Una cabeza, un ejecutado y tres acribillados en el estado mexicano de Guerrero

Hace ya tiempo que la realidad violenta del estado de Guerrero, sobre el pacífico mexicano, ningunea cualquier intento de explicar nada, cualquier frase, palabra o comentario vertido en la radio o la televisión. Pasan dos días y alguien más se muere, desaparece, huye de la extorsión... El viernes, la policía estatal encontró un cadáver en la playa del Papagayo en Acapulco, principal polo turístico de la costa oeste mexicana. Había sido ejecutado. Esta mañana las autoridades dieron con la cabeza de un hombre en una popular avenida de la ciudad. Y todo a días del desembarco masivo de turistas que llegan a pasar las vacaciones de Semana Santa.

La sangría arrecia en Acapulco y también al interior del estado. La fiscalía de Guerrero informaba la tarde del domingo de la muerte de dos personas en el municipio de San Miguel Totolapan, en la región de Tierra Caliente, a cinco horas de la Ciudad de México. Reporteros de la zona explicaban a EL PAÍS que dos camionetas llenas de civiles armados llegaron la madrugada del domingo a un jaripeo que se celebraba en la comunidad de San Antonio de la Gavia. Los atacantes abrieron fuego y dos personas murieron, de acuerdo al reporte de la fiscalía. Hay otros cuatro heridos. Los reporteros locales señalan que hubo al menos otro muerto, originario del cercano estado de Michoacán. Los familiares se habrían llevado su cuerpo antes de la llegada de los investigadores.

La fiscalía vincula lo ocurrido en Totolapan a la detención hace unos días de Abelardo Miranda, alias El Alacrán, el segundo al mando del grupo delictivo de los Tequileros. Totolapan y concretamente San Antonio de la Gavia es el “centro de operaciones” de Los Tequileros.

En enero pasado, esta banda delictiva secuestró a 31 personas en la zona, la mayoría del cercano pueblo de Arcelia. Dos murieron y el resto fueron liberados. Los Tequileros le pelean la plaza de Arcelia a La Familia.

Tierra Caliente, región que comparte Guerrero con Michoacán y el Estado de México, es un enorme campo de cultivo de marihuana y amapola. Varias explotaciones mineras salpicadas en la zona completan el mapa de intereses y hostilidades entre los grupos del crimen organizado. De hecho, en enero, el grupo de El Tequilero filmó un video con los secuestrados, en que responsabilizaban al líder de La Familia de la inseguridad en la zona.

A pocos días de las vacaciones de Semana Santa, parece que el plan contra la inseguridad que lanzó el gobernador junto al Gobierno federal el año pasado no funciona. Guerrero terminó 2015 con los índices delictivos disparados, con más homicidios dolosos que nunca.