La declaración de dos testigos ante un gran jurado acelera el caso de Georgia contra Donald Trump
El republicano podría afrontar en los próximos días su cuarta imputación en menos de cinco meses por su intento de pucherazo electoral en ese Estado
Otra semana decisiva para Donald Trump. El candidato favorito en las primarias republicanas para 2024 podría encajar en los próximos días su cuarta imputación en menos de cinco meses por sus intentos de pucherazo en Georgia en 2020. La fiscal general del condado de Fulton, Fani Willis...
Otra semana decisiva para Donald Trump. El candidato favorito en las primarias republicanas para 2024 podría encajar en los próximos días su cuarta imputación en menos de cinco meses por sus intentos de pucherazo en Georgia en 2020. La fiscal general del condado de Fulton, Fani Willis, que investiga desde hace dos años y medio lo sucedido -cómo Trump y sus aliados pidieron a altos funcionarios del Estado que “encontraran” los votos necesarios para dar la vuelta al marcador- presentará próximamente el caso a un gran jurado de Atlanta, ante el que declararán este martes dos testigos que previamente habían sido citados. Es el indicio más claro de que Willis presentará su caso ante el jurado antes de lo previsto.
La probable imputación de Trump será en este caso estatal, como la de Nueva York por el caso Stormy Daniels (el pago de un soborno a una actriz porno para comprar su silencio en la campaña de 2016), y a diferencia de las acusaciones de Florida, por los papeles de Mar-a-Lago, y Washington, por su intento de revertir el resultado de las presidenciales de 2020, que culminó en el ataque al Capitolio por una turba de seguidores suyos. Las dos últimas imputaciones son de carácter federal.
Aunque Willis ha evitado pronunciarse sobre una fecha concreta, fuentes de su oficina apuntaron el sábado que buscará cargos a finales de semana, mientras las medidas de seguridad en torno al tribunal se hacen cada día más visibles y parte de su equipo trabaja por remoto desde hace semanas para evitar riesgos.
Si Trump es acusado en Georgia, sería su cuarta acusación en menos de cinco meses, y la segunda que surge de sus esfuerzos por anular la victoria de Joe Biden en 2020. Fue acusado el pasado 1 de agosto en un tribunal federal de Washington de orquestar una conspiración para revertir los resultados electorales, como resultado de la investigación que dirige el fiscal especial Jack Smith, responsable también de la de los documentos clasificados que Trump se llevó a su residencia de Mar-a-Lago.
En el pliego de cargos de Georgia Trump puede estar acompañado por una veintena de acusados. Los hechos se remontan al periodo comprendido entre noviembre de 2020 y principios de enero de 2021, cuando por indicación del entonces presidente en funciones personas de su círculo, incluido su exabogado personal Rudy Giuliani, maniobraron para dar la vuelta al marcador electoral en ese Estado, en el que ganó Joe Biden por una escasa diferencia de votos. Giuliani admitió recientemente que había mentido sobre la praxis de dos funcionarios electorales al afirmar que había habido un fraude.
Los dos testigos citados a declarar el martes son Geoff Duncan, ex vicegobernador de Georgia, un republicano que ha criticado las falsas teorías conspirativas de Trump acerca de un fraude electoral en 2020, y un periodista independiente, George Chidi. Ambos confirmaron este sábado que han recibido instrucciones para comparecer el martes en Atlanta. “Sin duda alguna responderé a cualquier pregunta que me planteen”, aseguró Duncan. Como él, la plana mayor de ese Estado, en manos de los republicanos, rechazó las peticiones de Trump e incluso George Kemp, el gobernador, revalidó incluso su mandato en las elecciones de medio mandato tras negarse a hacer trampas y ser uno de los críticos más conspicuos del delirio electoral de Trump.
La principal prueba de la causa es la grabación de la llamada que Trump hizo el 2 de enero de 2021 al secretario de Estado de Georgia, el también republicano Brad Raffensperger. “Solo quiero encontrar 11.780 votos”, uno más que los cosechados por Biden en ese Estado, se oye pedir a Trump en el audio. El aún presidente de EE UU en funciones ―Biden tomó posesión el 20 de enero― reprendió a Raffensperger, trató de adularlo, le suplicó que actuara y lo amenazó con vagas consecuencias penales si se negaba a actuar. Pero el secretario de Estado rechazó la petición de Trump y le explicó que se basaba en teorías conspiratorias desmentidas. Raffensperger dejó claro al magnate que la victoria de Biden en Georgia por un margen de 11.779 votos había sido legítima. “Los datos que usted maneja son incorrectos”, replicó a Trump.
Además de la llamada telefónica a Raffensperger, Willis ha examinado una violación de las máquinas electorales en un condado rural y un complot para utilizar electores falsos en un intento de captar los votos de ese Estado bisagra -determinante para el resultado electoral nacional- para derrotar a Biden. El periodista Chidi escribió sobre una reunión secreta de esos electores fraudulentos en el Capitolio del Estado en diciembre de 2020, y por eso ha sido llamado a declarar.
Coronado en Iowa
Como ha venido haciendo en las imputaciones previas, y por extensión en cada causa contra él, Trump acusa a la justicia de una persecución política instigada por la Administración de Joe Biden. En un post en su red social, Truth Social, publicado este sábado, el expresidente volvió a calificar la investigación de Georgia de “caza de brujas”.
El grave frente judicial que tiene ante sí -las tres acusaciones formuladas y la previsible cuarta son por la vía penal, lo que implica condenas de cárcel si fuera hallado culpable- no impide que el exmandatario se corone sondeo tras sondeo como el candidato favorito para la nominación republicana a la Casa Blanca en 2024. Este sábado se ha dado un baño de masas en Iowa, el Estado en el que arrancarán las primarias en enero. En la Feria Estatal de Iowa, un evento mitad campestre mitad político, con barbacoas y asados de cerdo y toda la parafernalia de banderines y escarapelas, Trump desbancó a sus rivales Ron DeSantis -al que saca 34 puntos de ventaja- y Vivek Ramaswamy, que solo lograron atraer la atención de unos pocos cientos de partidarios. La llegada de la caravana de Trump, entre una nube de agentes del servicio secreto, fue la puesta en escena de su liderazgo. En la romería de Des Moines también participó la candidata Nikki Haley, exembajadora de Trump ante la ONU. La feria es una cita política ineludible para los aspirantes a ganar en ese Estado del Medio Oeste.
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