Una política de duros ajustes

Los Estados se aplican a traducir la consigna de la austeridad para frenar la crisis

Una manifestante con una pancarta donde se lee "No robéis el futuro", en una protesta contra los recortes en Lisboa, en diciembre.RAFAEL MARCHANTE

Las estrategias para traducir la consigna de la austeridad para frenar la crisis varían de un Estado a otro. Entre las más usadas del repertorio están la subida del IVA y de la contribución a la renta, el aumento de la edad de jubilación y el despido de funcionarios. La dosis de dolor varía, sin embargo: desde el ahogo de Grecia, inmersa en una espiral de recortes que conducen a una mayor depresión económica que a su vez requiere de más recortes para paliar el déficit y la d...

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Las estrategias para traducir la consigna de la austeridad para frenar la crisis varían de un Estado a otro. Entre las más usadas del repertorio están la subida del IVA y de la contribución a la renta, el aumento de la edad de jubilación y el despido de funcionarios. La dosis de dolor varía, sin embargo: desde el ahogo de Grecia, inmersa en una espiral de recortes que conducen a una mayor depresión económica que a su vez requiere de más recortes para paliar el déficit y la deuda, hasta los recortes preventivos que se ha impuesto Polonia, cuyo crecimiento se ha desacelerado y ve cómo el contagio de los problemas del euro ya se hace notar.

Fuente: Eurostat.JULIA KRAUS SÜDDEUTSCHE ZEITUNG / EL PAÍS

España y Portugal están en plena efervescencia de recortes, en un adelgazamiento de lo público que no da tregua, y que afecta directamente a los pilares del Estado de bienestar, en el caso luso, por imperativo de los acreedores de la troika; en el caso español, que está estudiando pedir a Europa un segundo rescate después del que salvó del colapso a la banca, por la presión de los mercados. En Italia, las reformas llevadas a cabo por el tecnócrata Mario Monti han logrado contener el déficit pero no han conseguido transformar el mercado laboral para hacerlo más flexible.

Francia y Reino Unido ensayan respuestas diferentes. París trata de incidir en la idea de que los compromisos presupuestarios no están reñidos con medidas de estímulo, y ha repartido las cargas de los recortes en impuestos proporcionales donde los que más tienen, más pagan. Londres, por su parte, se aferra a la libra para capear el temporal, y aunque ha tenido que aplicar recortes, el hecho de tener un Banco Central autónomo le permite modular los tipos de interés según sea más conveniente en cada momento.v

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