Las becas para Bachillerato privado de Madrid: por qué Ayuso habla de rentas de 35.000 euros cuando se han ampliado a hogares que ingresan más de 100.000
Las órdenes aprobadas por el Gobierno regional establecen unos requisitos para los beneficiarios de las becas que triplican el techo máximo de renta que había hasta ahora
Las becas de la Comunidad de Madrid para cursar el Bachillerato en un instituto privado se pueden conceder a familias que cobran hasta 35.913 euros al año, como insiste la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, pero si la familia tiene dos miembros, también puede aspirar a las ayudas si sus ingresos no superan los 71.826 euros; si tiene tres (por ejemplo, una pareja con un hijo), puede hacerlo si sus miembros no cobran más de 107.739; si el hogar lo integran cuatro personas, el tope son 143.652, y si son cinco, 179.565, según consta en la documentación oficial, a pesar de que Ayuso ...
Las becas de la Comunidad de Madrid para cursar el Bachillerato en un instituto privado se pueden conceder a familias que cobran hasta 35.913 euros al año, como insiste la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, pero si la familia tiene dos miembros, también puede aspirar a las ayudas si sus ingresos no superan los 71.826 euros; si tiene tres (por ejemplo, una pareja con un hijo), puede hacerlo si sus miembros no cobran más de 107.739; si el hogar lo integran cuatro personas, el tope son 143.652, y si son cinco, 179.565, según consta en la documentación oficial, a pesar de que Ayuso siempre se refiere solo a rentas medias de 35.900 euros.
Lo ha vuelto a hacer este martes en Twitter para defender su política de becas destinadas a alumnos que estudian en centros privados, en un mensaje que recoge una parte de su intervención del lunes en un acto público: “Hoy las reciben 600.000 estudiantes y, a partir de aquí, hay 20.000 familias que tienen una renta media en la Comunidad de Madrid de 35.900, no las trampas que se están haciendo sumando 72 hijos y sueldos, y esas familias son las que pueden optar, 20.000 de ellas a una beca, a unas rentas, las rentas medias, no sumando y haciendo trampas, rentas medias que en Madrid lo están pasando también muy mal porque ahora mismo la inflación, los costes de la energía, lo que se está viviendo y la inacción del Gobierno están provocando que las clases medias hoy en España, y también en Madrid donde el coste de la vida por cierto es más alto, a pesar de trabajar no tienen opciones de seguir matriculando a sus hijos donde ellos desean”.
Esa es la declaración que hizo el lunes y que la presidenta ha colgado este martes en su cuenta de la red social, palabra por palabra. El problema es que, de nuevo, con esas declaraciones da a entender que el acceso a las becas que concede para cursar Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional (FP), tres etapas educativas no obligatorias, en centros privados está destinado a familias que, en su conjunto, cobran 35.900 euros, algo que se contradice con las propias órdenes publicadas por la Consejería de Educación de su Gobierno y con las palabras de su número dos y vicepresidente, Enrique Ossorio, que en una entrevista en El Mundo el pasado sábado reconocía que una familia de dos hijos que ingresa 143.652 euros “forma parte de esa clase media que paga muchos impuestos”, que además “van a tener difícil llegar a fin de mes” y que, por tanto, merece tener acceso a esas becas.
Este es el detalle de los posibles beneficiarios de las becas, según las bases publicadas por la Comunidad de Madrid para el próximo curso:
Las órdenes publicadas por la Comunidad de Madrid utilizan el término renta per cápita familiar como baremo y en concreto se basan en la cifra del INE de 2019, cuando en la región madrileña la media era de 35.913 euros. Eso significa que la familia que opte a una beca el curso que viene tendrá que hacer una cuenta sencilla: los ingresos de la unidad familiar (toda la familia) se dividirán entre el número de miembros computables de todos ellos y el número resultante por cada uno de ellos no podrá superar esos 35.913 euros. Ese cálculo lo confirmó la Consejería de Educación a este periódico hace 10 días y esto implica que puedan tener un cheque aquellas parejas con un hijo que ingresen hasta 107.739 euros, que en definitiva es el resultado de multiplicar 35.913 por los tres miembros de la familia. De la misma manera, las parejas con dos niños que tengan unos ingresos globales de 143.652 euros también podrán optar a esa ayuda, que es el resultado de 35.913 euros por cuatro. O las que tengan tres hijos y unos ingresos en el hogar de 179.565 euros. Y así sucesivamente. Son cálculos basados en la literalidad de las órdenes de Educación. No hace falta “sumar 72 hijos y sueldos” para formar parte de esas 20.000 familias de renta media para acceder a la beca, como asegura la presidenta de Madrid.
Este criterio solo se usa en Madrid, y beneficiará a entre 18.000 y 20.000 familias con rentas media y altas, según cálculos de la Administración autonómica. El Ministerio de Educación y el resto de autonomías utilizan otro distinto: la renta neta de la unidad familiar, que es la suma de las bases imponibles en la declaración de la renta de los miembros de la familia. Esta medida cambia radicalmente el cálculo, ya que significa que si el techo elegido también fuera el de 35.913 euros, implicaría que el resultado de las bases imponibles de la renta de todos los miembros de la familia no podría superar los 35.913 euros para conseguir la misma beca.
Pongamos el ejemplo de una pareja con dos hijos que cobra 35.913 euros anuales. Si esa familia intenta acceder a una beca en Madrid, tendrá que utilizar el baremo de medición de la renta per cápita. Si accede en País Vasco, Castilla y León y Andalucía, donde también hay becas destinadas a centros privados, el baremo que tendrá en cuenta será el de la renta neta familiar. En el primer caso, conseguirá el cheque si el techo utilizado de renta no es superior a 8.978, 25 euros. En el resto de comunidades, accederán a la misma beca solo si el techo sube hasta los 35.913 euros.
El foco de la polémica, sin embargo, es que Madrid ha subido el techo a 35.913 euros de renta per cápita, por lo que triplica el techo de renta que da derecho a pedir esa ayuda. Es decir, por supuesto podría acceder la familia del ejemplo, una pareja con dos hijos que cobra 35.913 euros de media (y de la que habla Ayuso), pero también todas aquellas que superen esa renta hasta llegar a los 143.652 euros, que es el resultado de multiplicar la cantidad del techo por los cuatro miembros de la familia y lo que el propio consejero Ossorio reconoció el sábado pasado. “35.913 euros es la renta media de Madrid y se va multiplicando en función del número de hijos. Yo tengo cuatro y le aseguro que cuesta muy caro mantenerlos”, respondió cuando le preguntaron si era difícil para una familia llegar a fin de mes cuando gana 150.000 euros al año.
El debate público ha surgido después de que la Comunidad de Madrid haya flexibilizado de cara al curso que viene el baremo de renta para acceder a las ayudas, que pasa de 10.000 euros a 35.913 en Bachillerato, de 20.000 euros a 35.913 en FP de grado superior, y de 25.000 euros a 35.913 en Infantil. Eso significa que el curso pasado podrían optar a una beca en Bachillerato familias con un niño y una renta media familiar de 30.000 euros y el curso que viene se dispara a 107.739 euros, una renta que tanto la presidenta como el consejero de Educación justifican como la media en la región.
Además de subir el baremo para que accedan a las becas familias con rentas superiores a los 100.000 euros, tanto la oposición (salvo Vox) como los sindicatos han puesto el grito en el cielo porque la Comunidad de Madrid va a destinar al menos el 60% de su presupuesto para becas a financiar con dinero público la asistencia a centros privados para cursar tres enseñanzas no obligatorias. Ossorio detalló el pasado miércoles que la partida para financiar todas las becas (también las incluidas en la educación pública y concertada) en el curso 2022-2023 ascenderá a 212 millones de euros, beneficiando a 600.000 alumnos. Pero el estudio en detalle de esa cifra global es esclarecedor. De esos 212 millones de euros, 127 se dedicarán a los cheques en centros privados. En resumen: menos alumnos (que los que estudian en la pública), con más renta en sus bolsillos y más dinero público destinado para ellos.
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