi 300 metros de eslora y 48 metros de manga, zarpó del puerto de Baltimore con destino al puerto de Colombo, la capital de Sri Lanka, adonde debía llegar el 22 de abril, por encargo de la naviera danesa Maersk. Sin embargo, su travesía terminó poco después de zarpar. Mientras navegaba por el canal Fort McHenry, el buque perdió potencia, la recuperó y volvió a perderla antes de chocar contra el puente Francis Scott Key. El puente se derrumbó y se precipitó al agua, matando a seis personas. El naufragio y los restos del puente obstruyeron el canal navegable y paralizaron todo el tráfico marítimo que entraba y salía del puerto de Baltimore. La pérdida del puente también cortó una carretera clave, especialmente para los viajeros locales.

Las autoridades lograron en la primera quincena de junio despejar el canal de navegación de acceso al puerto de la ciudad con sus dimensiones operativas originales de 700 pies de ancho y 50 pies de profundidad (213 y 15 metros, respectivamente). Desde el 26 de marzo, cuando se derrumbó el puente, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y el Supervisor de Salvamento y Buceo de la Marina trabajaron para retirar los restos y liberar el supercarguero Dali, que estaba empotrado contra los escombros. El barco pudo ser trasladado a puerto el pasado 20 de mayo.

La reclamación no incluye daños y perjuicios por la reconstrucción del puente Francis Scott Key. El Estado de Maryland construyó, poseyó, mantuvo y operó el puente, y los abogados en nombre de dicho Estado pueden presentar su propia reclamación por esos daños, explica el Departamento de Justicia. Posteriormente, de conformidad con la normativa vigente, los fondos recuperados por el Estado de Maryland para la reconstrucción del puente se utilizarán para reducir los costes del proyecto pagados por las autoridades federales.

El caso llega un día después de que las familias de las víctimas declararan su intención de presentar una demanda para exigir responsabilidades al propietario y al gestor del buque por la catástrofe. Sobre el puente trabajaban ocho obreros de la construcción cuando tuvo lugar el accidente. Dos de ellos sobrevivieron al derrumbe. Los cadáveres de otros dos fueron recuperados al día siguiente del interior de un vehículo que se hundió con el puente: el mexicano Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años, y el guatemalteco Dorlian Ronial Castillo Cabrera, de 26 años.

Luego aparecieron los cuerpos del hondureño Maynor Suazo, de 37 años, casado y con dos hijos; el mexicano Carlos Daniel Hernández, y el salvadoreño Miguel Luna, casado y con tres hijos, que vivía en Maryland desde hace más de 19 años, según la organización CASA. Finalmente, hace algo más de un mes, los equipos de rescate encontraron el cadáver de José Mynor López, de 37 años, guatemalteco, sexta víctima del accidente.

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