Senadores republicanos acusan al heredero saudí por la muerte de Khashoggi tras reunirse con la CIA

“Si el príncipe se presentase ante un jurado, estaría condenado en 30 minutos", afirma el senador Bob Corker después de recibir información de la directora de la agencia

El senador Lindsey Graham, en el Capitolio en una imagen de noviembre. En el vídeo, declaraciones de Trump sobre el crimen en octubre.Vídeo: EFE / Atlas

Dos pesos pesados del Partido Republicano en el Congreso acusaron este martes al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, de estar detrás del brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi, tras recibir información de primera mano de la directora de la CIA, Gina Haspel. "De presentarse ante un jurado en un tribunal", señaló el senador Bob Corker, Salmán “estaría condenado en 30 minutos”. “Hay que estar ciego”, opinó el senador Lindsey Graham, para no ver que el príncipe saudí “está totalmente involucrado” en el crimen. Estas acusacio...

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Dos pesos pesados del Partido Republicano en el Congreso acusaron este martes al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, de estar detrás del brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi, tras recibir información de primera mano de la directora de la CIA, Gina Haspel. "De presentarse ante un jurado en un tribunal", señaló el senador Bob Corker, Salmán “estaría condenado en 30 minutos”. “Hay que estar ciego”, opinó el senador Lindsey Graham, para no ver que el príncipe saudí “está totalmente involucrado” en el crimen. Estas acusaciones, que no dejan espacio a la duda, muestran una fractura total con la Administración de Donald Trump, que insiste en exculpar a Riad, gran socio económico de Estados Unidos.

Khashoggi, un colaborador de The Washington Post que residía en Virginia, era muy crítico con el régimen saudí. El 2 de octubre acudió al consulado de su país en Estambul para unos trámites relacionados con su futuro matrimonio y nunca salió de allí, al menos con vida. Riad estuvo dando versiones diferentes hasta que tres semanas después admitió que el escritor había muerto en las instalaciones de la legación diplomática a manos de unos agentes que habrían actuado por libre. Sin embargo, las investigaciones de la CIA, cuyas conclusiones fueron difundidas el 17 de noviembre por la prensa estadounidense, apuntaban a que el heredero saudí había ordenado la muerte. Aun así, tanto el presidente de EE UU como el secretario de Estado, Mike Pompeo, insistieron desde entonces en que no había pruebas concluyentes y que no había forma de acusar al régimen.

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La sesión informativa que la directora de la CIA dio a puerta cerrada a un grupo de senadores, sin embargo, ha resultado concluyente para el presidente del Comité de Relaciones Exteriores, el republicano Corker. “Si el príncipe heredero fuese ante un jurado, estaría condenado en 30 minutos. La pregunta es qué hacemos con este asunto”, dijo a los periodistas tras salir de la reunión con Gina Haspel. Lindsey Graham, por su parte, se refirió a la existencia de pruebas inculpatorias sólidas, lo que en la jerga de las investigaciones se llama una “pistola humeante”. “Hay una sierra humeante”, se despachó el legislador republicano. Las investigaciones sobre el caso señalan que Khashoggi fue descuartizado después del asesinato para facilitar la evacuación o desaparición del cadáver. Los restos del periodista no se han encontrado.

La CIA, según publicó la prensa estadounidense, ha determinado que 15 agentes saudíes volaron a Estambul en un avión del Gobierno y mataron al periodista. También apuntan a la involucración de Salmán por una llamada que Khalid bin Salmán, hermano del heredero y embajador saudí en Washington, hizo a Khashoggi instándole a ir a Estambul para llevar a cabo sus gestiones, garantizándole su seguridad.

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