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El ‘tsunami Bukele’ toma posesión en El Salvador

El joven mandatario, de 37 años, llega a la presidencia del país centroamericano entre grandes expectativas, tras romper el bipartidismo de Arena y la exguerrilla del FMLN

El nuevo presidente de El Salvador, Nayib Bukele, junto a su esposa, Gabriela, tras ser investido presidente. En vídeo, la toma de posesión.Foto: atlas | Vídeo: REUTERS | ATLAS
Carlos Salinas Maldonado

El grito de “¡sí, se pudo!” resonó entre centenares de personas que en la plaza central de San Salvador celebraban la investidura de Nayib Bukele, el hombre de 37 años que ya ha revolucionado la política de El Salvador al romper con el bipartidismo de la derechista Arena y la exguerrilla del FMLN, y que el sábado tomó posesión entre las expectativas de sus ciudadanos, cansados de la corrupción, la impunidad y la violencia que los agobia.

Fue una ceremonia en la que Bukele —que triunfó en primera vuelta en las elecciones de febrero con el 53,1% de los votos—, mostró su dominio de las cámaras. Sonriente, vestido de traje azul y camisa blanca sin corbata y abierta en el pecho, con guiños a su esposa, el joven político quería mandar el mensaje de que una nueva era se abre en este pequeño país centroamericano. “En primer lugar, quiero saludar a los invitados especiales que nos acompañan hoy. Me refiero a cada uno de los salvadoreños que están aquí. En otras épocas ustedes no habrían podido estar en este evento. Esa fue mi primera decisión como presidente electo, que ustedes estuvieran conmigo en esta plaza”. Palabras que generaron el efecto esperado, con una ovación de la que salían gritos apasionados. Un “¡Nayib, te amo!”, se filtró entre el alboroto, arrancando una sonrisa coqueta del nuevo presidente. “No seré el presidente de un partido político”, afirmó.

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Es la luna de miel que Bukele (San Salvador, 1981) mantiene con los salvadoreños, quienes ven en él a un redentor capaz de acabar con los males que los afectan, en un país que sufrió una cruenta guerra civil que dejó más de 75 000 muertos, ha sido golpeado por desastres naturales, carcomido por la inseguridad generada por la guerra entre pandillas (entre enero y abril se contabilizaron 919 homicidios) y con niveles de miseria que afectan al 25% de su población, según datos del Banco Mundial.

Bukele, de raíces palestinas, ha sabido canalizar la decepción de los salvadoreños tras 30 años de gobiernos incompetentes repartidos entre la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pero ahora que está en la Presidencia tendrá que acometer reformas profundas. Y sabe que eso puede desgastar su imagen. “No va a ser fácil”, advirtió en su discurso de investidura. “Nuestro país es como un niño enfermo. Nos toca ahora a todos tomar la medicina amarga, nos toca ahora a todos sufrir un poco, tener un poco de dolor, asumir nuestra responsabilidad y sí habrá momentos duros, pero tomaremos decisiones con valentía y espero que me acompañen a defender esas decisiones”.

Aunque Bukele —empresario y excalde de San Salvador— ya ha hecho historia en su país al convertirse en el presidente más joven y desafiar al bipartidismo, su agenda administrativa es una gran incógnita: no ha explicado qué medidas tomará para alcanzar su promesa de convertir a El Salvador en un país “vigoroso y pujante”. Se mueve con soltura en las redes sociales, donde cuenta con decenas de miles de seguidores que aplauden sus trinos, videos y fotografías. Es el presidente millennial que ganó unas elecciones sin recorrer el país, atrayendo la atención de los votantes, sobre todo jóvenes, por las redes. Es a través de Twitter donde ha anunciado sus primeras decisiones: la formación de su gabinete, con siete mujeres ministras nombradas hasta ahora, entre ellas la nueva canciller, Alexandra Hill. Las dudas sobre cómo será su gestión, sin embargo, siguen y él no las despejó en su discurso del sábado. “Vamos a invertir en megaproyectos, vamos a pensar en grande y a ejecutar en grande”, dijo. Una hora después, cómo no, acudía nuevamente a Twitter. Publicaba su foto con la banda presidencial y la etiqueta #NewProfilePic. En poco tiempo el trino reunía más de 1 000 retuits. Es la luna de miel de los salvadoreños con Nayib Bukele.

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Sobre la firma

Carlos Salinas Maldonado
Redactor de la edición América del diario EL PAÍS. Durante once años se encargó de la cobertura de Nicaragua, desde Managua. Ahora, en la redacción de Ciudad de México, cubre la actualidad de Centroamérica y temas de educación y medio ambiente.

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