Mariah Carey, 50 años, cinco Grammys y más de una polémica
La cantante cumple tres décadas en la música y busca reinventarse para no convertirse en una diva sin futuro
Mariah Carey cumple este viernes 50 años y lo hace rodeada de hitos y cifras astronómicas pero también de polémicas que han puesto su futuro profesional al borde del precipicio. La neoyorquina, reconocida por su registro musical de cinco octavas y por sus grandilocuentes estilismos, sigue batiendo récords en el mundo de la música, posee una fortuna estimada en 535 millones de dólares (más de 485 millones de euros) que garanti...
Mariah Carey cumple este viernes 50 años y lo hace rodeada de hitos y cifras astronómicas pero también de polémicas que han puesto su futuro profesional al borde del precipicio. La neoyorquina, reconocida por su registro musical de cinco octavas y por sus grandilocuentes estilismos, sigue batiendo récords en el mundo de la música, posee una fortuna estimada en 535 millones de dólares (más de 485 millones de euros) que garantiza su tranquilidad económica, pero no termina de encontrar el camino para recuperar el éxito de los años en los que llegó a acumular cinco Premios Grammy (dos en 1991 y tres en 2006, gracias a la canción We belong together).
La cantante que pasa los primeros días de aislamiento en su mansión de Beverly Hills, deberá retrasar la celebración de su cumpleaños para otro momento pero este domingo sus fans podrán escucharla y verla cantar desde su domicilio en un festival benéfico contra el coronavirus que ha organizado la cadena FOX y en el que que también participarán otras estrellas de la música como Elton John, Billie Eilish, Alicia Keys o Backstreet Boys.
Carey sigue empeñada en que 2020 sea un año importante en su vida y durante este año se espera el lanzamiento de la que dicen será su autobiografía definitiva I had a vision of love, que está ultimando en estos momentos y ha quiere titular así en homenaje al disco sencillo que la lanzó a la fama en 1990. El libro repasará la vida de la artista que nació en una humilde familia en Huntington (estado de Nueva York), y qué fue ocurriendo para convertirse en la diva de la canción que llegó a ser en la década de los noventa.
Hija de una excantante de ópera y profesora de canto de origen irlandés y de un ingeniero aeronáutico venezolano afroamericano, Carey y su familia soportaron ataques racistas durante el tiempo que vivieron en Huntington y la cantante ha confesado que los desprecios hacia ella llegaban tanto de blancos como de negros por ser mulata. Las muchas horas que pasó sola en su casa le hicieron concentrarse en la música en busca de refugio e imitar a su madre cantando ópera fue una de sus aficiones infantiles, una forma de evadirse de momentos duros como cuando quemaron el coche familiar o llegaron a matar a su perro.
Ya en la escuela secundaria comenzó a grabar en estudios locales; se mudó a Nueva York, estudió estética y continuó con sus pinitos musicales hasta que en 1988 acompañó a la cantante puertorriqueña Brenda K. Starr a una fiesta en la que se encontraba Tommy Mottola, presidente de la discográfica Columbia Records, y Starr le entregó una maqueta de Carey. Ahí empezó Mariah a vivir su propio cuento de la Cenicienta. Comenzó a despegar como intérprete y terminó por casarse con Mottola cinco años después. Él fue quien invirtió su dinero para lanzar en 1990 el álbum Mariah Carey, que llegó a ser el más vendido del año en Estados Unidos.
Su unión sentimental no duró tanto como el éxito como cantante, pero Carey también se ha visto envuelta en polémicas que se han convertido también en parte de su biografía: excentricidades, exceso de alcohol en alguno de sus conciertos, entregas de premios y entrevistas, impuntualidad en sus citas profesionales, exigencias de diva cuando viaja, polémicas con algunos de sus empleados más cercanos, como su exrepresentante Stella Stolper o su exasistente personal Lianna Azarian, también pesan en su historial.
Aunque será para siempre la intérprete del álbum más vendido en todo el mundo, Music Box, y del disco navideño más vendido de todos los tiempos, Merry Christmas, también se la recordará por protagonizar una de las más bochornosas actuaciones en la tradicional gala de Año Nuevo en Times Square para dar la bienvenida a 2017, donde pese a sus excusas sobre el sonido quedó en la memoria de todos signos de su estado de embriaguez.
Para sus admiradores seguirá siendo la ganadora de cinco Premios Grammy, 21 World Music Awards, 11 American Music Awards y 14 Billboard Music Awards; y la cantante que interpretó junto a Whitney Houston el tema principal de la película ‘l Príncipe de Egipto, When you believe, y consiguió ganar el Oscar a la mejor canción original en 1998. También una de las intérpretes que consigue llenar noche tras noche cuando actúa en Las Vegas. Pero ella sabe que la diva no puede seguir permitiéndose excentricidades si no da la talla sobre el escenario, y ahí se encuentra, buscando el camino que vuelva a hacerla brillar como cuando era la reina de las noches de premios.