Los dulces de los conventos se actualizan sin perder la tradición: artesanos y de alta calidad
En los últimos años, las órdenes monásticas han modernizado sus catálogos con nuevas elaboraciones como panetones o inventos nacidos de escuelas de alta cocina
En Navidad muchos hogares buscan llenar la mesa de alimentos un poco más especiales de lo habitual, y esto engloba tanto los platos salados como los dulces. Elegir elaboraciones de convento suele ser garantía de calidad y tradición, aunque en los últimos años los monasterios se han lanzado a innovar con nuevos productos, ingredientes y texturas. Hasta hace poco, para poder probar sus productos era imprescindible acercarse al torno y solicitarlos en persona, pero hoy en día es bastante común adquirir los mantecados o las pastas en mercadillos o por Internet, tanto en la propia web de la comunidad monástica como en otras páginas, que, a modo de torno virtual, distribuyen sus dulces. Entre ellas se encuentran a Contemplare, Hecho con Fe, El Jardín del Convento o Delicias Monásticas e incluso en la zona gourmet de las grandes superficies.
Los panetones comparten espacio con las empiñonadas o los polvorones de toda la vida (con o sin azúcar) en estos obradores y en sus tiendas se puede ver cómo se han reinventado uniendo recetas centenarias con algunas que solo llevan unas décadas con nosotros, sin renunciar a la calidad de siempre ni a los ingredientes de cercanía, que han venido usando hasta ahora como materia prima.
Además, hay conventos que atesoran recetas que han ido pasando de generación en generación, como es la de los polvorones de las clarisas de Estepa y otros que hacen cursos de repostería, buscando dar respuesta a una demanda cada vez más sofisticada. Esta es una selección de algunos de los mejores productos que se pueden adquirir online:
Polvorones con la receta más antigua en Estepa
En el convento de Santa Clara de Estepa se conserva la receta escrita más antigua de polvorón, como no podría ser de otra manera, dado que este dulce está siempre unido al nombre de la localidad sevillana. Pero no solo elaboran polvorones, también yemas de Santa Clara y marrón glacé de castañas.
Los polvorones de canela están elaborados y envasados a mano y liados a moño (de uno en uno envolviéndolos como caramelos) siguiendo su receta clásica, que ellas afirman que es la más antigua que se conserva de este dulce navideño. Data de 1780. Como sucede en los alimentos tradicionales, es muy difícil trazar el origen de los mismos, ya que, como señala Rosa Tovar, “hay dulces muy parecidos en otros puntos del planeta como en Irán, donde se come un producto similar en el que la harina de trigo se prepara sin tostar” y no se puede saber con seguridad cuál fue la primera receta escrita. El presidente de la Academia Andaluza de Gastronomía, Iván Llanza, explica que “no se puede negar la influencia de las religiosas en la difusión de este dulce” tan popular en Estepa, aunque tampoco puede decir con seguridad que la suya sea la primera receta. Los polvorones de las clarisas son habituales de las cestas de Navidad de empresas como Inditex, con diseño propio y nombre elocuente: “Polvorón del Convento” (solo disponible en la web de la Fundación Contemplare o en su tienda física, por 5,50 euros). Dirección: Cerro de San Cristóbal s/n. Estepa (Sevilla). Teléfono: 955 91 32 20.
Panetone y galletas desde 1949
El panetone es un dulce de origen italiano que cada vez está más presente en las mesas navideñas españolas. Las monjas clarisas reparadoras de Vilar de Astrés (Ourense) elaboran el suyo en cuatro versiones: la clásica con naranja y pasas; una con nuez, pasas y chocolate; otra de naranja y chocolate; y una solo con chocolate. Los panetones de este monasterio son ligeros e incluyen ingredientes de proximidad como las naranjas y la mantequilla, y cuestan 15 euros.
Esta congregación compagina los dulces italianos con un surtido de galletas más tradicionales desde 1949, entre las que se incluyen las galletas de polvorón, las benitiñas, las nonas o los bastoncitos de San José. Dirección: Carretera Villar a Madrosende, 50. Vilar de Astrés (Ourense). Teléfono: 988 06 13.
Flores de Santa Brígida con receta de Le Cordon Bleu
Las flores de Santa Brígida han sido de los últimos dulces en sumarse al catálogo de las brígidas de Paredes de Nava (Palencia). Este producto, fabricado a base de nata y almendra, es el fruto de un curso de repostería que algunas hermanas hicieron en 2023 en Le Cordon Bleu de Pozuelo de Alarcón y cuesta 10,50 euros. Estos cursos los organiza la Fundación Contemplare para los monasterios con los que trabajan y sirven para que las monjas —de dos en dos, becadas, en talleres intensivos— aprendan a innovar en su catálogo o a mejorar lo que ya tienen en él incorporando nuevas técnicas o ingredientes. Dirección: Plaza San Francisco, 2. Paredes de Nava (Palencia). Teléfono: 979 83 02 47.
Polvorones sin azúcar de La Rioja
Una de las innovaciones que han puesto en marcha las comunidades monásticas es ofrecer productos especiales para personas que tienen restricciones alimentarias de todo tipo. Las monjas cistercienses del monasterio de Nuestra Señora de Vico en Arnedo (La Rioja) elaboran desde hace unos años unos polvorones sin azúcar, en los que, además de los ingredientes tradicionales, como son la harina de trigo, la manteca de cerdo y la canela, se les añade maltitol para reducir su contenido en glucosa, lo que da lugar a un polvorón muy sabroso con una textura ligera apto para diabéticos. Su precio es de 7,39 euros.
En el catálogo de este monasterio, también encontramos unas pastas llamadas “aleluyas” sin azúcar, elaboradas con una mezcla de harina y zanahoria y otras llamadas “caprichos sanos”, cuyos ingredientes son aceite de oliva y girasol, harina integral, almendra, muesli y anís. Dirección: Lugar de Monasterio de Vico, 2. Arnedo (La Rioja). Teléfono: 941 38 02 95.
Empiñonados de nivel en Ciudad Real
Los empiñonados de las clarisas de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) son un clásico desde hace años. Son bolitas de mazapán recubiertas de piñones, en una mezcla de texturas y sabores navideños a más no poder. Con solo cuatro ingredientes –almendra, azúcar, clara de huevo y piñones–, las monjas elaboran este producto de alta calidad disponible todo el año, no solo en fiestas, y los venden por 10,50 euros. Sus dulces se pueden comprar tanto en persona como online, y abarcan desde los tradicionales almendrados, caprichos de mazapán o unas pastas noruegas con pistacho. Dirección: Calle Soledad, n.º 58. Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real). Teléfono: 926 89 62 08.
Turrón de las monjas en frascos
La comunidad de Iesu Communio decidió hace unos años darle una vuelta a su catálogo de dulces y compagina productos tradicionales como las trufas o los mostachones con otros más novedosos como el turrón de las monjas, que se vende en frascos y consiste en pequeños bocados de guirlache natural (azúcar al punto de caramelo con almendra) al que se le da un toque de chocolate negro. Es posible adquirir su turrón (9,50 euros), sus trufas o sus bombones de mazapán en sus tres sedes en La Aguilera, Godella y en el monasterio de clarisas de Lerma (todas en Burgos). Dirección: San Pedro Regalado s/n. La Aguilera (Burgos), Plaza Santa Magdalena Sofía. Godella (Valencia), Plaza Santa Clara s/n Lerma (Burgos). Teléfonos: 960 04 64 81 y 692 66 28 03.