Brasil estrecha el cerco a los gigantes de Internet

El Gobierno prepara un servicio de 'email' nacional. Los servidores extranjeros pagarán más impuestos a partir de 2014

Dilma Rousseff, en Brasil el lunes pasado.E. PERES (AP)

El gobierno de Brasil pretende tener más control sobre las grandes empresas de Internet extranjeras. Como una de las primeras respuestas el escándalo del espionaje que afecta directamente a la presidenta, Dilma Rousseff, el ministro de Comunicaciones Paulo Bernardo quiere ofrecer una alternativa a los servicios de mensajería de Gmail y Hotmail.

El ministerio supervisa la creación de un servicio nacional de correo electrónico que permitirá encriptar los mensajes y que ...

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El gobierno de Brasil pretende tener más control sobre las grandes empresas de Internet extranjeras. Como una de las primeras respuestas el escándalo del espionaje que afecta directamente a la presidenta, Dilma Rousseff, el ministro de Comunicaciones Paulo Bernardo quiere ofrecer una alternativa a los servicios de mensajería de Gmail y Hotmail.

El ministerio supervisa la creación de un servicio nacional de correo electrónico que permitirá encriptar los mensajes y que almacenará todos sus datos en Brasil. El nuevo servidor está en manos de Correos, monopolio de titularidad pública, que ya trabajaba en la creación de un email con fines empresariales, pero que ahora lo extenderá al uso privado.

"Si te mando un email yo no quiero que nadie esté fisgoneando. El año pasado [EE UU] realizaron 311 solicitudes [de información a las empresas]. No están trabajando al por menor", dijo Bernardo al diario Folha de Sao Paulo. "Es necesario promover un servicio de email más seguro." 

Hace tres semanas el ministro de Comunicaciones adelantaba en una conversación con este periódico que Brasil iba a “equiparar las comunicaciones electrónicas a la correspondencia”. El ministro no dio más detalles en aquel momento, pero justificó así sus planes: “La correspondencia es inviolable, igual que no se puede romper el sigilo de una llamada o de un email”.

En esa misma entrevista, Bernardo ya explicaba su intención de obligar a los gigantes de Internet a traer sus datos a Brasil y evitar así que se sometan a las leyes de privacidad estadounidenses donde las empresas están obligadas a facilitar la información de sus usuarios si se les requiere. La medida, sin embargo, es polémica y hay quien duda de que sea viable. Quizá por eso el ministro ha decidio atacar por varios frentes y así enfrentar el espionaje, revelado gracias a los papeles del extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad de los EE UU Edward Snowden.

El último movimiento de Bernardo apunta a las cuentas de las compañías extranjeras de Internet y televisión: Apple, Google, Facebook o Netflix. El gobierno quiere que paguen más impuestos a partir de 2014. Por eso ha encargado a las agencias reguladoras del sector, ANATEL (telecomunicaciones) y ANCINE (cine), que elaboren en cuatro meses un nuevo modelo de tributación para estas empresas que cuentan con sede en Brasil.

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El ministro argumenta que las compañías comercializan varios servicios –publicidad, entre ellos fuera de Brasil y que, a su vez, realizan operaciones en dólares, con lo que dejan de pagar sus impuestos en el país.

"Imagine dos supermercados en la esquina, uno paga impuestos y el otro no. El que paga se va a ir a la quiebra. El desequilibrio es brutal. Las actividades son similares y tienen que tratarse de la misma manera", dijo el ministro a Folha para ejemplificar la desigualdad entre las empresas del mismo sector.

El Ministerio de Hacienda, que no comenta las declaraciones de Bernardo, afirma que la ley es igual para todas las empresas, nacionales o extranjeras. “El hecho de que, a través de operaciones fuera de Brasil, dejen de tributar en el país no significa que el ministerio no esté detrás para fiscalizarlas. Las operaciones de las compañías, aún no siendo realizadas aquí, están sujetas a nuestras leyes tributarias”, dijo un portavoz.

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