Maduro celebra el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con España

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró este miércoles el anuncio hecho por su Gobierno y el de España para restablecer sus relaciones diplomáticas y el regreso de sus embajadores "sobre la base del respeto, del diálogo" y de la comunicación.

"Hemos anunciado (la decisión de) restablecer las relaciones, normalizarlas, sobre la base del respeto, del diálogo, de la comunicación, de la vía diplomática", afirmó el mandatario venezolano en una transmisión por Facebook, en la que también indicó que el embajador español, Jesús Silva, es "bienvenido con las dos manos".

"Lo recibimos con afecto", dijo el jefe de Estado venezolano, que hace una semana se había mostrado de acuerdo con la vuelta de los embajadores. "Ojalá las relaciones mejoren, así debe ser", agregó al tiempo que anunció que su embajador Mario Isea viajará a Madrid.

Maduro aseguró también que siente especial afecto y admiración por la nación europea y por el pueblo español, por lo que hizo votos porque en esta ocasión se puedan estrechar los lazos de cooperación, no solo con España sino también con la Unión Europea.

La primera dama venezolana, Cilia Flores, "es testigo de la admiración que tengo por la cultura española, por el pueblo español a pesar de la mala propaganda y la campaña permanente que hacen en mi contra y (en contra) de la revolución bolivariana", dijo.

En un comunicado conjunto, los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España y de Exteriores de Venezuela anunciaron el inicio del "proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas en beneficio de sus ciudadanos, que están unidos por estrechos vínculos que deben preservarse".

En enero pasado, las relaciones entre España y Venezuela se enturbiaron a raíz de las sanciones acordadas por la Unión Europea contra siete altos funcionarios venezolanos.

El 25 de ese mes el Gobierno venezolano declaró persona no grata al embajador español en Caracas, Jesús Silva, por las "continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia" del Gobierno de España en los asuntos de Venezuela, y le dio un plazo de 72 horas para abandonar el país. Al día siguiente el Ejecutivo español hizo lo mismo con el embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea.