Mark Ruffalo, Joaquin Phoenix, Julianne Moore y otros 200 actores y cineastas cargan contra el Royal Bank of Canada
Personalidades de la industria cinematográfica firman una carta en la que solicitan al Festival de Cine de Toronto que rompa su relación de patrocinio con la entidad bancaria por su financiamiento a la industria del petróleo y el gas en tierras indígenas
A finales de agosto, el Festival de Cine de Toronto (TIFF) ―donde Pedro Almodóvar recibió el pasado domingo el premio de honor― perdió a su principal patrocinador, el gigante canadiense de telefonía Bell. “A principios de este año, decidimos que finales de 2023 sería el momento adecuado para dar un paso atrás en nuestra asociación con el TIFF y optamos por no renovar nuestro patrocinio para invertir en otras oportunidades que son fund...
A finales de agosto, el Festival de Cine de Toronto (TIFF) ―donde Pedro Almodóvar recibió el pasado domingo el premio de honor― perdió a su principal patrocinador, el gigante canadiense de telefonía Bell. “A principios de este año, decidimos que finales de 2023 sería el momento adecuado para dar un paso atrás en nuestra asociación con el TIFF y optamos por no renovar nuestro patrocinio para invertir en otras oportunidades que son fundamentales para nuestro negocio”, aseguró entonces una portavoz de la compañía. Ahora, han sido las propias estrellas invitadas al evento, que se celebra hasta el próximo 17 de septiembre, las que han pedido al consejero delegado del festival, Cameron Bailey, que rompa su relación con su otro patrocinador principal, el Royal Bank of Canada (RBC), de cara al año que viene. Mark Ruffalo, Julianne Moore, Rachel McAdams, Edward Norton o Joaquin Phoenix son algunos de los más de 200 actores y directores que han firmado una carta abierta a Bailey criticando al banco por ser “un facilitador líder mundial de la extracción de combustible fósil” y por la “habilitación indiscriminada de proyectos” que tiene en tierras indígenas sin consentimiento.
En principio, son motivos de peso para romper su asociación con el banco teniendo en cuenta que el Festival de Cine de Toronto alardea de su firme defensa y apoyo a los indígenas y nativos americanos. Antes de cada proyección, Bailey, tanto desde el escenario como en un vídeo que se reproduce antes de cada filme, les dedica unas palabras para mostrar su respeto, reflejando que el festival se lleve a cabo en su tierra. Sin embargo, no ha sido él quien se ha pronunciado tras la carta firmada por personalidades de la industria, sino Judy Lung, la vicepresidenta de relaciones públicas y comunicaciones del TIFF: “Apreciamos que los miembros de nuestra comunidad cinematográfica nos hayan llamado la atención”, aseguró el martes 12 de septiembre. “Estamos comprometidos con la sostenibilidad ambiental y reconocemos la importancia de abordar el cambio climático de manera rápida y colaborativa. Estamos manteniendo conversaciones activas con RBC y acogemos con satisfacción su apertura a entablar un diálogo como primer paso”.
Ese mismo día, el banco lanzó un comunicado en el que manifestaba su deseo de tener la oportunidad de conversar directamente con la comunidad cinematográfica. “Cuando se trata del cambio climático, creemos firmemente que se necesita más acción y a un ritmo más rápido para abordarlo. Estamos trabajando para involucrar a las comunidades indígenas en el avance colectivo de la reconciliación. Apreciamos la preocupación por nuestro clima expresada por los miembros de la comunidad cinematográfica y agradeceríamos la oportunidad de diálogo”, solicitaba la entidad.
La carta que acusa a RBC de ser uno de los peores contaminantes del mundo debido a su financiamiento a la industria del petróleo y el gas fue idea de la cineasta canadiense Elza Kephart, conocida por dirigir Slaxx (2020), y del mexicano José Luis Gutiérrez, director de Marcelino, pan y vino (2011). “Los cineastas han hablado: queremos petróleo y gas fuera de nuestra industria. Ahora TIFF debe decidir entre un patrocinador particularmente problemático y su comunidad”, advirtió Kephart. El actor Mark Ruffalo ha hecho explícito su compromiso con la causa también a través de su cuenta de X (antes Twitter), donde compartió la carta junto a un mensaje en el que asegura: “RBC es uno de los mayores financiadores de combustibles fósiles con el peor historial de lavado ecológico y abusos de las Primeras Naciones a través de sus proyectos de extracción. Ellos luchan contra nosotros”.
Por alusiones, los propios indígenas de la nación Wet’suwet’en, cuyas tierras están siendo destruidas por un gaseoducto apoyado por esta entidad bancaria, también se han pronunciado al respecto. “TIFF celebra las películas con conciencia social y eleva a los cineastas indígenas. Eso es algo bueno, pero es incoherente asociarse con los peores delincuentes de Canadá en temas sociales”, comentó en declaraciones a Deadline su jefe, Na’Moks, que en varias ocasiones ha criticado la violencia policial ejercida en su comunidad por resistirse a estos proyectos.
La carta consta de cuatro puntos en los que los firmantes exponen los motivos por los que rechazan el patrocinio del banco canadiense. “Si queremos desempeñar un papel significativo en la lucha contra la crisis climática y solidarizarnos con los pueblos indígenas, no podemos ser ciegos al papel de nuestra industria en la configuración de la cultura. No podemos respaldar implícitamente a RBC permitiéndole ser el socio líder del cine canadiense”, sostienen. La histórica marca de lujo Bulgari y la multinacional de servicios financieros Visa son otros de los principales patrocinadores del TIFF, que en total son más de 100. Según los actores y cineastas, los más de 45 millones de dólares de ingresos que recibe anualmente de ellos el festival les permite prescindir del estimado millón que reciben del Royal Bank of Canada. “Creemos que es hora de sacar a RBC de la pantalla”, concluye el escrito.