La crisis interna de varios países complica el relevo de la Comisión

Borrell, Timmermans, Vestager y Schinas se perfilan como puntales del nuevo equipo

El presidente saliente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recibe en Bruselas el 23 de julio a su sucesora, Ursula von der Leyen (JOHN THYS / AFP)

La presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, espera desde el 16 de julio el nombramiento de sus futuros comisarios. Pero media docena de países aún no han tomado la decisión, lo que impide a la presidenta iniciar el reparto de carteras en función de los imprescindibles equilibrios políticos, geográficos y de género. Entre los países pendientes figuran dos gigantes como Francia e Italia.

Los remolones disponen de plazo hasta el 26 de agosto para comunicar su elección. Pero al...

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La presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, espera desde el 16 de julio el nombramiento de sus futuros comisarios. Pero media docena de países aún no han tomado la decisión, lo que impide a la presidenta iniciar el reparto de carteras en función de los imprescindibles equilibrios políticos, geográficos y de género. Entre los países pendientes figuran dos gigantes como Francia e Italia.

Los remolones disponen de plazo hasta el 26 de agosto para comunicar su elección. Pero algunos países, como Bélgica, incluso afrontan dificultades para cumplir ese plazo. Y a ello se añade la posibilidad de que la propia Von der Leyen rechace a alguno de los candidatos, lo que reduciría aún más el tiempo del que dispondrán los futuros comisarios para preparar sus temidas audiencias de confirmación ante el Parlamento Europeo.

Las audiencias se iniciarán a finales de septiembre. Y cada aspirante será sometido al escrutinio oral y escrito de la comisión parlamentaria que corresponda a sus responsabilidades. El Parlamento ha endurecido en esta legislatura su control. Y los futuros comisarios necesitarán el apoyo de al menos el 66% de los miembros de la comisión parlamentaria para seguir adelante con el nombramiento. En anteriores legislaturas, bastaba con el consenso mayoritario (más del 50%) para dar el visto bueno. Y aun así, desde 2004 varios candidatos fueron rechazados o forzados a cambiar de cartera ante el aparente desconocimiento de sus futuras competencias.

La pieza más importante que falta es la de París, dado que la persona designada por el presidente francés Emmanuel Macron parece llamada a asumir alguna de las carteras más importantes. Y la más delicada e imprevisible es la de Italia, país que por tamaño y tradición puede reclamar una competencia relevante, aunque dada la situación actual del gobierno de Roma puede deparar alguna desagradable sorpresa para Von der Leyen.

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Bélgica, con gobierno en funciones, es otra de las grandes incógnitas. La designación de comisario suele formar parte de las negociaciones para formar ejecutivo y compensa a alguno de los partidos de la coalición que no han logrado la presidencia del Gobierno. Pero desde las elecciones del 26 de mayo, los contactos para formar gobierno apenas han avanzado y ni siquiera está todavía claro qué partidos acabarán formando coalición. Bélgica es proclive a este tipo de atascos. Y el país lleva más de 20 meses sin cubrir su plaza en la dirección del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por la imposibilidad de llega a un acuerdo sobre el color político del futuro alto cargo.

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Los otros tres países que faltan son Rumania, Portugal y Croacia. Los dos primeros ya han remitido a Von der Leyen dos posibles candidatos, entre los que la alemana puede elegir. En Rumania, sin embargo, la dura batalla entre socialitas (que presiden el Gobierno) y conservadores (que ocupan la presidencia de la República) puede complicar la designación. Croacia, salvo sorpresa mayúscula, tiene difícil aspirar a un cartera importante, por lo que la designación de su candidato es más fácil de encajar en el último momento.

Doble triunvirato

A falta de conocerse la alineación completa, fuentes comunitarias ya vislumbran una Comisión con cinco puntales decisivos, que junto a Von der Leyen (PPE) representarán al tripartito que en el Parlamento permitió la elección de la conservadora alemana.

Los socialistas estarán representados en ese directorio por Josep Borrell, vicepresidente y Alto Representante de Política exterior, y el holandés Frans Timmermans, que previsiblemente seguirá como vicepresidente primero. Borrell será uno de los miembros con una trayectoria política más potente en una Comisión relativamente liviana en comparación con la anterior y que por primera vez en 25 años no estará presidida por un ex primer ministro.

Timmermans cuenta con el aval de cinco años de experiencia en el equipo de Juncker, aunque corre el riesgo de chocar con Von der Leyen dado que el holandés es un frustrado aspirante a la presidencia.

La sintonía con la alemana parece más fácil para la liberal danesa Margrethe Vestager, actual comisaria de Competencia. Vestager será ascendida a vicepresidenta y se perfila también como uno de los pesos pesados de la nueva Comisión. El otro puntal liberal procedería de Francia, donde se espera que el presidente Emmanuel Macron designe a una comisaría de su propia familia política, aunque no se descarta que pueda ampliar el abanico.

Y los populares, además de con la presidenta, contarán en la cúpula con el futuro comisario griego, Margaritis Schinas, portavoz hasta hace unas semanas del presidente Jean-Claude Juncker y con casi 30 años de experiencia en Bruselas.

Los cálculos sobre ese triunvirato doble y paritario pueden estrellarse, sin embargo, contra la decisión final de Von der Leyen, que hasta ahora mantiene la incógnita sobre la futura orientación de la Comisión. Fuentes del organismo comienzan a lamentar la opacidad que rodea al equipo encargado de la transición y la inquietud es patente entre los eurócratas que pueden verse afectados por la reestructuración en ciernes o que aspiran a integrarse en alguno de los gabinetes de los futuros comisarios. “Nadie sabe nada, aparte de los fieles que la presidenta se ha traído de Berlín”, apunta un alto cargo pendiente de relevo.

Hacia una Comisión paritaria

Ursula von der Leyen se comprometió tras su elección como presidenta de la Comisión Europea en tomar el primer ejecutivo comunitario de la historia. Y parece convencida de que lo logrará. “Qué semana tan intensa de encuentros con los nominados para el primer Colegio de comisarios paritario”, tuiteó la presidenta electa el 9 de agosto, cuando solo dos tercios de los 27 países de la UE (Reino Unido no enviará comisario) habían anunciado sus candidatos. El recuento actual arroja, de momento, 12 varones y 9 mujeres (incluida Von der Leyen), lo que parece indicar que la presidente tiene garantías de que entre los seis países pendientes la mayoría van a optar por designar comisarias.

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