Madrid se queda sin su gran tienda de vinos: cierra Lavinia
El grupo español no renovará el 31 de enero de 2024 el alquiler del buque insignia de la compañía, con más de mil metros cuadrados, que el año pasado registró unas pérdidas de 691.000 euros
Madrid perderá su tienda más icónica de vinos. El próximo 31 de enero cerrará sus puertas Lavinia, el buque insignia de mil metros cuadrados, que el grupo español de origen francés abrió en 1999 en plena milla de oro de la capital, en el número 16 de la calle Ortega y Gasset. La clausura, según fuentes de la compañía, es consecuencia de la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la propiedad del local —un fondo familiar, del que los dueños de Lavinia tienen un pequeño porcentaje— para la renovación del contrato de arrendamiento comercial de la superficie. Este cierre implicará, además, el inicio de un expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a una parte importante del equipo de profesionales que trabajan actualmente en Lavinia España: a los más de 20 empleados de la tienda, y a una parte de la plantilla —más de una docena de personas—, que compone el área de servicios generales de la compañía.
La empresa no contempla la apertura de una nueva tienda de características similares a la del barrio de Salamanca, puesto que el coste de la misma y las nuevas tendencias de consumo hacen más favorable un modelo con mayor peso de la actividad online, combinada con tiendas de menor tamaño en zonas estratégicas, como las que Lavinia instaló en La Moraleja Green o en La Finca —esta última constituye, según el grupo, uno de los proyectos más ambiciosos, alineado con las nuevas demandas del mercado—. “La de Ortega y Gasset es una tienda icónica, la más bonita y espectacular de Lavinia en el mundo, y es una pena que no hayamos podido renegociar el contrato de alquiler. Supone una pérdida para la ciudad, para el barrio y para el mundo del vino, ya que era un punto de encuentro de expertos y aficionados”, asegura Juan Manuel Bellver, director de Lavinia España, en conversación telefónica con EL PAÍS.
Este movimiento se enmarca dentro de las grandes operaciones inmobiliarias que se mueven en el epicentro comercial del sector del lujo en Madrid. Sirva como ejemplo de los desorbitados precios que se manejan en la zona, el local que se encuentra a la venta en el número 65 de la calle Ortega y Gasset, con el metro cuadrado a 5.067 euros. En el portal inmobiliario Belbex, el precio medio de los locales en alquiler en esta zona es de 4.990 euros al mes. Un espacio de 208 metros cuadrados se comercializa a 9.000 euros en el área del Marqués de Salamanca, próximo a la citada calle. El local más barato tiene un precio de 292 euros al mes, y el alquiler más elevado asciende a 75.000 euros mensuales.
El cierre de la tienda supone la desaparición de una pequeña firma española en medio de un enjambre de locales pertenecientes a grandes capitales extranjeros. Lavinia forma parte de un vecindario al que pertenecen casas como Valentino, Chanel, Loro Piana, Celine, Hermès, Balenciaga o Dolce & Gabbana. La compañía fue fundada por dos enamorados del vino, Pascal Chevrot y Thierry Servant, este último fue presidente de la misma hasta 2015, cuando falleció a los 63 años en un accidente en Suiza haciendo senderismo. Le sucedió en el cargo su hija, Charlotte Servant, que dirige la firma junto a su marido, Matthieu Le Priol. Manejan una cartera de más de 4.000 vinos, cavas, licores y accesorios, de más de 30 países diferentes. Está presente, además de en España, en Francia y Suiza. Según los registros de Insight View, en 2022 Lavinia España facturó 10,89 millones de euros, con unas pérdidas de 691.000 euros. Según la misma fuente, el pasado año, la compañía dio empleo a 46 trabajadores (19 hombres y 27 mujeres).
El cierre del local no afectará al resto de la actividad del grupo: se mantendrá la tienda online de la web, la distribución y toda la actividad B2B (de negocio a negocio), que sigue creciendo, así como las dos tiendas de la Moraleja y La Finca.
Puedes seguir a EL PAÍS Gastro en Instagram y X.