La policía argentina mata de un tiro a un mapuche y eleva la tensión
El conflicto ya se cobró la vida de Santiago Maldonado, que murió ahogado en un operativo
La escalada de tensión entre la policía argentina y los mapuches que ocupan tierras en la Patagonia se agravó con otro muerto. Pero esta vez no es una persona ahogada en medio de un operativo de represión, como sucedió con Santiago Maldonado, desaparecido durante casi tres meses hasta que fue hallado en el río Chubut. Ahora es un mapuche muerto por un disparo directo de los agentes de Prefectura, que aseguran que antes habían sufrido disparos del grupo al que pertenecía el fallecido. La policía hirió a tres mapuches con disparos. Uno de ellos falleció porque la bala le afectó a órganos vitales. Los otros dos están heridos pero su vida no corre peligro.
El tiroteo se produjo en el Lago Mascardi, cerca de Bariloche, a poca distancia del punto central del conflicto mapuche, la estancia de Benetton que ha ocupado desde hace dos años el grupo liderado por Facundo Jones Huala. Casi cada semana se producen pequeñas ocupaciones de tierras en la zona y también hay algunos desalojos y tensiones con la policía, pero hasta ahora no se había llegado al nivel de tener encima de la mesa un muerto a manos de la policía.
Los agentes aseguran que ellos respondieron a disparos de los mapuches, pero a falta de una investigación detallada, lo que se sabe es que los únicos heridos son los tres miembros del este pueblo originario argentino, que reivindica toda esta zona de la Patagonia como su territorio natural hasta que fueron expulsados a finales del siglo XIX en la llamada conquista del desierto.
Los mapuches heridos y otros compañeros trataban de defender una ocupación de tierras en una zona que pertenece a Parques Nacionales, esta vez no se trata de un propietario privado multimillonario como Benetton. En el caso de estas tierras a 35 kilómetros de Bariloche, fueron ocupadas recientemente y un juez ordenó desalojarlas el jueves. 300 agentes echaron de allí a los mapuches pero había quedado un pequeño grupo de resistentes que fueron los que se enfrentaron a la Prefectura.
La muerte de este mapuche llega en un momento especial, cuando se produce el velatorio de Santiago Maldonado, finalmente enterrado por su familia después de una larga autopsia que certificó que había muerto por hipotermia y ahogamiento, esto es que no fue secuestrado por la Gendarmería como los mapuches y la familia creyeron en un principio. Este dato fue un alivio para el Gobierno de Mauricio Macri, que vivió una crisis grave con el caso Maldonado. Sin embargo, el hecho de que según los peritos no muriera a manos de un gendarme no despeja el hecho de que falleció en medio de un operativo de represión contra los mapuches, por lo que todos los ojos estaban puestos sobre la actuación de la policía en esta zona.
La muerte de un miembro de este pueblo originario, el más activo en la reivindicación de su territorio y el más violento, recrudece el conflicto. Este tipo de situaciones se habían dado en Chile, donde los enfrentamientos con grupos mapuches son frecuentes y muy violentos, pero hasta ahora no sucedía en Argentina.
El caso de los mapuches adquirió relevancia internacional por su conflicto con Benetton pero en Argentina siempre se había tratado como un asunto menor. La muerte de Maldonado lo colocó en el primer plano. Este hombre muerto por disparos de la policía lo sitúa como un asunto prioritario en la política argentina.
El grupo liderado por Jones Huala reacciona con violencia a los intentos de desalojo, pero hasta ahora lo había hecho con piedrazos, sin armas de fuego. La policía insiste en que respondió a disparos, pero si no logra probar que fue así, el escándalo se extenderá en Argentina, un país donde las causas de los pueblos originarios no tienen un apoyo masivo pero ahora sí cuentan con el respaldo de una parte de la oposición a Macri, en especial el kirchnerismo.
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