Un millar de asociaciones de padres de Madrid se unen a la huelga de docentes y médicos el 26 de mayo

La FAPA Francisco Giner de los Ríos denuncia el “maltrato al profesorado madrileño” y las “políticas destructivas” en materia de educación del Gobierno regional

Una familia durante la manifestación en Madrid, convocada por primera vez de forma conjunta por padres, profesores y alumnos para todos los niveles de la enseñanza pública en España, el 28 de octubre.ULY MARTÍN

Suma y sigue. Las asociaciones de padres de Madrid se unen a la huelga convocada por los docentes y los sanitarios el próximo 26 de mayo, dos días antes de las elecciones del 28-M. “Es el momento. Las políticas destructivas del Gobierno regional llevan muchos años deteriorando los servicios públicos”, defiende María Carmen Morillas, presidenta de la FAPA Giner de los Ríos, que aglutina a un millar de asociaciones de padres y madres de los centros educativos de la región. Este viernes, todos paran. Los sanitarios contra la temporalidad ...

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Suma y sigue. Las asociaciones de padres de Madrid se unen a la huelga convocada por los docentes y los sanitarios el próximo 26 de mayo, dos días antes de las elecciones del 28-M. “Es el momento. Las políticas destructivas del Gobierno regional llevan muchos años deteriorando los servicios públicos”, defiende María Carmen Morillas, presidenta de la FAPA Giner de los Ríos, que aglutina a un millar de asociaciones de padres y madres de los centros educativos de la región. Este viernes, todos paran. Los sanitarios contra la temporalidad ―un 53,9% de los médicos de los hospitales no tiene plaza fija―, los profesores por recuperar la jornada de las 35 horas semanales, reivindicación que comparten con los facultativos, y las familias por la defensa y mejora de la educación púbica en la Comunidad de Madrid.

“Las familias nos trasladan sus quejas y preocupaciones constantemente”, dice Morillas, y enumera las que más se repiten: la construcción de colegios e institutos públicos por fases, lo que lleva a muchos alumnos a dar clase en barracones, por falta de aulas; los problemas de climatización en los centros y los planes “insuficientes” para hacer frente a olas de calor; o la falta de oferta pública. “Hay distritos de la capital que no llegan ni al 13% de oferta de plazas en la pública, como el de Salamanca”, señala la presidenta de la FAPA. También denuncia las cesiones gratuitas de parcelas de suelo público para la construcción de centros concertados. El Ayuntamiento y la Comunidad firmaron, por ejemplo, dos acuerdos en mayo de 2022 para construir colegios concertados en Valdebebas y Vallecas a cambio de ceder gratis dos parcelas valoradas en más de 11 millones de euros.

Estas denuncias se suman a las de los docentes, que el pasado jueves anunciaron su participación en la huelga, coincidiendo con el tercer paro sanitario. Las reivindicaciones de los sindicatos convocantes, CC OO, UGT y CSIT ―los tres centrales con mayor representación en el sector público― son varias y vienen de lejos: el regreso a la jornada laboral de 35 horas semanales frente a las 37,5 actuales, la reducción de la carga lectiva al nivel del resto de las comunidades, una equiparación de los sueldos ―un profesor en Euskadi gana de media 2.609 euros frente a 2.224 de Madrid, la segunda retribución más baja tras Aragón, según los sindicatos― y la excesiva burocracia.

La vuelta a la jornada de 35 horas también atraviesa el conflicto laboral de los sanitarios. En diciembre de 2011, en plena crisis económica, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP), aprobó un aumento de la jornada laboral de los funcionarios hasta las 37,5 horas por semana. Los sanitarios criticaron ampliamente la medida y denunciaron que traía consigo una pérdida de poder adquisitivo.

Desde entonces, 10 comunidades han recuperado el modelo de las 35 horas ―Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, La Rioja, Canarias y Baleares―, muchas de ellas después de reiteradas manifestaciones y huelgas de los profesionales. Y en otras, como Aragón o la Comunidad Valenciana, han pactado acuerdos. Los médicos de la capital piden que se aplique también en la Comunidad de Madrid, y lo mismo los docentes.

“Llevamos años con dinámicas de pedir, de proponer, de reivindicar. Pero nos encontramos con que los servicios están cada vez más mermados”, critica Morillas. Las familias han dicho basta y llaman a todos los madrileños a secundar los paros del viernes. “Hay mucho en juego”, concluye.

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