Los ataques a la candidata de López Obrador dominan el primer debate en el Estado de México
Josefina Vázquez Mota, del PAN, acusa a Delfina Gómez de haber desviado dinero en su gestión como alcaldesa de Texcoco
“Vamos súper requete bien en las encuestas”, dijo Delfina Gómez minutos antes de acabar el primer debate entre los aspirantes a gobernar el Estado de México. La candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), abanderada por Andrés Manuel López Obrador para luchar por el poder en el estado más grande del país, mostró con esa frase los más recientes sondeos. El diario Reforma la coloca a la cabeza rumbo a los comicios del 4 de junio. Pisándole los talones está Alfredo del Mazo, el aspirante del PRI, un partido que ha reinado en la entidad ininterrumpidamente desde hace más de 90 años. Este escenario, sin precedentes en la carrera local, hizo que Gómez fuera el objetivo más perseguido y atacado en el encuentro entre los seis contendientes.
“Tienes mucho qué explicar, Delfina, a tus trabajadores”, increpó Josefina Vázquez Mota, del PAN, a la candidata de Morena. La exsecretaria de Desarrollo Social y de Educación en los gobiernos de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) fue la política más agresiva en el debate. Su tercer puesto en los sondeos, lejos de los punteros, no le daba tiempo que perder. Acusó a Gómez de haber quitado el 10% del salario a sus trabajadores cuando era presidenta municipal de Texcoco para entregárselo a un cacique local, Higinio Martínez, quien ha relevado a Gómez en el cargo. “Les robaste 72 quincenas para dárselas a tu jefe político… Esto implica cárcel, de dos a nueve años”, dijo la panista.
El nerviosismo e inexperiencia de Gómez, hija de un albañil que logró sacarla adelante para enviarla a estudiar a la escuela normal, evitaron que la candidata se defendiera firmemente de las acusaciones de Vázquez Mota. “Entiendo que digan mentiras. Yo nada más pido que lo que están presentando lo hagan con pruebas y ante las instancias correspondientes”, reviró la abanderada de la izquierda.
La aspirante del PAN no solo enfiló las baterías contra la puntera de la carrera. También lo hizo contra el aspirante del PRI, Alfredo del Mazo, a quien evitó llamar por su nombre para referirse a él simplemente como “el primo de Peña Nieto” (Del Mazo es primo tercero del presidente de México). Vázquez Mota pidió al priísta explicar sus nexos con las constructoras OHL y Grupo Higa, dos empresas favorecidas con numerosos contratos por el partido tricolor y que han sido sujetas a investigaciones por escándalos de corrupción.
Ninguno de los grandes aspirantes salió sin mancha del primer debate, lleno de acusaciones de corrupción, uno de los tres temas que se tocaron junto a seguridad e impartición de justicia y desarrollo social. La propia Vázquez Mota fue cuestionada por haber recibido 1.000 millones de pesos del Gobierno de Enrique Peña Nieto para apoyar a migrantes mexicanos en el extranjero. Del Mazo, hijo y nieto de exgobernadores del PRI, dijo que la candidata no había podido explicar el destino de los recursos e incluso tuvo la sangre fría de mostrar una fotografía de Vázquez Mota con el exgobernador priísta de Tamaulipas, Tomás Yarrington, que hoy enfrenta un proceso de extradición para ser juzgado por delincuencia organizada en Estados Unidos. “El problema son los gobernadores, los alcaldes y servidores públicos de todos los partidos corruptos que se roban el dinero de la gente. Ese sistema de corrupción se tiene que terminar”.
Óscar González, exalcalde del municipio de Metepec, y candidato del Partido del Trabajo (PT) fue más allá al afirmar que a él no le iba “a temblar la mano” para encarcelar a Enrique Peña Nieto “por todos los saqueos que le ha hecho al Estado de México”.
La seguridad: el otro gran tema
Con 16.8 millones de personas, el Estado de México es el más poblado del país. Su ubicación, colindante con la Ciudad de México, y su magnitud hace que sus indicadores de seguridad sean sorprendentes. “232 mexiquenses son asaltados diariamente en un camión o en las calles… 137 pierden su auto diariamente porque es robado”, dijo como prólogo Óscar González. Vázquez Mota afirmó que 40.000 empresas se han ido de la entidad por las pobres condiciones de inseguridad. Una encuesta de 2016 reveló que el 79,2% de los habitantes de Toluca, la capital del Estado, se sentían inseguros. El Estado es el que más inseguro se siente en todo el país a causa de tres delitos: asalto, extorsión y fraude.
Las promesas siguieron a estos antecedentes. Vázquez Mota prometió depurar la policía estatal. González dijo que pondría a vigilar las calles a los 38.000 policías que hoy vigilan tiendas y empresas. Juan Zepeda, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), presumió su gestión como alcalde de Ciudad Nezahualcóyotl, donde dijo haber reducido 63% los delitos. “En dos años vamos a lograr reducir 30% los índices delictivos en todo el Estado de México. Y en cuatro años esa reducción va a rondar el 50%”.
Alfredo del Mazo también prometió depurar la policía, construir dos nuevos centros de mando, uno en Naucalpan y otro en la zona oriente, e instalar cámaras de video y botones de pánico en el transporte público. Delfina Gómez desestimó esta idea señalando que el actual gobernador, Eruviel Ávila, invirtió 7.000 millones de pesos en 10.000 cámaras de seguridad. “¿Funcionó, mejoró la seguridad? Claro que no”. La candidata de Morena prometió restaurar el tejido social con programas de cultura y deportes.
Los partidos deberán acordar una nueva fecha para el segundo y último debate entre los candidatos antes del 4 de junio. En los próximos días se verá si las acusaciones vertidas en este primer encuentro crecen o mueren en el ritmo de la campaña, que hasta el momento ha sido marcada por el relevo presidencial de 2018. Pero para las presidenciales hay que pasar antes la aduana del Estado de México. Hay mucho en juego.
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