El Departamento de Justicia declinó investigar a la secretaria de Transporte en los últimos días de Trump

Un informe de la inspección revela que Elaine Chao, esposa del poderoso senador republicano Mitch McConnell, usó su cargo para beneficio propio y de los negocios familiares

Washington -
Elaine Chao, entonces secretaria de Transporte, junto a Donald Trump, en una reunión en 2017.Olivier Douliery / POOL (EFE)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos rehusó el pasado diciembre abrir una investigación criminal contra la secretaria de Transporte, Elaine Chao, a pesar de recibir un informe del inspector general de la institución, en el que recogía detalladas acusaciones de uso impropio de su cargo y su oficina. La decisión de Justicia salió a relucir esta semana al publicarse un informe del inspector, en el que explica algunas de las accio...

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos rehusó el pasado diciembre abrir una investigación criminal contra la secretaria de Transporte, Elaine Chao, a pesar de recibir un informe del inspector general de la institución, en el que recogía detalladas acusaciones de uso impropio de su cargo y su oficina. La decisión de Justicia salió a relucir esta semana al publicarse un informe del inspector, en el que explica algunas de las acciones atribuidas a Chao para provecho personal y para promocionar el negocio de astilleros de su familia, que tiene muchos vínculos con China.

La ejecutiva, que nació en Taipei hace 67 años y fue secretaria de Empleo durante la Administración de George W. Bush, es esposa del senador Mitch McConnell, de 78, líder de los republicanos en el Senado, por mucho tiempo aliado de Trump y, ahora, gran crítico. Chao dimitió el 7 de enero, supuestamente a raíz del asalto al Capitolio.

El informe del inspector general cita asuntos como un viaje oficial a China que había planeado en 2017 acompañada de su padre y su hermana, que dirige precisamente la empresa, Foremost. El tour incluía la visita a ciudades que había recibido ayudas de la empresa de su familia y reuniones con autoridades y directivos de estos lugares. Tras los recelos éticos que despertó en el Departamento, canceló. También alude a muchas gestiones y recados para su familia que la secretaría encargaba al equipo del Departamento, como, por ejemplo, editar la página de Wikipedia del padre, o labores de relaciones públicas y comunicación.

La oficina del inspector general del Departamento de Transporte transmitió estas acusaciones al Departamento de Justicia y al fiscal de Estados Unidos del Distrito de Columbia (donde se encuentra la ciudad de Washington) el pasado diciembre, en los últimos compases de la Administración de Donald Trump, para la apertura de una investigación penal. Los responsables, según el informe del inspector, concluyeron que “puede haber problemas éticos o administrativos que solucionar, pero no hay motivo para una investigación criminal”.

Los intereses en China de Chao, que han despertado suspicacias durante toda la Administración republicana, fueron precisamente uno de los asuntos que Donald Trump utilizó hace unos días en su ataque a McConnell. El senador republicano rompió con el expresidente a raíz del asalto al Capitolio y, aunque en el juicio (impeachment) por incitación a la insurrección votó a favor de la exoneración de Trump, le declaró moralmente culpable. El exmandatario señaló en un comunicado el pasado 16 de febrero que McConnell no hacía “nada” ante la amenaza económica y militar que significa China debido a los “importantes negocios” de su familia en el gigante asiático.

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