Los ultras de Irán escenifican su desafío a EE UU tras las plegarias

El Gobierno limita su reacción a los bombardeos israelíes para evitar una escalada de la tensión mientras negocia la continuidad del acuerdo nuclear con la UE

Iraníes queman una bandera de EE UU en una protesta este viernes en TeheránAFP

“Mientras tengamos nuestro Corán, Estados Unidos no podrá hacernos nada”, asegura Kazem Ahmadi, un militar de 31 años. Ahmadi, vestido de civil, acude con su hijo pequeño sobre los hombros a la manifestación convocada a la salida del rezo de mediodía de este viernes en Teherán. A su alrededor, el “Muerte a América, Muerte a Israel” suena como un mantra, alentado desde los megáfonos. Pero mientras los sectores más conservadores agitan a sus bases para reivindicar sus políticas, el Gobierno de Irán intenta rebajar la tensión tras los ...

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“Mientras tengamos nuestro Corán, Estados Unidos no podrá hacernos nada”, asegura Kazem Ahmadi, un militar de 31 años. Ahmadi, vestido de civil, acude con su hijo pequeño sobre los hombros a la manifestación convocada a la salida del rezo de mediodía de este viernes en Teherán. A su alrededor, el “Muerte a América, Muerte a Israel” suena como un mantra, alentado desde los megáfonos. Pero mientras los sectores más conservadores agitan a sus bases para reivindicar sus políticas, el Gobierno de Irán intenta rebajar la tensión tras los bombardeos israelíes sobre sus posiciones en Siria.

Siguiendo un guión practicado a lo largo de casi cuatro décadas, los asistentes a la plegaria se han manifestado a la salida en desafío a la decisión del presidente Donald Trump de sacar a EE UU del acuerdo nuclear o Plan de Acción Conjunta (PIAC). “Estamos aquí para decirle que no nos importa”, explicaba Arapur, un ama de casa de 45 años, sin darse cuenta de que la mera protesta ya era prueba del malestar que ha causado esa medida. “Con o sin su presencia, nosotros tenemos que ser independientes”, insistía.

Como la mayoría de las manifestantes, Arapur se cubría con el chador, el sayón negro que prefieren las chiíes piadosas. Con una mano se aseguraba de que no se le moviera, con la otra mantenía una pancarta de apoyo a la revolución de 1979 que daría lugar a la República Islámica. El cartel, como los que a su lado repetían el lema de “Muerte a América, Muerte a Israel”, estaba elaborado de forma profesional e incluso tenía un asidero para poder sujetarlo con comodidad.

“No nos va a afectar en absoluto”, respondía Ahmadi, el militar, al ser preguntado por los efectos económicos. Pero a pesar del tono desafiante de los eslóganes, otros no lo tenían tan claro. “Nadie quiere eso, pero puede pasar”, admitía Ahmed Askari, un técnico de comunicaciones de 54 años. A Mohammad Alipur no le cabe duda de que la economía va a empeorar. Para él, la clave está en Europa. A diferencia de la desconfianza de consigna que repiten otros entrevistados, este funcionario de 65 años, afirma que “si la Unión Europea no se sale del PIAC, no tendremos problemas”.

La manifestación, un par de miles de personas en una ciudad de 12 millones, estaba convocada por el líder de las plegarias, el ayatolá Ahmad Jatamí, sin relación con el expresidente del mismo apellido y uno de los clérigos más reaccionarios de Irán. Durante el sermón previo a la oración, ha aprovechado para avivar el desencanto generalizado que ha causado la decisión de EE UU, un país con el que Irán mantiene una relación de amor-odio, pero no relaciones diplomáticas.

“América no puede hacer una maldita cosa. Siempre han querido derribar al sistema islámico y esta retirada [del pacto] tiene el mismo objetivo”, ha asegurado Jatamí haciéndose eco de una convicción muy extendida entre los más conservadores. “El líder supremo ya advirtió que EE UU no era de fiar y no le hicieron caso”, ha señalado antes de añadir que tampoco se puede confiar en los europeos.

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Sus palabras repetían las ideas que ya expresó la máxima autoridad política y religiosa de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, el pasado miércoles. “Vamos a expandir nuestras capacidades misilísticas a pesar de la presión occidental, para que Israel sepa que si actúa a lo loco, Tel Aviv y Haifa serán completamente destruidas”, ha dicho para regocijo de los presentes que se han lanzado a corear “Muerte a Israel”

Sin embargo, el Gobierno parecía querer rebajar la tensión con ese país después de que la víspera bombardeara posiciones sus fuerzas en Siria. El portavoz de Exteriores, Bahram Ghasemi, ha negado que Irán tuviera algo que ver con los misiles lanzados contra puestos del Ejército israelí en los Altos del Golán y ha acusado a Israel de realizar “acusaciones falsas e infundadas” para justificar sus ataques. A Teherán le interesa evitar una escalada que pueda dañar sus relaciones con Europa justo cuando ésta intenta salvar el acuerdo nuclear.

Mientras, el jefe de la diplomacia iraní y uno de los artífices del PIAC, Mohammad Javad Zarif, ha anunciado que inicia mañana una gira para intentar salvar ese pacto. Zarif viajará primero a China y Rusia, antes de reunirse en Bruselas con sus homólogos del Reino Unido, Francia y Alemania, todos los cuales han expresado su voluntad de mantener sus compromisos incluso tras la salida de Washington.

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