Los ‘yatekomo’ caseros: cómo hacer tus propios fideos instantáneos

Preparar unos ‘noodles’ instantáneos en casa a los que sólo tengas que añadir agua hirviendo en el último momento es posible. Te enseñamos el método y dos recetas concretas de estilo thai y japonés

Vídeo: MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA | UNTO

Las sopas de fideos instantáneas más o menos asiáticas son pura comodidad: añades agua hirviendo, remueves y ya están listas para zampar. El mundo sería un lugar maravilloso si no tuvieran pegas nutricionales —uso de harinas y grasas de baja calidad, potenciadores de sabor y sal a cascoporro— y gastronómicas (muchas son tan planas como un caldo de Avecrem).

Además de ganar en sabor y disfrute, con unos pocos minutos de trabajo en la cocina nos podemos evitar esos dos peros y quedarnos con la ventaja. Con nuestro cómodo método en cinco pasos —base, verduras, proteína, pasta y toppings, podrás preparar unos fideos instantáneos unos 10 millones de veces más sabrosos y sanos que los yatekomos y similares. Te los puedes llevar al trabajo o tenerlos en casa, y justo antes de consumirlos, bastará con que les añadas agua, agites el recipiente y esperes cinco minutos.

Para preparar estos noodles instantáneos necesitas un bote de cristal o de plástico con tapa, que se pueda cerrar herméticamente. En él deberás meter todos los ingredientes en diferentes capas y en un orden específico. Nosotros vamos a hacer dos versiones, una a la tailandesa y otra a la japonesa, pero lo importante es que aprendas la estructura para que puedas prepararlo con los ingredientes que quieras.

Base

Es lo que dará sabor al caldo, por lo que conviene buscar ingredientes con sabor intenso o concentrado. Para una ración de la versión tailandesa, mezclamos 1 cucharada de pasta de curry amarillo, 2 cucharadas de leche de coco, 1 cucharada de salsa de pescado y 2 cucharadas de zumo de lima.

Para la versión japonesa utilizamos 1 cucharada de pasta de miso, 1 cucharada de vinagre de arroz, 1 cucharada de salsa de soja y 1 cucharadita de concentrado de carne.

También podrías poner otros ingredientes como kimchi, jengibre, ajo o cebolla en polvo, otras especias, alguna salsa picante, aceite de sésamo o salsa Worcestershire, entre otros.

Verduras

Una vez tenemos la pasta base, añadimos el resto de ingredientes. En el caso de las verduras, debes tener en cuenta que el agua caliente no las va a cocinar por completo, así que elige aquellas que puedas comer semicrudas. Laminarlas o picarlas finas ayudará a que se cocinen un poco más. Si tienes sobras de verduras asadas o de otra comida que hayas preparado, puedes aprovecharlas perfectamente.

Para nuestra versión tailandesa pondremos un cuarto de calabacín, un par de champiñones cortados en láminas finas y un trozo de la parte verde de una cebolleta picado en juliana.

Para la versión japonesa, un puñado de espinacas baby, setas enoki y un trozo de la parte verde de una cebolleta en juliana.

Otros ingredientes que puedes usar: guisantes, brotes de soja, cebolla cortada en juliana fina, maíz o zanahoria rallada o laminada.

Proteína

Puedes utilizar proteína de origen animal, teniendo en cuenta que tendrás que cocinarla previamente, o de origen vegetal. Si tienes sobras de pollo u otra carne asada, es una oportunidad perfecta para sacarles partido.

En nuestra versión tailandesa usamos pollo; en la japonesa, tofu marinado en salsa de soja. También podrías tirar de huevo mollet, gambas cocidas, ternera o cerdo; y tempeh o seitán para opciones vegetarianas o veganas.

Pasta

Si tu propósito es ahorrar tiempo, elige unos fideos asiáticos finos que se cocinen rápido —como los de trigo instantáneos— con el agua caliente que le echarás al bote. Si no, puedes utilizar espaguetis comunes o cualquier otra pasta larga cocida previamente. Nosotros hemos elegido dos opciones que no requieren cocción previa: vermicelli, es decir, fideos finos de arroz, para la versión tailandesa, y fideos udon para la japonesa.

Toppings

Con todo esto ya tendrías un plato bastante completo, pero puedes darle un toque extra añadiendo algunos toppings. Piensa en ingredientes que puedan aportar acidez, frescura, picante o crujiente.

Para la versión tailandesa, rematamos con zumo de lima, cacahuetes picados y cilantro. Y para la japonesa, alga nori picada y chile en copos.

Si quieres separarlos del resto de ingredientes para que no se te mezclen al echar el agua, ponlos aparte en un tarrito o bolsa de cierre hermético, y añádelos cuando ya tengas la sopa lista.

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