Comentarios, detrás de las cámaras, tomas falsas: ¿Qué perdimos cuando dijimos adiós al DVD?
Cada vez se editan menos películas y series en formato físico, pero las plataformas de ‘streaming’ no son suficientes para algunos cinéfilos, que echan de menos los extras que contenían
Hace años, una colección de películas era algo que podía encontrarse en cualquier hogar. Las había distinguidas y categorizadas, o improvisadas y caóticas. Ninguna colección era igual, pero cada una se parecía a su dueño. No obstante, con el desplazamiento de las copias físicas por las plataformas digitales de streaming, ¿qué es exactamente lo que se ha perdido?
“Soy un fetichista de las copias en formato físico, como puedes ver”, bromea el crítico treintañero de cine Kyle Turner en una videollamada para ICON. Detrás de él, en su piso en Nueva York, se aprecian estantes con películas de varios colores y tamaños compartiendo espacio con libros sobre arte y, por supuesto, de cine.
“Cuando era mucho más joven pasaba más tiempo viendo todo lo que traían los DVD que la propia película: los comentarios, los ‘detrás de las cámaras’, los documentales, los videoclips, ¡hasta las tomas falsas!” confiesa Turner, autor de The Film Queer Guide y colaborador de The New York Times o GQ. Como muchos cinéfilos millennials, el contenido extra fue su primera escuela de cine. “Te ayudaban a comprender las intenciones del realizador o las técnicas utilizadas durante la producción, y la verdad es que lo echo de menos”.
El material adicional era una de las perchas para comprar o alquilar películas, primero en DVD y luego en Blu-Ray. Había comentarios de los realizadores, inmersiones en el proceso de producción y entrevistas. Algunos incluso llegaron a tener videoclips, juegos básicos o hasta pequeñas sorpresas que invitaban a navegar de cabo a rabo por lo que en principio no era más que una interfaz para hacer play o cambiar el idioma.
Muchas de estas copias físicas, en su afán documental, también ofrecían un trabajo de comisariado de contenido que ha ido desapareciendo. “Los derechos de ese contenido extra caducan y la única manera de tener acceso es a través de vías alternativas, incluyendo portales web no muy fiables, puesto que ya no es fundamental para el consumo de la película, serie, o franquicia”, argumenta el crítico de cine, quien siente que las plataformas de streaming, con contadas excepciones, no han encontrado una forma de compensar esta pérdida.
Más allá de reflejar los elementos que rodean a cualquier producción, los extras podían cambiar el modo de ver una película. Una edición de Memento de Christopher Nolan, por ejemplo, permitía ver toda la película en orden cronológico, o todas las versiones habidas y por haber de Blade Runner que cambian la naturaleza del personaje de Harrison Ford. “Tener todo un universo en un solo disco es algo que echo de menos”, explica.
Un universo en un solo disco
“Los DVD fueron algo revolucionario a finales de los años noventa”, afirmaTurner, quien señala que el antecesor del DVD, el Laserdisc, carecía de menús. “Incorporaron en un formato de vídeo casero una interfaz utilizada en videojuegos o programas de ordenador”.
Una de las características más memorables era el arte y el diseño de los menús que permitían a los espectadores navegar por las diferentes opciones que ofrecía cada disco. En vez de limitarse a enumerar opciones y comandos, los diseñadores empleaban la tecnología disponible para despertar el apetito del espectador. El objetivo era, desempolvando una palabra muy noventera, ser “multimedia”.
Turner subraya que, al igual que las salas de cine palaciegas de la primera mitad del siglo XX, los menús de DVD y Blu-Ray ayudaban a facilitar la transición entre la realidad cotidiana y el mundo de la pantalla. No obstante, no era una labor fácil ni sencilla.
Un artículo de The Guardian de 2023 relata que, para los equipos encargados de producir los menús de DVD, su realización era como el “viejo oeste”. Un lugar sin reglas claras, pero con la máxima de convencer al espectador de que el disco que tenía en sus manos era una experiencia única. Thomas Fletcher, que trabajó en el primer DVD que se lanzó en Estados Unidos, reveló a The Guardian que muchas veces los directores estaban implicados en el diseño de los menús de DVD, y aportaban comentarios y observaciones.
Sin duda, los menús más memorables reflejaban impecablemente la lógica y la estética de la película o serie en cuestión. Así sucedía en la edición especial en Blu-Ray de El club de la lucha, por ejemplo, que finge ser una copia de una película de Drew Barrymore antes de convertirse en la producción de David Fincher. O en la edición en dos discos de Monty Python y los caballeros de la mesa cuadrada, que ofrecía “subtítulos para gente a la que no le gusta la película”, en la que los diálogos de la comedia británica se sustituyen por versos de Enrique IV, parte II de William Shakespeare. Uno de los menús de DVD más recordados es el de La casa de los 1000 cadáveres de Rob Zombie, en que el personaje del Capitán Spaulding (Sid Haig) insulta al espectador por no decidirse a elegir una opción.
Turner tiene claro cuáles son sus menús de DVD favoritos: “Los de una colección de James Bond hecha a principios del 2000″. El crítico de cine dista de ser el único nostálgico. Una búsqueda rápida en YouTube revela que hay muchos fans de los menús de DVD: un recorrido del menú de DVD de Shrek 2 tiene más de 2,5 millones de vistas, mientras que otro vídeo, en donde se navega por las opciones de Los Simpson: La película, supera los 900.000.
El cambio de formato de DVD a Blu-Ray a finales de los 2000 también significó una evolución en el diseño de los menús. Turner cuenta que, a pesar de tener mayor capacidad, las interfaces gráficas se volvieron más y más minimalistas. “Ahí se perdió la noción de convertir el menú en parte de la experiencia de la película”, resalta el crítico de cine. “La edición de Blu-Ray que tengo de Las noches de Cabiria, una de mis películas favoritas, no tiene menú. Simplemente comienza y para elegir el contenido extra, como el documental o el comentario, tienes que seleccionarlo en una lista que sale cuando pausas la película”, se lamenta Turner. Sin embargo, el gran cambio para el entretenimiento casero estaba por llegar.
El dominio de lo digital
“Creo que, en la época del DVD, el producto no consistía solo en ofrecer una película, sino en vender una sensación”, reflexiona el crítico de cine. “Ya no está ese deseo de expandir un universo y debo admitir que es algo por lo que siento nostalgia. A medida que las presentaciones se vuelven más minimalistas, queda claro que no son más que productos que nos venden”.
“Hay una gran diferencia entre hacer scrolling en una lista infinita de películas en retícula y tenerla en tu mano”, recalca Turner. No obstante, la preferencia del público por lo digital es bastante clara. El portal web Statista indica que la cantidad de personas que vieron una serie o una película en copia física decayó de forma vertiginosa entre 2019 y 2024. En Estados Unidos y Reino Unido se hundió, respectivamente, de 49% y 47% a 29% y 28%. Por su parte, en España se ha reducido del 26% al 18% en los últimos cinco años.
Turner señala que algunas plataformas de streaming como Disney Plus complementan sus series y películas con material extra, como documentales, pero considera que estos sustitutos hasta ahora no funcionan tan bien como las copias en físico. “Creo que la forma de navegar en muchas de estas plataformas no ofrece lo mismo, simplemente te dirigen a la película y casi no hay manera de explorar más allá de lo que te dan”, opina Turner, quien opina que ver un listado de producciones con sus nombres y carteles recuerda a la experiencia de comprar online.
Por su parte, algunas distribuidoras de DVD y Blu-Ray han llegado a acuerdos para lanzar títulos que antes eran exclusivamente contenido digital. “Hay sellos como Criterion, Arrow, Kino o Shout Factory que hacen ediciones especiales y parece que les va muy bien a pesar del dominio del streaming sobre los medios físicos”, argumenta Turner. “Han tomado la iniciativa de presentar productos de calidad donde realmente percibes el valor de lo que pagas”.
“Es interesante ver que se elige lanzar en físico y que no. Estas plataformas tienen cientos y cientos de títulos a su disposición, pero sus distribuidoras suelen ser muy selectivas a la hora de decidir qué llevar al formato físico”. Turner rememora el caso de Mike Flanagan, creador de las series de Netflix La maldición de Hill House y, más recientemente, La caída de la Casa Usher. El realizador estadounidense escribió en su blog en 2023 que “estaba decepcionado” porque su antiguo empleador no quiso lanzar en DVD y Blu-Ray las producciones que había hecho para la plataforma de streaming.
¿Se convertirán los DVD y Blu-Ray de series y películas en objetos de colección, como ha pasado con los discos de vinilo? Turner deja la respuesta en manos de los espectadores: “Creo que el público ahora tiene la opción entre un sistema confiable, aunque imperfecto, de contenido como es el streaming, en que no sabes cuándo o cuánto tiempo algo estará disponible, o dedicarte a invertir y desarrollar tu propia colección”.
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