Carlos Hipólito: “Mientras el cuerpo y la cabeza me respondan, estaré en los escenarios”

El actor de 64 años, esposo y padre de actrices, no piensa en la jubilación e interpreta por primera vez en pantalla a Carlos Alcántara, el personaje de ‘Cuéntame’ al que ha prestado su voz durante 20 años

El actor Carlos Hipolito en la presentación de la película 'Explota Explota', el 29 de septiembre de 2020 en Madrid.Chema Clares (GTRES)

Carlos Hipólito (Madrid, 1956) tenía una idea sobre cómo podía terminar Cuéntame cómo pasó, serie en la que ha ejercido como narrador desde su estreno en 2001. “A veces decíamos: ‘Pues esto tendría que acabar como que de repente yo estuviera haciendo un off, la cámara se girara y me viera a mí hablando”, ha contado el actor en más de una ocasión. El problema es que esa teoría ya no se sostiene, según él, desde que los productores le explicaron que la próxima temporada —que pronto emitirá Televisión Españo...

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Carlos Hipólito (Madrid, 1956) tenía una idea sobre cómo podía terminar Cuéntame cómo pasó, serie en la que ha ejercido como narrador desde su estreno en 2001. “A veces decíamos: ‘Pues esto tendría que acabar como que de repente yo estuviera haciendo un off, la cámara se girara y me viera a mí hablando”, ha contado el actor en más de una ocasión. El problema es que esa teoría ya no se sostiene, según él, desde que los productores le explicaron que la próxima temporada —que pronto emitirá Televisión Española— se desarrollará tanto en 1992 como en 2020 para abordar el tema del coronavirus. El equipo de la serie estimó que él era el más idóneo para encarnar en pantalla a un Carlos Alcántara adulto, el personaje al que hasta ahora había prestado únicamente su voz en sintonía con el trabajo actoral que Ricardo Gómez realizó desde que era un niño hasta 2018.

Así que estos días Hipólito compagina el rodaje de la serie con las funciones de Macbeth en el Teatro María Guerrero, en la capital. Allí coincide con su esposa, la actriz Mapi Sagaseta, a la que conoció a mediados de los años ochenta en una zarzuela. No es la primera vez que trabajan juntos. Ya compartieron escenario en la obra La mentira y volverán a hacerlo a partir de enero con Rita, donde interpretarán a dos hermanos. Sobre trabajar al lado de su compañera de vida dice: “Es una suerte enorme la que tenemos porque nos queremos mucho, pero queriéndonos mucho podríamos a lo mejor llevarnos mal a la hora de trabajar. Y en nuestro caso, creo que desde que hacemos cosas juntos estamos todavía más unidos”.

El actor Carlos Hipolito con su esposa e hija, las actrices Mapi Sagaseta y Elisa Hipólito, en los premios de la Unión de Actores en marzo de 2019 en Madrid.Getty

Disfrutan tanto juntos sobre las tablas que a ambos les fascinaría involucrarse en un proyecto en el que pudiera colaborar también su hija, Elisa Hipólito, de 18 años, que sigue los pasos de sus progenitores. El actor la define como una persona profesional, respetuosa con el trabajo y talentosa. “Es una chica estupenda, qué voy a decir yo”, añade Carlos Hipólito muy orgulloso. Padre e hija compartieron escenario en los musicales Sonrisas y lágrimas y Billy Elliot. Ahora la joven se abre su propio camino en la industria y formará parte del elenco del musical Grease que SOM Produce prepara para el año que viene.

Al ejercer todos la misma profesión, en casa de Hipólito se habla mucho de cine, de teatro y de las experiencias que les aporta su oficio. El confinamiento frenó en seco sus agendas. De hecho, el actor no pudo decir adiós a su última obra, Copenhague, como a él le hubiera gustado: “Son funciones que se han quedado en el limbo. En su momento no te pudiste despedir porque no sabías que estabas haciendo la última función. Te quedas con una sensación de rabia de no haber podido cerrar ese círculo en condiciones”. Pero la cuarentena le ha servido para pasar más tiempo con su familia, pues el intérprete acostumbra a compatibilizar su trabajo en el teatro con algún proyecto más en cine o en televisión. Cuando rodó Ninette, de José Luis Garci, iba por las tardes al teatro a representar El método Grönholm; por las noches acataba las órdenes del cineasta y por las mañanas por fin dormía.

Reconoce que en estos más de 40 años de carrera ha pensado alguna vez en tirar la toalla por la elevada carga de trabajo. También cuando perdió a sus padres, quienes le habían transmitido su pasión por este mundo desde que era pequeño. “No tenía muchas ganas de salir al escenario, francamente. Y ahí por momentos pensaba: ‘¿Qué hago aquí haciendo esto?’. Pero luego el tiempo todo lo cura”, comenta sobre aquellos momentos de duelo. Sin embargo, ha persistido en su deseo de contar historias a través de cientos de personajes y a sus 64 años no piensa en retirarse: “Mientras el cuerpo y la cabeza me respondan, yo estaré por ahí en los escenarios o delante de una cámara”.

Esta ambición le ha recompensado con multitud de galardones, como el Premio Corral de Comedias del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro en 2018. Le gustan los halagos, pero intenta no darles excesiva importancia porque “como te los creas eres el tonto del capirote número uno”. Dice que cada vez soporta menos a la gente que se siente superior a los demás y si en su familia —los tres actores— se aprecia un ápice de vanidad, rápidamente los demás paran los pies al que se muestra algo altivo.

Eso sí, presume con mesura de repetir con casi todos los directores con los que ha trabajado, como Carlos Saura (El séptimo día y Goya en Burdeos) y Pilar Miró (El pájaro de la felicidad y Beltenebros), entre otros muchos. “La primera vez que te llama un director puedes pensar que eres su última opción. Pero cuando te llama por segunda vez ya está claro que has congeniado con él y que tu trabajo le ha gustado”, explica con detenimiento, a la vez que añade: “Para mí es un piropo que me echa la profesión”. Le hubiera encantado ponerse de nuevo a las órdenes de su gran amigo Gerardo Vera, director con el que preparaba Macbeth, que falleció el pasado septiembre a los 73 años por coronavirus.

Hipólito cuenta que afortunadamente no tiene que lamentar más muertes cercanas en los últimos meses, pero admite que en algunos momentos del rodaje de Cuéntame cómo pasó ha sido doloroso afrontar el tema de la crisis sanitaria que se desarrolla en la trama, pues se trata todavía de algo demasiado reciente. “Recrear cosas que son amargas es duro. Se te mueve algo por dentro porque además la serie está contando de una manera muy fiel todo lo que ha pasado: las inquietudes, las incertidumbres, los miedos, la angustia…”, expresa.

No obstante, también encuentra emocionante compartir por primera vez escenas con la familia más importante de la ficción española. Al principio incluso lo consideró gracioso por tener que interpretar al hijo de Antonio y Merche cuando Imanol Arias tiene su misma edad y Ana Duato es más joven. “Era muy curioso porque le decía a Ana: ‘¿Cómo te voy a llamar mamá?”, recuerda entre risas. Hipólito es en estos días uno más en el set de grabación, pero un longevo miembro de la familia que ha creado esta producción que lleva casi dos décadas en pantalla: “Al llevar yo tanto tiempo en la serie, somos todos tan amigos, nos queremos tanto, que hay una complicidad enorme”.

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