López Obrador choca con el Ejército mexicano en su camino a las presidenciales de 2018
Las fuerzas armadas piden al aspirante de Morena probar las acusaciones que ha hecho sobre violaciones de derechos humanos
Andrés Manuel López Obrador se ha topado con un interlocutor inusual: el Ejército mexicano. El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha quedado envuelto en una polémica con las fuerzas armadas camino a su tercera candidatura presidencial consecutiva. El político ha subrayado desde hace un mes las violaciones de derechos humanos cometidas por los militares en el combate al narcotráfico. Este martes, sus señalamientos tuvieron respuesta. Un general brigadier ofreció una insólita conferencia de prensa para rechazar “enfática y contundentemente” las acusaciones en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) vertidas por “actores de la sociedad”. “Se han mencionado responsabilidades sin la más mínima evidencia”, dijo el general José Carlos Beltrán.
Las declaraciones de López Obrador han sido consideradas un error. “Se le fue la lengua hablando del Ejército”, considera el analista Fernando Dworak. “Insultó a las fuerzas armadas e hizo una acusación infundada”. El aspirante presidencial criticó una institución que aún cuenta con un amplio respaldo de la opinión pública. Parametría, una consultora, estima que en 15 años el nivel de confianza en los militares ha oscilado entre el 52 y el 75%.
A López Obrador se le fue la lengua hablando del Ejército
Fernando Dworak, analista
Esta polémica tiene como telón de fondo la discusión en el Congreso de la Ley de Seguridad Interior. Los partidos políticos han fracasado en presentar un texto definitivo de la norma que regulará la actuación de las fuerzas armadas en la guerra contra el narco, un conflicto que en más de una década ha dejado centenares de miles de muertos y más de 30.000 desaparecidos. Los legisladores admiten que existen muchas presiones para que la norma sea aprobada antes del 30 de abril, cuando finaliza el periodo ordinario de sesiones. Los senadores y diputados se han puesto este plazo fatal ante las inminentes elecciones de junio. Los procesos de Coahuila, Nayarit y, sobre todo, el Estado de México, podrían cambiar el tablero político rumbo a 2018 y harán mucho más complejos los acuerdos legislativos.
La ruta rumbo a las presidenciales del próximo año ha impedido que la controversia entre López Obrador y el Ejército se limite a dos personajes. En las últimas semanas varias voces han criticado a López Obrador por faltar al respeto a las autoridades castrenses. Entre ellas Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación (Interior) y Enrique Ochoa, presidente del PRI. “En lugar de dar cuenta de la crisis de seguridad tratan de escudarse en las faldas del Ejército y simular la defensa de las instituciones para afectar políticamente a López Obrador”, señala Vidal Llerenas, diputado de Morena.
López Obrador reviró esta tarde el insólito posicionamiento del general Beltrán. “Están muy nerviosos los de la mafia del poder. Reitero, respetamos a las fuerzas armadas”, dijo el precandidato en un vídeo. El aspirante presidencial aseguró que los soldados votaron por él en 2006 y 2012. “Y así será en 2018”, dijo confiado. En el breve mensaje también criticó la estrategia de seguridad instaurada por Felipe Calderón y continuada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto. “No vamos a utilizar la fuerza para resolver los problemas sociales. No vamos a reprimir al pueblo con el Ejército. Vamos a enfrentar la inseguridad y la violencia atendiendo las causas, no como lo han venido haciendo”.
Andrés Manuel no ofende al Ejército, solo pide que las cosas se aclaren
José Francisco Gallardo, general en retiro
Esta polémica se originó el 10 de febrero tras un operativo de la Armada contra un grupo de presuntos narcotraficantes en Nayarit. López Obrador condenó entonces el uso de la fuerza. “Ajusticiaron a cerca de 10 personas…Están enfrentando la violencia con violencia, queriendo apagar el fuego con el fuego”. Esta no fue la última declaración. En su viaje a Estados Unidos, el político, volvió a acusar a las autoridades de tratos “inhumanos”.
El general Beltrán matizó esta mañana el mensaje de la noche del martes. En un matutino radiofónico, el militar dijo que respeta al político de Morena pero pidió pruebas a él y a cualquier otro que acuse de delito a los uniformados: “que lo demuestre para que se investigue y nosotros con toda seriedad actuamos”.
“El Ejército está levantando la voz como un actor político más. Tiene todo el derecho a hacerlo aunque no estamos acostumbrados”, considera Gerardo Rodríguez, académico de la Universidad de las Américas Puebla. El experto en seguridad nacional asegura que los militares están “muy enojados” por las declaraciones del aspirante presidencial. “Se están enrareciendo las relaciones cívico militares en el país. Es momento de mayor diálogo”, consideró el profesor.
Rodríguez recordó que las autoridades castrenses fueron “en extremo leales” en 2006 cuando el presidente Vicente Fox se empeñó en quitarle el fuero a López Obrador, en ese entonces alcalde del Distrito Federal, para frustrar sus aspiraciones presidenciales. “El secretario de la defensa antepuso el interés de la nación para que no hubiera represión en el momento tenso”.
Los analistas encuentran pocos puntos de contacto que acerquen a López Obrador con el Ejército. A diferencia de otros partidos, Morena tiene entre sus filas a escasos militares en retiro. Uno de ellos es Luis Vicente Domínguez, un exgeneral que acompañó el domingo al aspirante presidencial en una gira por Querétaro. Domínguez dijo este miércoles que no cree que López Obrador se haya enfrentado al Ejército. “Me parece que a veces algunas frases se interpretan… de otra manera y así hacer entender que el señor López Obrador ha dicho cosas”, comentó.
Otra figura de Morena que conoce al Ejército desde adentro es José Francisco Gallardo, un general en retiro que fue postulado a la gubernatura de Colima en 2016. El militar ha sido muy duro con el mensaje de SEDENA. En entrevista con EL PAÍS, ha calificado de “ridículas” las palabras de Beltrán. “El licenciado Andrés Manuel no ofende al Ejército, solo pide que las cosas se aclaren”. Gallardo también fue muy crítico con las actuaciones “cínicas, ligeras e incongruentes” de Osorio Chong y Salvador Cienfuegos, el secretario de la Defensa Nacional. “La seguridad interior está a cargo de ambos. Son los principales responsables de la actuación del Ejército en las violaciones a derechos humanos, acreditadas perfectamente por organismos nacionales e internacionales”, consideró.
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