Xandra Falcó: “En la boda de mi hermana Tamara se beberá mi vino rosado”
Trabajó durante años en la bodega familiar del Marqués de Griñón, que abandonó para iniciar otros proyectos, entre ellos crear su propia marca con los bodegueros de Sierra de Cantabria
Llega a la cita en uno de los elegantes salones del hotel Ritz de Madrid con retraso. Es una tarde especial para Xandra Falcó (Madrid, 56 años): presenta en sociedad la nueva añada del vino que comenzó a elaborar con Sierra de Cantabria en el primer año de la pandemia, un recuerdo que lleva consigo y del que quiere evitar todo halo de tristeza —en seis meses fallecieron su padre, Carlos Falcó, su tío, Fernando Falcó, y su marido, Jaime Carvajal—. La vida continúa, afirma, y fuera en el jardín, donde suena jazz en vivo, la esperan sus invitados. Hay empresarios, bodegueros, profesionales del mundo del arte, cocineros y familiares, entre ellos su suegro, Jaime Carvajal y Urquijo, o sus cuñadas, Victoria Carvajal y Amparo Corsini.
Pregunta. Tiene un vino que llevan sus iniciales, XF.
Respuesta. Es un proyecto que nace de la ilusión, de la continuidad y de querer seguir en el mundo del vino, después de dejar la bodega familiar [Bodega Pagos de Familia Marqués de Griñón] y también de aportar algo nuevo, por eso pensé en el mundo del rosado, porque es un vino que todavía tiene mucho que demostrar. Fuera de España está super de moda, pero aquí todavía cuesta un poco. Es un vino fantástico, por la temperatura, el clima, y encaja con el estilo de vida mediterráneo. Es un vino de disfrute y gastronómico. No quería hacer un rosado cualquiera.
P. ¿Ahora hace vino por encargo?
R. La bodega no es mía, pero este es un proyecto conjunto con Marcos y Miguel Eguren. Me juego los cuartos, pero de manera conjunta.
P. Echa de menos tener una bodega propia.
R. Echo de menos toda esa época, que fue maravillosa. El mundo del vino es un mundo de familias. Sigo siendo accionista de la bodega familiar, aunque no estoy en el día a día lo sigo llevando dentro. No llevo las riendas, pero sigo ahí metida. El mundo del vino forma parte de mi vida, te atrapa y te ayuda. Es siempre a medio y largo plazo. Desde que piensas en un proyecto hasta que ese vino se hace pasa mucho tiempo. Las cosas de calidad se tienen que hacer despacio, y el tiempo, las raíces y el campo te ayudan a pasar los tragos difíciles también.
P. Pero la vida pasa muy deprisa.
R. Muy deprisa. Acabo de llegar de la graduación de mi hija mayor en Nueva York. Ha sido increíble, ya tiene 23 años y ha terminado su carrera universitaria. Es espectacular, te asusta. Pasa muy deprisa. Y en el mundo del vino todo va más lento. Y en este caso es una marca nueva con buenos apellidos, pero con su propio nombre. Y cuesta hacerte un hueco.
En Estados Unidos, el rosado es el champán de los jóvenes. Allí los jóvenes solo beben vino rosado. Esa es mi ambición, que en España el rosado sea el vino de referencia para las celebraciones.Xandra Falcó
P. En su caso, será más fácil. Lleva el apellido Falcó, que cada vez es más mediático.
R. Siempre lo ha sido, pero es posible que cada vez lo sea más. Lo he vivido de la mano de mi padre, y ser conocido, obviamente, te ayuda a contar lo que estás haciendo, pero es fundamental hacer las cosas bien. Si eres conocido, pero haces las cosas mal, no saldrá adelante el proyecto. Partimos de la calidad, de hacer todo hacia la excelencia.
P. Ha vivido bajo la elegante sombra de su padre, el marqués de Griñón, y ahora bajo el fenómeno de su hermana Tamara.
R. Totalmente. Siempre seré hija y hermana de, pero yo creo en mi proyecto e insisto en que el mundo del vino es muy especial, donde el marketing habitual de otros productos no funciona. En el vino de calidad tienes que ser de verdad, tiene que haber raíces, viñedos, saber hacer, y si eso no está no funciona. La parte mediática está ahí, pero yo soy más vertical, más de profundidad. Eso no quiere decir más que mi padre o que mi hermana, lo que quiero decir es que mi proyecto es en profundidad y a largo plazo. Y hay veces que lo más mediático es más fugaz. Pero en la boda de Tamara brindaremos con XF.
P. ¿Se beberá su vino en la boda?
R. Sí, se va a servir el vino. Ya hemos brindado en la pedida de mano y brindaremos en la boda con el rosado. Es una buena tarjeta de presentación. Las marcas hay que construirlas paso a paso y con pies de plomo. La visibilidad es importantísima, pero también hay que estar en los restaurantes y en las tiendas.
P. Es un voto de confianza por parte de la familia.
R. La familia está muy unida, y nos queremos muchísimo. Lo hemos demostrado, y los cinco hermanos nos queremos y nos apoyamos siempre.
P. Ha tomado las riendas de su padre en el Círculo Fortuny, la asociación sin ánimo de lucro que promueve las marcas culturales y creativas de prestigio, ¿qué es para usted el lujo?
R. Es el conocimiento, el saber hacer, el oficio, que llevado a cabo durante años lleva a la excelencia. El lujo va unido al precio, pero cuando hay una cadena de valor detrás que lo demuestra. Es cultura, saber hacer, son las manos de un maestro artesano. Hablar de la marca España desde la excelencia contribuye a que nuestra marca de país sea mejor, y ayuda a vender nuestros productos, empezando por los vinos o los aceites, fuera de España.
P. Hacer vino fuera de la familia, ¿le da más libertad?
R. Sí. En la bodega era muy feliz y con mi padre trabajaba muy bien. Al final, hacer tu propio proyecto te da más libertad porque eres tú. A mí en el mundo del vino me quieren y me conocen mucho, a pesar de la hija de y la hermana de, pero también soy Xandra. He gastado mucha suela. He trabajado mucho y me he esforzado, ya que es la única manera de que salgan las cosas. Si no, por mucha visibilidad que tengas no salen.
P. ¿Habrá nueva generación bodeguera en la familia?
R. Esperemos que las atraiga. A mis hijas les encanta el mundo del vino, les encanta el campo, pero de momento cero presión. Tienes que llegar a ello. Yo entré tarde. Estaba involucrada de pequeña, me encantaba el campo, las catas y todo lo que tenía que ver con la bodega, pero no empecé a trabajar con mi padre hasta los 30 años.
P. ¿Le preocupa el cambio climático y cómo está afectando al vino?
R. El ciclo vegetativo desde que brota la viña hasta la vendimia es importantísimo, cuando hace demasiado calor o cuando no llueve hace que tengamos años complejos. El que sea seca también ayuda a que haya menos enfermedades, pero sí se empieza a notar. Genera tensión, tienes que estar más encima del viñedo, haciendo podas verdes, quitando hierbas. En nuestro caso es una agricultura sostenible, con la menor intervención posible, pero te exige más.
P. ¿Le ha costado mucho hacer este rosado?
R. Me ha costado romper moldes. Al principio, cuando les propuse a Marcos y Miguel lo del rosado —estaba también mi tío Fernando, que era consejero de la bodega—, se quedaron sorprendidos, y me dijeron que hiciéramos un proyecto de tintos juntos. Les dije que había que hacer algo nuevo, distinto, donde yo pudiera aportar algo diferente. Y no hay grandes rosados en España hechos desde el viñedo. Tenemos un clima para producirlos y para consumirlos. En Estados Unidos, el rosado es el champán de los jóvenes. Allí los jóvenes solo beben vino rosado. Esa es mi ambición, que en España el rosado sea el vino de referencia para las celebraciones.
P. Muchas bodegas ya tienen su rosado.
R. Sí, pero en este caso, y era lo que quería aportar, es que este es mi primer vino, y en muchos casos, el rosado es el tercer vino para una bodega. Este en lo que me quiero centrar y demostrar que hay grandes rosados en España, y poner mi nombre en este proyecto. De momento, son 30.000 botellas y 1.000 mágnums, y el precio en tienda es de 19 euros.
P. Ahora los rosados son caros.
R. En la historia de los rosados ha habido muchos baratos y hechos con las uvas menos importantes, y de menos calidad, y aquí hemos hecho lo contrario, hemos elegido las mejores uvas para hacer un rosado de estas características. Para mí es mi buque insignia, por lo que la selección de uvas tiene que ser muy buena. Es un vino floral, elegante, pero al mismo tiempo tiene un paso de boca amplio, y es un vino gastronómico.
P. ¿Habrá más vinos XF?
R. Veremos, hay que esperar.