El asesinato del hijo de un exlíder del PRI conmociona a la clase política
La muerte de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del exgobernador y expresidente nacional del PRI Humberto Moreira, sacude el país Detenidos cuatro policías de Acuña por su presunta vinculación con el crimen
José Eduardo Moreira Rodríguez tenía 25 años y un apellido que en Coahuila significa poderío. Humberto Moreira, su padre, gobernó ese Estado desde 2005 y hasta diciembre de 2010, fecha en que dejó la gubernatura de ese estado en el norte de México y se trasladó a la capital mexicana, para presidir a nivel nacional el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Rubén Moreira, su tío, es ahora el gobernador. La esposa del gobernador es Carolina Viggiano, una de las principales colaboradoras del presidente electo Enrique Peña Nieto. Y Carlos Moreira forma parte del sindicato magisterial, un gremio intocable. El miércoles, pasadas las diez de la noche, desde una ciudad coahuilense en la frontera con EE UU llegó a todo el país la noticia de que José Eduardo había sido encontrado muerto. El rumor se confirmó muy pronto pero el paso de las horas no ha traído mayor detalle sobre el origen de esta tragedia.
José Eduardo era coordinador de la Secretaría de Desarrollo Social en Ciudad Acuña, una población a seis horas de distancia por carretera de Saltillo, la capital de Coahuila. Su cuerpo fue encontrado en un camino cerca de un poblado de nombre Santa Eulalia, a unos 40 kilómetros de la fronteriza Acuña. Fue asesinado a tiros y estaba dentro de una camioneta. Salvo eso, muy poco se sabe de las circunstancias de la muerte del primogénito de Humberto Moreira, quien fue pieza clave para que Peña Nieto se hiciera de la candidatura presidencial del PRI en 2011.
“Mataron a mi hijo José Eduardo, un joven limpio. Promotor social que se dedicaba a trabajar con la gente más humilde de Acuña, Coahuila”, dijo a través de un comunicado la noche del miércoles Humberto Moreira. “Mis más sentidas condolencias a la familia Moreira por la pérdida irreparable de José Eduardo. Su homicidio no debe quedar impune”, publicó Peña Nieto la noche del miércoles en su cuenta de twitter.
El gobierno de Felipe Calderón ha anunciado el despliegue de fuerzas federales tanto para contribuir a reforzar la seguridad de esa zona, como para ayudar en la investigación del asesinato de José Eduardo. El procurador (fiscal) del estado Homero Ramos Gloria informó el jueves temprano que se siguen varias líneas de investigación y que "no se descarta ninguna". Cuatro policías municipales de Acuña han sido detenidos provisionalmente por su presunta vinculación con el asesinato, informaron este viernes fuentes policiales citadas por la agencia Efe.
“Lamento profundamente el cobarde asesinato de José Eduardo Moreira. Mis condolencias sentidas al profesor Humberto Moreira y a su familia”, escribió el presidente Calderón en twitter al amanecer del jueves. Horas más tardes, de gira por Colima (occidente de México) el mandatario agregó: "No hay palabras suficientes para describir la terrible bajeza cometida contra esa familia”.
Tanto el ex presidente Vicente Fox, del PAN, como diversos gobernadores procedentes del PRI y líderes de la izquierda han manifestado su pésame por la muerte del joven político, que era padre de un bebé. Según el diario El Siglo de Torreón, después de que hace dos semanas se fugaran 131 reos de la cárcel de Piedras Negras, población ubicada 90 kilómetros de Acuña, esa región ha sufrido una ola de violencia. Ahí en Piedras Negras, también en la frontera, este miércoles hubo un enfrentamiento donde murieron cinco presuntos delincuentes.
En el sepelio del joven, llevado a cabo la tarde del jueves en Acuña, estuvieron el gobernador de Chihuahua César Duarte, el hoy presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, el coordinador de diálogo político y seguridad del equipo de transición de Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong, y representantes de la Marina, el Ejército y la Policía Federal, entre otros personajes de la política mexicana.
Tras la misa, frente a vecinos que se congregaron para apoyarle, Humberto Moreira, caído en desgracia política hace un año por el escándalo de una multimillonaria deuda de sus tiempos de gobernador, clamó justicia. "He aguantado muchas cosas, he aguantado calumnias, engaños, he aguantado que la gente hable sin saber, he aguantado muchas cosas, pero esto no se puede aguantar, me mataron a mi hijo, le dieron dos balazos en la cabeza unos desgraciados, espero justicia (…) Espero que se concrete la justicia, que den con los responsables y los castiguen severamente”.
De nuevo un padre solicita justicia en México. De nuevo.
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