Al menos diez disidentes de FARC mueren en enfrentamientos con militares en Colombia

Cerca de 300 soldados participaron en los combates en el departamento de Cauca

Un miembro de las FARC en una imagen de 2016 en Miranda, Colombia.getty

Al menos 10 disidentes de las ya extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han muerto en combates con el Ejército de Colombia en el departamento de Cauca, en el suroeste del país, según han informado fuentes castrenses.

El comandante de la Tercera División del Ejército, Jhon Rojas, ha informado de que al menos 10 miembros de la estructura Carlos Patiño de las FARC han fallecido tras horas de “intensos combates” en el Cañón de Micay. Los choques han durado varias hor...

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Al menos 10 disidentes de las ya extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han muerto en combates con el Ejército de Colombia en el departamento de Cauca, en el suroeste del país, según han informado fuentes castrenses.

El comandante de la Tercera División del Ejército, Jhon Rojas, ha informado de que al menos 10 miembros de la estructura Carlos Patiño de las FARC han fallecido tras horas de “intensos combates” en el Cañón de Micay. Los choques han durado varias horas y han contado con la intervención de cerca de 300 soldados.

Rojas ha agregado que en los enfrentamientos también participaron miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque no ha informado de bajas de esa guerrilla.

El oficial ha detallado que han sido desplegados cuatro pelotones en la zona para iniciar “operaciones en profundidad con el fin de derrotar a las estructuras dedicadas al narcotráfico”.

El Cauca es uno de los departamentos con más hectáreas (16.544) de hoja de coca sembradas, según Naciones Unidas. Narcotraficantes, disidencias de las FARC y el ELN se disputan varias regiones para dedicarlo a cultivos ilícitos de coca y marihuana, así como a la minería ilegal, en una zona que también es un corredor clave para el movimiento de mercancías ilegales.

El ministro de Defensa, Diego Molano, había lamentado que la región se había convertido en “un sitio de rentas criminales” y “un enclave de narcotráfico, donde “los campesinos protegen los cultivos y la guerrilla presiona a los ciudadanos”. Molano ha anunciado este jueves que se ha capturado Colacho, cabecilla de disidencias de las FARC E-37, quien “sembraba terror en el municipio de Barranco de Loba y era de los más buscados del cartel del sur de Bolívar”, y está acusado de homicidio agravado y desplazamiento forzado, entre otros delitos.

Pese a que el grueso de las FARC se desarmó tras el proceso de paz de 2016, unos 13.000 hombres y mujeres, cientos de sus combatientes siguieron operando en regiones apartadas del país. La fundación independiente Indepaz calcula el pie de fuerza de las disidencias en unos 5.200 combatientes, la mayoría (85%) nuevos reclutas. Sin un mando unificado, esas estructuras mantienen vivo el conflicto armado de más de seis décadas en zonas que no fueron ocupadas por el Estado tras el histórico pacto. Molano estima que los principales cabecillas pretenden ampliar sus filas a 8.000 integrantes mediante el reclutamiento forzado. El ELN, última guerrilla reconocida del país, tiene unos 2.450 combatientes, según ese mismo instituto.

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