“Nunca he estado en la derecha ni hablo con el expresidente Uribe”

Rodrigo Lara Sánchez, fórmula vicepresidencial de Fico Gutiérrez, señala las diferencias con el candidato que apoya en temas como el glifosato o el aborto

Rodrigo Lara Sánchez, fórmula vicepresidencial de 'Fico' Gutiérrez, este miércoles, en Bogotá.Camilo Rozo

Rodrigo Lara Sánchez vio a su papá por televisión más veces que en persona. Su padre, del que solo logró su apellido cuando este ya había muerto y gracias una prueba de ADN, fue un destacado ministro de Justicia colombiano acribillado en 1984 por sicarios bajo las órdenes de Pablo Escobar. Lara Sánchez (51 años, Neiva, Huila) era casi un desconocido hasta el pasado 26 de marzo, cuando fue elegido la fórmula vicepresidencial de Federico Fico Gutiérrez, el seg...

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Rodrigo Lara Sánchez vio a su papá por televisión más veces que en persona. Su padre, del que solo logró su apellido cuando este ya había muerto y gracias una prueba de ADN, fue un destacado ministro de Justicia colombiano acribillado en 1984 por sicarios bajo las órdenes de Pablo Escobar. Lara Sánchez (51 años, Neiva, Huila) era casi un desconocido hasta el pasado 26 de marzo, cuando fue elegido la fórmula vicepresidencial de Federico Fico Gutiérrez, el segundo en las encuestas en la contienda electoral para llegar a la Casa de Nariño. Desde entonces, ha sido presentado como “el hijo de”, pero él prefiere que Colombia lo reconozca como el exalcalde de Neiva, una ciudad pequeña en el sur del país que dirigió, sin escándalos, entre los años 2016 y 2019, y que culminó sin investigaciones en su contra. “Un político que salga con la conciencia tranquila de su cargo y con las manos limpias, tristemente no se ve tanto en Colombia”, dice.

Lara Sánchez, a pesar de acompañar al candidato de la derecha, asegura que no se siente parte de esa corriente política. “Nunca he estado en la derecha, ni he pertenecido a la derecha, ni hablo con el expresidente [Álvaro] Uribe”, advierte. Sus opiniones en temas como el aborto o el uso del glifosato son opuestas a las de su compañero en este camino hacia las presidenciales. “Fico y yo no somos iguales, no compartimos las mismas ideas en todo”, asegura la tarde de este miércoles. Ha llegado de una jornada maratónica y se alista para otra. No ha parado. “Es agotador, pero gratificante”. Dice que esta campaña, la primera en la que se mide en todo el país, es muy diferente a la única que ha vivido, cuando se lanzó y ganó la jefatura de su ciudad.

Pregunta. El único cargo político que ha ejercido, el de alcalde, fue como representante de un partido de centroizquierda, ¿cómo llega a ser la fórmula del candidato que representa a la derecha de Colombia?

Respuesta. Fico y yo tenemos una amistad de hace unos seis años, desde que ambos fuimos elegidos alcaldes. Él de Medellín, y yo, de Neiva. Siempre tuvimos una relación cercana, compartíamos las mismas preocupaciones y la misma idea de que el país tiene que construirse desde las regiones y no desde el centralismo que nos tocó vivir como mandatarios de dos ciudades que no eran la capital, donde se ha concentrado el poder históricamente. Después de la consulta [las primarias en las que Federico Gutiérrrez fue elegido el candidato de la derecha], le ofrecí mi apoyo: “¿Qué puedo hacer desde aquí para ayudar?”

P. Su elección fue una sorpresa. ¿Para usted también?

R. También. Yo estaba enfocado en mi trabajo como médico, como profesor universitario. Para nada me imaginaba esto. Desde que dejé la alcaldía [en 2019] me había alejado totalmente de la política. Unos días después de la consulta me dijo que quería que trabajara en su campaña, pero a su lado, que lo acompañara como su fórmula. Ahí decidí colgar la bata y dejar el bisturí para empezar a recorrer el país.

P. Fico es el candidato que representa a la derecha, usted no ha hecho política desde ese espectro.

R. Nunca he estado en la derecha, ni he pertenecido a la derecha, ni hablo con el expresidente [Álvaro] Uribe, ni recibo órdenes de nadie.

P. En 2018 usted apoyó a Sergio Fajardo, que este año vuelve a ser candidato. ¿Qué le hizo cambiar de posición?

R. Colombia está viviendo un momento donde hay un modelo que podría llevar al país a un salto al vacío. Y hay otro, el nuestro, que busca incluir, unir a todos los sectores, sin importar el color, sin distinciones, donde podamos encontrarnos todos. Creo que la propuesta de Fico es la que necesitamos si queremos rescatar a las regiones que han estado olvidadas. El país no está para polarizaciones.

El político colombiano, Rodrigo Lara Sánchez.Camilo Rozo

P. Cuando habla de un modelo que podría llevar al “país a un salto al vacío” se refiere al de Gustavo Petro, pero qué dice de que su candidatura sea vista como la del continuismo de lo que ha sido este país desde hace 20 años.

R. Es algo de lo que nosotros somos conscientes. Los jóvenes que salieron a protestar salieron a llamar la atención de la sociedad para que sean escuchados porque llevan mucho tiempo siendo ignorados. La falta de oportunidades es un clamor cierto y verdadero, pero no todo se ha hecho mal. Vamos a cambiar lo que sea necesario, por ejemplo vamos a darle el espacio que merece a las regiones en un diálogo donde quepamos todos. Hay muchas deficiencias en el sistema de salud, en la educación, en la lucha contra la corrupción. Vamos a hacer un alto en el camino para hablar de aquí en adelante y no como se ha hecho siempre, con un retrovisor viendo hacia atrás y justificando las incapacidades en los errores del pasado.

P. El proyecto de país que ustedes plantean se fundamenta en dos palabras: oportunidades y orden. Cuando se habla de orden, muchos recuerdan la alcaldía de Gutiérrez en Medellín con alta presencia militar.

R. No, no, no, acá nos referimos a fortalecer la institucionalidad. En este país nos han enseñado a juzgar no a las personas sino a las instituciones. Por ejemplo, el año pasado se cometieron abusos de parte de la policía, pero son temas individuales. Aquí hay que buscar cómo logramos que nuestra policía mejore y se forme en derechos humanos, principalmente en el derecho a la vida. El Estado debe generar confianza en los ciudadanos, a través de la justicia, de la policía, de los políticos. Acá no confiamos en nadie y eso genera desazón, una pérdida de credibilidad de todas las instituciones que termina llevando al poder a gobiernos populistas.

P. Usted es médico, sabe de los efectos que tiene para los campesinos que viven en zonas donde hay cultivos ilícitos el uso del glifosato, ¿qué opina de que Fico esté a favor?

R. Aquí hay algo importante que aclarar y es que él y yo no somos iguales. Hay temas en los que tenemos diferencias y uno de eso es el del glifosato. El problema de los cultivos ilícitos tiene que ser enfocado desde otra perspectiva. Antes de pensar en fumigar hay que atender a las comunidades, generar proyectos para reemplazar esos cultivos por otros que sean productivos, que haya opciones antes que la coca, como el café, el plátano, la yuca. Necesitamos el acompañamiento de la comunidad internacional, necesitamos recursos que lleguen para apoyar este tipo de proyectos, pero no por unos meses, debe ser un acompañamiento permanente. No estoy de acuerdo con el uso del glifosato porque creo que la aspersión ha demostrado que tiene problemas, sobre todo tiene efectos negativos en la naturaleza.

P. ¿Cuál es su posición como médico y ahora candidato a la vicepresidencia sobre el aborto?

R. Yo soy católico. Nunca he practicado uno y nunca lo haría. Ese es mi punto de vista personal, pero es un tema que debe ser visto como un asunto de salud pública y no como se ha intentado mostrar desde algunos sectores, como si fuera una puerta para que sea usado como método anticonceptivo. Muchas mujeres mueren en los hospitales por abortos mal practicados porque el sistema no ofrece garantías y, como Estado, tenemos que ser garantes de la salud y el bienestar de todos los ciudadanos.

P. Francia Márquez y Luis Gilberto Murillo, las fórmulas de Gustavo Petro y de Sergio Fajardo, representan a los afrocolombianos, que han sido marginados históricamente, ¿a quiénes representa usted?

R. A las regiones. Yo vengo de una ciudad con una pobreza por encima de la media nacional, con altísimos niveles de desempleo.

P. Usted no solamente lleva el nombre y el apellido de un personaje con mucho peso en la historia del país, Rodrigo Lara. Físicamente también es muy parecido a su padre, ¿cómo se vive esto en campaña?

R. La gente puede pensar que todo me lo han dado, que todo ha sido regalado, pero a él solo lo vi dos o tres veces. Aquí estoy porque he hecho una carrera política. Fui un alcalde con buenos resultados, salí de la alcaldía con la conciencia tranquila y un político que salga con la conciencia tranquila y con las manos limpias, pues tristemente no se ve tanto en Colombia. No crecí con mi papá, pero llevo con respeto y admiración su lucha.

P. Su papá fue víctima de la violencia de este país. Luchaba contra el narcotráfico y fue asesinado por el narcotráfico, ¿cuál será su apuesta si llegan al Gobierno para lograr un país en paz?

R. Vamos a continuar con la implementación de los acuerdos de paz, pero vamos a exigir el cumplimiento de todas las partes. Hay que trabajar por las víctimas, que se restablezcan sus derechos, que tengamos derecho a la verdad. Sería absurdo echar para atrás lo que ya se logró avanzar con los excombatientes. La paz no llega solamente por un acuerdo, ese fue solo el inicio. La paz tiene que llegar al campesino con mejores vías, con atención en salud. El Estado tiene que hacer presencia en todo el país.

P. ¿Está de acuerdo con retomar las relaciones diplomáticas con Venezuela?

R. Hay dos millones de migrantes en Colombia. Por supuesto que hay que hablar con el Gobierno de Venezuela, sobre todo por este aspecto. Es crucial la atención humanitaria para estos millones de venezolanos que hoy están en Colombia en busca de oportunidades.

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