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Los partidos politizan la ayuda para las víctimas del terremoto

El PRI renuncia a 14 millones de dólares de dinero público y reta a la oposición a hacer lo mismo

Luis Pablo Beauregard
Enrique Ochoa, presidente del PRI, en el anuncio en la Cámara de Diputados.
Enrique Ochoa, presidente del PRI, en el anuncio en la Cámara de Diputados. Saúl López (Cuartoscuro)

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) anunció este lunes que donará 258 millones de pesos (14 millones de dólares) de dinero público que le corresponden de financiamiento para lo que resta de 2017. Enrique Ochoa, el dirigente del partido, aseguró que el dinero será destinado a los afectados por los terremotos del 7 y 19 de septiembre en el país. “El dinero de los partidos políticos es el dinero del pueblo de México. Y el pueblo de México está demandando que el dinero se destine de manera directa e inmediata, sin burocratismos, al apoyo en la reconstrucción y de las familias”, aseguró en la Cámara de Diputados.

El anuncio de Ochoa ha sido el más reciente en una serie de pujas que los partidos políticos han ofrecido para ayudar a las víctimas de los seísmos. Cobijado por los legisladores del tricolor, el presidente del PRI, que gobierna el país, hizo un emplazamiento a la oposición. “Invitamos de manera respetuosa al resto de partidos a que lleven a cabo la misma acción”, dijo Ochoa.

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El dirigente del PRI calculó que todos los partidos podrían reunir casi 1.000 millones de pesos de ayuda, casi 56 millones de dólares, si renuncian al financiamiento otorgado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para este año. Los cálculos de Ochoa consideran que el Partido Acción Nacional (PAN) debería dar la espalda a 190 millones de pesos, unos 10.6 millones de dólares; el partido de la Revolución Democrática (PRD) a 113 millones, (6.3 millones de dólares).

La propuesta de Ochoa no carece de malicia. El PRI, como el resto de partidos, tiene en la mira las elecciones de 2018. En julio del próximo año las 32 entidades acudirán a las urnas para elegir a un nuevo presidente y más de 3.000 cargos públicos.

El líder de los sondeos presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fue el primero en comprometer el dinero público de su partido a la ayuda de las víctimas. El líder de Morena anunció este fin de semana, en un Consejo extraordinario, un fideicomiso. “La propuesta consiste en destinar el 50% del posible gasto de campaña de 2018 para apoyar a damnificados”. López Obrador calcula que su organización recaudará y donará directamente 103 millones de pesos (5.7 millones de dólares).

Ochoa, sin embargo, dijo que en esa promesa se oculta un engaño. “El dirigente López Obrador quiere apoyar a la población, pero lo hace de manera tramposa. Su apoyo llegaría hasta las campañas de 2018, en unos seis meses. La ayuda se necesita hoy”, dijo. El presidente del PRI asegura que para que el donativo sea "legal", los partidos deben renunciar ante el INE a los recursos que les corresponden. Así no se violaría la norma que estipula que ese dinero solo puede usarse con fines políticos.

Al ser rechazado, el dinero iría de vuelta a la Tesorería, donde sería nuevamente etiquetado para apoyar los trabajos de reconstrucción. Morena, sin embargo, ha dicho que evitará reintegrar el dinero a la Hacienda pública. López Obrador ha sugerido que serán los militantes de ese partido quienes lo entregarán de "manera directa" a los damnificados. 

La propuesta del Frente

El Frente conformado por los partidos PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, no se ha quedado atrás en este arrebato de generosidad de los partidos. La alianza opositora criticó el plan del PRI asegurando que éste es insuficiente, pues representa menos del 1% del presupuesto de 2018, y que el partido de Peña Nieto “busca aprovecharse políticamente de la tragedia”.

Los partidos del Frente, en cambio, proponen eliminar el 100% del financiamiento con dinero público a los partidos políticos y suprimir los seguros de gastos médicos, los gastos de telefonía y el pago de gasolina a los altos funcionarios. Por el momento, el PRI ha aceptado el envite y se ha comprometido a elaborar una iniciativa para renunciar al dinero público. El Frente desea que los partidos se financien a través de aportaciones de militantes y simpatizantes. PAN, PRD y MC también proponen eliminar el gasto de publicidad gubernamental. El estira y afloja entre los partidos continúa mientras el resto del país ha difuminado sus divisiones.

El fin del financiamiento a los partidos políticos es un debate que llegó a la opinión pública mientras México se reconstruye a sí mismo. Las primeras peticiones para que los políticos no reciban dinero público se hicieron en las redes sociales horas después del terremoto de la tarde del 19 de septiembre. La propuesta fue bien recibida y tiene un objetivo. Está dirigida a los 6.788 millones de pesos (380 millones de dólares) que la autoridad electoral dará a los partidos para hacer campañas políticas el próximo año. Es la cifra más grande de la historia en un país que vive su peor tragedia en décadas. 

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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