La generación Z y los ‘millennials’ desencadenan la vuelta del movimiento abstemio ‘Templanza’
The Virgin Mary Bar, un bar pionero nacido en Dublín, ofrece un menú innovador de cócteles, cervezas y vinos sin alcohol, elaborados para ofrecer la misma sofisticación que sus homólogos con alcohol
El Temperance Movement (Movimiento Templanza, o tendencia de abstinencia) no es del todo nueva: El movimiento antialcohólico en el norte industrial del Reino Unido comenzó a principios del siglo XIX como antídoto a la cultura del consumo excesivo de alcohol en esa época. Aproximadamente, una de cada diez personas abandonó el alcohol para recuperar el control de sus vidas y su productividad en el trabajo. En lugar de tomarse una pinta de cerveza antes o después de su jornada laboral, se dirigían a un bar seco y disfrutaban de un zumo o un té mientras socializaban.
El movimiento abstemio popularizó muchas de las bebidas no alcohólicas que hoy resultan tan familiares en el Reino Unido e Irlanda como la cerveza de jengibre, los cordiales (no confundir con el dulce murciano), la limonada y varios sabores de té. Pero en la década de los cincuenta, el movimiento por la sobriedad ya había pasado de moda. La cultura joven emergente de la posguerra se estaba redefiniendo a través del rock and roll y al igual que en la Movida madrileña, el espíritu hedonista de posguerra de las islas británicas estaba teniendo su momento, un momento que duraría generaciones. Es decir, hasta ahora.
Pero, de nuevo, el movimiento por la abstinencia está ganando fuerza, sobre todo entre los millennials y la generación Z. Datos del informe Drink Aware de 2019 revelaron que el 25% de la generación Z en Gran Bretaña se identifica como abstemia. En Irlanda, el Instituto Nacional de Drogas informa que el número de jóvenes abstemios aumentó del 17% en 2006-2007 al 28% en 2019-2021.
A lo largo del Reino Unido, el número de locales libres de alcohol va en aumento: está Jazu en Londres y Hinterland en Manchester; así como Freed Up, una noche sin alcohol que se celebra mensualmente en la discoteca Blackfriars de Glasgow. A diferencia de los bares tradicionales que simplemente complementan su carta con algunas opciones sin alcohol, estos lugares hacen de las bebidas sin alcohol la pieza central de su oferta, y para Dublín, ciudad sinónimo de pubs históricos y animada vida nocturna, el bar pop-up (temporal) sin alcohol se está expandiendo.
Con el apropiado nombre de The Virgin Mary Bar, inaugurado en 2019 por las hermanas Sarah y Nicola Connolly y el marido de Nicola, Vaughan Yates, este fue uno de los primeros pubs completamente libres de alcohol en el Dublín contemporáneo. Su menú es una mezcla innovadora de cócteles, cervezas y vinos sin alcohol, elaborados para ofrecer la misma sofisticación que sus homólogos con alcohol. Por ejemplo, el Burnt Spritz es una mezcla de Nona Spritz (spritz sin alcohol), Gimber (jengibre, limón, hierbas y especias), cítricos quemados, manzanilla, limón, refresco de naranja y ginseng coreano. El Virgin Maria combina Lyre’s Agave (tequila sin alcohol), Fire & 5th (una bebida espirituosa alternativa sin alcohol diseñada para simular el picante y el efecto del alcohol con chile, jengibre y pimienta negra), Osco Verjus (un zumo ácido de frutas verdes), tomate y albahaca morada (una hierba antioxidante popular en el sur de Asia, donde se la conoce como tulsi). El Dirty Vesper es un cóctel con infusión de eneldo, vermú sin alcohol y aderezado con enebro, salmuera de aceitunas, vinagre y un toque de aceite de CBD.
Aunque este bar de Dublín ha cambiado a un modelo itinerante para atender a sus clientes en eventos y festivales, fue durante cuatro años un paraíso para aquellos que buscaban disfrutar del ambiente de pub de Dublín sin beber alcohol. “Teníamos una base de clientes bastante amplia de diferentes grupos de edad, hombres y mujeres, personas que tenían citas”, recuerda Sarah Connolly. “Podía haber un baby shower, ya sabes, grupos de mujeres embarazadas, y podían estar otras personas por razones religiosas. Simplemente, significó que estábamos incorporando a todo tipo de personas en todos los ámbitos. Y para nosotros, fue maravilloso verlo”. Este ambiente acogedor también contribuyó a construir una imagen de esta empresa familiar como una alternativa segura a la vida nocturna tradicional. “Nuestro lugar era un lugar donde venir y disfrutar bebiendo sin el tipo de degradación que ocurriría más tarde en la noche”, agrega Yates.
Este cambio refleja una creciente priorización de la salud y el bienestar, junto con un rechazo a las normas sociales tradicionales que alguna vez giraron en torno al consumo de alcohol. Como resultado, la industria de las bebidas sin alcohol está en auge. La cerveza sin alcohol acapara el 7% del mercado en toda Europa y un notable 14% en España. En Irlanda, las ventas de cerveza sin alcohol crecieron un 18% en 2022, todo según el organismo Drinks Ireland, que representa los intereses de los fabricantes y proveedores de bebidas alcohólicas en la isla de Irlanda. “Basta con mirar el éxito de la cerveza sin alcohol Guinness”, dice Yates. “Están invirtiendo 30 millones de euros en su producción porque sus niveles actuales no pueden satisfacer la demanda”.
Las tendencias estacionales también influyen en el éxito de The Virgin Mary. Si bien diciembre trae celebraciones navideñas, enero atrae a quienes buscan mantener conexiones sociales mientras persiguen propósitos de año nuevo más saludables. Sin embargo, Yates reconoce que el precio sigue siendo un factor en el mercado sin alcohol. “Incluso las grandes empresas producen bebidas sin alcohol en un volumen mucho menor que sus bebidas alcohólicas, lo que tiene un impacto en el coste por unidad. Cuando se produce cerveza artesanal, se elabora como un producto alcohólico y luego el alcohol se elimina en una etapa adicional. Es trabajo extra, por lo que se puede entender por qué es más caro”, explica. Pero a pesar del mayor costo, la falta de alcohol también elimina la necesidad de una licencia para servir alcohol, lo que hace que empresas como The Virgin Mary sean aún más accesibles para los hosteleros.
El Movimiento Templanza moderno también está influenciado por cambios culturales, como la creciente influencia de las comunidades musulmanas, que a menudo optan por sitios libres de alcohol. De hecho, Vaughan y Sarah ahora han expandido la franquicia The Virgin Mary a otros lugares del mundo, abriendo bares pop-ups y permanentes en Riyadh, Abu Dhabi y Dubai. Vaughan Yates dice: “Se trata de socialización de larga duración, lo que creemos que es el futuro para las personas que quieren seguir un estilo de vida saludable con actividades sociales”. Aquellos que apostaron por los bares secos a principios del siglo XIX, sin duda, brindarían por ello.