Wesley Snipes, del héroe de acción caído en desgracia al récord Guinness por el papel que le dio la (mala) fama

Un cameo del actor como el medio vampiro Blade en ‘Deadpool y Lobezno’ ha generado revuelo e interés. Sin embargo, el personaje que le llevó al éxito también le colgó el sambenito de persona difícil en el set tras una serie de acusaciones que, a la luz de la nueva sensibilidad de Hollywood, podrían haber sido racistas

Wesley Snipes y, a la derecha, Ryan Reynolds en la última Comic-Con celebrada en San Diego (California), a finales de julio, donde se anunció el cameo de Snipes como Blade.Matt Winkelmeyer (Getty Images)

Tan solo unos días antes del estreno de Deadpool y Lobezno —la película número 34º del rentabilísimo universo cinematográfico de Marvel, que protagonizan Ryan Reynolds y Hugh Jackman—, la franquicia decidía tirar la casa por la ventana e introducir, durante la Comic-Con, a los actores que protagonizarían toda una serie de cameos en la nueva cinta. Sobre el escenario, aparecieron rostros tan populares como los de Jennifer Garner, Chris Evans o Channing Tatum, pero la sorpresa para los allí presentes fue la aparición de Wesley Snipes, que regresaba para meterse en la piel del semivampiro y cazavampiros que le convirtió en estrella mundial en 1998 con la trilogía de Blade.

Había unos cuantos motivos para sorprenderse tanto con la llegada de Snipes, de 61 años, al escenario de San Diego (California), donde se celebró la Comic-Con. El primero es que Marvel ya había confirmado el regreso del personaje en una película que se estrenará en 2025, pero que protagonizará el ganador de un Oscar por Moonlight, Mahershala Ali. El segundo, porque tras el rodaje de la tercera parte de la famosa saga, titulada Blade: Trinity, Snipes se ganó la fama de persona difícil en el set de rodaje, actitud que casa poco con la imagen de gran familia Marvel de la que hace gala la franquicia de superhéroes a la que ampara Disney. Y, el tercero, porque el intérprete, que cosechó fama en películas de acción de los noventa, pasó una temporada entre rejas, condenado por varios delitos fiscales y desde su salida de la cárcel sus papeles en el cine y en la televisión han sido casi anecdóticos o de poca relevancia mediática.

“No pensé que fuera posible”, reconoció el actor en una entrevista con el que medio estadounidense Enterteinment Weekly en referencia a su último cameo. “No pensé que Marvel o Disney tuvieran interés, también porque habían elegido a Mahershala para la próxima versión. Pensé que no tenía sentido para mí, pero [cuando] recibes una llamada de Ryan Reynolds de la nada después de 20 años, dices: ‘Veamos de qué se trata’. Me contó la idea... Y aquí estamos”. Su aparición le ha valido la entrada por partida doble en el Libro Guinness de los récords: uno, por la carrera más larga como personaje de acción real de Marvel, ya que han pasado 26 años desde que se metiera en la piel de Blade por última vez, en 2004, y el otro, el récord de mayor intervalo entre apariciones de personajes en películas de Marvel. Sin embargo, y pese a los aplausos y al cariño del público, el tiempo dirá si Snipes vive un nuevo amanecer en su carrera a la luz de la nueva sensibilidad de Hollywood.

Wesley Snipes en la ceremonia número 94 de los Oscar, en Los Ángeles, en 2022. Variety (Penske Media via Getty Images)

Hubo un tiempo en el que Wesley Snipes lo tenía todo para haberse convertido en una de las grandes estrellas del firmamento hollywoodiense. Demostró sus tablas como un sólido héroe de acción en cintas como Pasajero 57 (1992) y Demolition man (1993). Se atrevió con la comedia en cintas como Los blancos no la saben meter (1992) y A Wong Foo, gracias por todo (1995). Y trabajó con algún nombre clave de la industria, como Spike Lee, para darse ese halo de seriedad tan necesario contra los encasillamientos. Pero fue en 1998, con el personaje de Blade, un cazavampiros experto en artes marciales, cuando se hizo enormemente popular. Fue precisamente esa cinta la que supuso el primer gran éxito de la franquicia que vaticinaría todo lo que estaba por llegar.

Las cosas se empezaron a torcer en su vida tras el estreno de Blade: Trinity, tercera película de la saga. El veterano actor y humorista Patton Oswalt, compañero en la cinta, revelaría años más tarde que aquella producción fue un desastre de principio a fin, y puso el foco en Snipes y en la dificultad de trabajar con él: “Wesley estaba como una regadera. No salía de su caravana y se pasaba el día fumando marihuana”, confesó el actor; “Recuerdo que un día en el set (dejaban que cada uno eligiera su propia ropa) había un actor negro que interpretaba a una especie de fiestero. Y llevaba esta camiseta con la palabra ‘Basura’ en letras grandes y elegantes. Era su camiseta. Y Wesley bajó al set y dijo: ‘Solo hay otro negro en la película, ¿y le obligas a usar una camiseta que dice ‘Basura’? ¡Racistas de mierda!”. El mismo actor contó una serie de anécdotas que no ayudarían a Snipes a tener una buena reputación: solo aparecía para grabar los primeros planos, dejando todo lo demás a su doble. Insistía en que todo el mundo le tratase como Blade durante el tiempo de rodaje. Y hasta dijo que Snipes había intentado “estrangular” al guionista y director de la cinta, David Goyer, tras una disputa. Después de aquello, según contó Oswalt, el intérprete solo se comunicó con el actor mediante post-its, que firmaba como “Blade”.

El propio director nunca confirmó aquellos rumores, pero tampoco los desmintió: “Digamos que tengo un enorme respeto por Wesley como actor. Era mi amigo. Ya no somos amigos. Soy amigo de Patton y he seguido trabajando con él. No creo que nadie involucrado en esa película tuviera una buena experiencia durante el rodaje, ciertamente yo no. No creo que nadie involucrado en esa película esté contento con los resultados. Fue una producción tormentosa”, reveló en The Hollywood Reporter.

La versión de Snipes es distinta. El actor negó muchas de las acusaciones vertidas sobre él y, en una entrevista con The Guardian en 2020, relató que todo el ataque vertido hacia él tenía cierto componente racista que, en 2004, pudo pasar desapercibido para los medios: “Déjame decirte una cosa. Si hubiera intentado estrangular a David Goyer, probablemente no estarías hablando conmigo ahora. Un hombre negro con músculos que estrangula al director de una película irá a la cárcel, te lo garantizo”, explicó el actor. “Esto es parte de los desafíos que nosotros, como afroamericanos, nos enfrentamos aquí en Estados Unidos: estas microagresiones. ¡La presunción de que un hombre blanco puede hacer una declaración y esa declaración sigue siendo cierta! ¿Por qué la gente creería que su versión es cierta? Porque están predispuestos a creer que el negro siempre es el problema”. El actor consideraba este trato injusto: “Y solo hace falta una persona, como el señor Oswalt, a quien ni siquiera conozco y a quien apenas recuerdo en el set. Pero resulta fascinante que su opinión valiera para que todo el mundo dijese: ‘Sí, Snipes es muy problemático”.

De izquierda a derecha, Wesley Snipes, el director Guillermo del Toro y David S. Goyer en el estreno de 'Blade II', que dirigió el mexicano.Michael Caulfield Archive (WireImage)

Sin embargo, el último clavo en su carrera llegaría en 2008, cuando fue condenado a 36 meses de cárcel por no declarar impuestos entre 1999 y 2004, cuando ingresaba en torno a 37 millones de dólares al año. Snipes cumplió una condena de dos años y medio en una prisión federal en Pensilvania, de donde salió en 2013: “Salí con las cosas más claras”, reveló el actor en 2020; “Más claridad sobre mis valores, más claridad sobre mi propósito, más claridad sobre mi relación con mis ancestros y el gran dios y la gran diosa de arriba, y más claridad sobre lo que iba a hacer una vez que recuperara mi libertad”. Sacó una importante lección de su paso por prisión: “Lo más importante que aprendí fue aprender el valor del tiempo y cómo a menudo lo desperdiciamos... Lo entiendo ahora, después de haber estado lejos de mi familia y mis seres queridos durante dos años y medio”.

A su salida de la cárcel fueron varios amigos quienes le tendieron la mano. Sylvester Stallone, que ya le había ofrecido participar en la primera película de Los mercenarios, le llamó para la tercera parte, estrenada en 2014, dejándole un asiento en ese olimpo de las estrellas de acción donde también se encuentran nombres como Arnold Schwarzenegger, Mel Gibson, Bruce Willis o Jason Statham. Un año más tarde era Spike Lee quien recogía al actor, ofreciéndole un pequeño papel en la película Chi-raq. Eddie Murphy también contó con él para la segunda parte de El príncipe de Zamunda, titulada El rey de Zamunda, de 2021. Aunque, por ahora, el intérprete no ha dado con la tecla adecuada para regresar a la palestra. Puede que el impulso Marvel ayude. También puede que a Snipes ya lo interese.

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