Un confusión química arruina el campo donde juega la selección argentina

La voz de alerta la dio el propio Marcelo Gallardo en rueda de prensa luego de que River perdiera con Huracán el pasado domingo: el césped del estadio Monumental “no está bien. Veremos cómo se va recuperando, esperemos que esté un poquito mejor en la semana”. El regreso de la Superliga argentina luego del receso veraniego le pone a River un compromiso que, en los papeles, parece accesible. Es el del próximo sábado, ante el humilde Olimpo de Bahía Blanca y en casa. Sin embargo, ...

La voz de alerta la dio el propio Marcelo Gallardo en rueda de prensa luego de que River perdiera con Huracán el pasado domingo: el césped del estadio Monumental “no está bien. Veremos cómo se va recuperando, esperemos que esté un poquito mejor en la semana”. El regreso de la Superliga argentina luego del receso veraniego le pone a River un compromiso que, en los papeles, parece accesible. Es el del próximo sábado, ante el humilde Olimpo de Bahía Blanca y en casa. Sin embargo, el verde césped en este caso es amarillo, producto de una confusión en el manejo de los químicos que se usan para su mantenimiento.

“Lo que ocurrió fue similar a un knock out a un paciente que estaba en terapia intermedia a intensiva”, describió a EL PAÍS un allegado a River especializado en agronomía. Lo que ocurrió fue tan sólo un gaje del oficio, aunque el daño generado lo convierte más bien en un enorme gaffe del oficio. El responsable principal del campo de juego usado por River y también por la selección argentina está de vacaciones y su reemplazo confundió los bidones de fungicida por un herbicida total, un químico que tiene un tiempo de activación, aunque ese error no fue advertido hasta mediados de la semana pasada. Fue en ese momento en que se enteró Gallardo, quien puso el grito en el cielo, sobre todo, porque su equipo no puede darse el gusto de regalar más puntos en una liga que lo tiene a 18 unidades de la cima, controlada desde hace un año por Boca Juniors, su eterno rival.

“Me preocupa el estado porque nosotros intentamos jugar a algo que si no tenemos el beneficio de tener un buen campo siempre vamos a tratar de tener que cambiar más allá de la buena iniciativa que tengamos. Hay algunos equipos que no necesitan jugar con la pelota pero nosotros somos un equipo que sí lo hace, entonces necesitamos tener un buen terreno de juego", agregó el entrenador.

Para el especialista en pastos, “el campo va a estar en seis puntos sobre diez” el próximo sábado, cuando River reciba a Olimpo por la 14ª jornada de la Superliga. “Para el juego estará en siete u ocho puntos. Se va a notar estéticamente sobre todo desde arriba y se está haciendo un esfuerzo titánico para recuperarlo, pero hay cuestiones biológicas que no se puede hacer más que aquello que permite la naturaleza. Para el otro partido de local estará mucho mejor”, agregó la fuente. Lo cierto es que la noticia ha sido la comidilla de los medios locales, que se mofaron del error y han ridiculizado la imagen del club.

Desde los propios pasillos del club lo señalan como “un error gravísimo” y advierten que si el error se hubiese dado “en una dosis más alta, estaríamos hablando de reconstruir totalmente la cancha”. Aunque la culpa no es toda de los cancheros. El repentino comienzo de la liga, que en años anteriores recién retoma a mediados de febrero, y los dos recitales que brindó el folclorista Abel Pintos en diciembre pasado perjudicaron aún más un campo que venía recuperándose de una contaminación histórica. En suma, el club ha permitido el uso del campo de juego para que su principal patrocinador organice un partido entre sus clientes, por lo que el campo tuvo poco más de un mes para recuperarse. Claro que todo esto quedará bajo tierra si el próximo sábado el equipo gana, golea y gusta.