La movilización a su favor logra que Mauricio Macri se recupere por primera vez en meses en las encuestas
Dos sondeos realizados en abril detectan subas de entre 1,5 y 6 puntos en la popularidad del presidente argentino
Mauricio Macri ha logrado revertir un inicio de año complicado. Tras dos descensos consecutivos en su nivel de popularidad durante febrero y marzo, sondeos realizados a principios de abril registraron subidas de entre 1,5 y 6 puntos en su imagen positiva. El punto de inflexión se produjo el 1 de abril, cuando decenas de miles de personas marcharon hacia la Plaza de Mayo, escenario de las grandes manifestaciones políticas en Argentina, para respaldar al presidente Macri. Sus seguidores respondieron así a un mes de alta conflictividad callejera, con multitudinarias marchas sindicales opositoras y la conmemoración de los 41 años del golpe militar, efemérides que se convirtió en una protesta contra el Gobierno. La subida en los sondeos mejoró el posicionamiento de Macri de cara a las elecciones legislativas de medio término convocadas para octubre, cuando el oficialismo jugará su carta política más importante.
La marcha del 1 de abril marcó un antes y un después para Macri. Ante la presión opositora, el presidente decidió endurecer su discurso. Cargó contra el kirchnerismo, a quien ubicó detrás de las marchas sindicales en su contra, ordenó desalojar los cortes de calle que cada día convierten en un infierno de tránsito a la ciudad de Buenos Aires y, sobre todo, decidió no ceder ante los docentes que desde principios de marzo exigen con huelgas y manifestaciones un aumento de salarios. La estrategia le ha dado resultados, según dos sondeos realizados por Poliarquía y Management&Fit. Según la primera consultora, la gestión de Macri recupero seis puntos, hasta alcanzar el 53% de aprobación. La segunda es menos optimista en la recuperación, pero coincide con la primera en que, al menos, la imagen de Macri dejó de caer. Así pasó del 40,2 % a 41,6% entre marzo y abril, casi un punto y medio más, aunque aún su nivel de desaprobación está por encima, con el 43,9%. “Venia muy estable cayendo y con tendencia a caer y ahora frenó la caída”, dice Mariel Fornoni, socia directora de Management&Fit.
La pregunta es si el presidente podrá mantener esa tendencia o si la subida fue solo pasajera, producto del miedo que produjo en los votantes de Macri la radicalización de la oposición, sobre todo la kirchnerista. “Dentro del macrismo había desencantados porque no hubo mejoras económicas, pero cuando aparece la huelga la gente se enoja y le vuelve a dar apoyo. Lo cierto es que a Macri lo ayuda que surjan voces que aviven el fuego, porque muchos dicen ‘cierto, antes estábamos peor”. Por eso digo que, en este momento, el mejor aliado del Gobierno es la oposición”, dice Fornori. Tanto ha servido a Macri la radicalización opositora que su imagen ha logrado eludir incluso las bajas expectativas económicas de los argentinos. Según Management&Fit, el 49% de los encuestados dijo que su situación económica empeorará en los próximos meses, contra 32% que consideró que estará mejor.
Habrá que ver entonces si el Gobierno logra mantener la senda ascendente si no media ese “aliado opositor” que mantiene encendidas la llama macrista. Con una inflación acumulada de más de 6% desde enero y el desempleo estancado en el 8,5% no es mucho lo que tiene Macri para ofrecer a sus seguidores. Con ese capital político se pondrá a prueba en octubre, cuando Argentina renovará la mitad del Parlamento y donde el oficialismo está en minoría. Por ahora tiene a su favor que la oposición peronista está dividida entre kirchneristas y no kirchneristas, una grieta sin posibilidades serias de solución.
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