Paradoja espaciotemporal municipal
Pronto se votará una ordenanza para sustituir el Madrid Central de Manuela Carmena que es parecida, pero peor
El actual alcalde José Luis Martínez-Almeida, siendo concejal de la oposición, puso una denuncia en 2018 contra el flamante Madrid Central de Manuela Carmena. Un tremendo giro de guion hizo que Almeida se hiciera con la alcaldía en las siguientes elecciones. Tiempo después, el Tribunal Supremo dio la razón al Almeida concejal del pasado y mandó retirar las restricciones del tráfico en Madrid, dejando al Almeida alcalde del presente con el culo (y la ciudad) al aire. Todo volvería a llenarse de humo....
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El actual alcalde José Luis Martínez-Almeida, siendo concejal de la oposición, puso una denuncia en 2018 contra el flamante Madrid Central de Manuela Carmena. Un tremendo giro de guion hizo que Almeida se hiciera con la alcaldía en las siguientes elecciones. Tiempo después, el Tribunal Supremo dio la razón al Almeida concejal del pasado y mandó retirar las restricciones del tráfico en Madrid, dejando al Almeida alcalde del presente con el culo (y la ciudad) al aire. Todo volvería a llenarse de humo.
Imagino una peli de ciencia ficción castiza en la que Almeida es un hombre de acción tipo Austin Powers (se dan un aire) que viaja en el tiempo para evitar que su yo pasado presente la denuncia contra Madrid Central. Pero cambiar un hecho pretérito cambia la cadena causal del mundo entero, de modo que en esa nueva realidad paralela Almeida nunca llega a alcalde. Qué paradoja espaciotemporal: por querer arreglar un desaguisado en su alcaldía, Almeida se queda sin ella.
Pero, ojo, quizás esto no sea un argumento de ciencia ficción: tal vez haya pasado en realidad. Tal vez el Almeida del presente haya conseguido una máquina del tiempo (la tienen los de Vox), haya viajado y eliminado al Almeida pasado: eso explicaría porqué parece Almeida un alcalde cuántico, cuya sensatez es y no es, que es alcalde y portavoz nacional del PP al mismo tiempo, y que en actos municipales aprovecha para las pullitas al Gobierno.
Almeida ha faltado a su promesa con el electorado: si siempre fuera para bien, habría que aplaudir.
Eso explicaría también la borrosa trayectoria de Madrid Central: en principio prometió destruir lo que consideraban un proyecto “liberticida”, cayendo en gran ridículo internacional, luego resulta que no era tan mala idea, y finalmente en su nuevo proyecto se mantiene lo esencial con algunos cambios y, por supuesto, el nombre, para que se note y hacer gasto. Almeida ha faltado a su promesa con el electorado: si siempre fuera para bien, habría que aplaudir. Lo escribió Sade: que me engañen siempre así.
Entretanto, la izquierda madrileña cae de nuevo en la desunión: los miembros carmenistas del grupo mixto escindidos de Más Madrid votarán a favor del proyecto: ven en él lo mismo que en el de Carmena, pero un poco más cutre. Los demás lo ven un retroceso intolerable, con más coches y emisiones. La contaminación también es borrosa, intangible, casi invisible excepto por la ominosa boina de smog que nos recubre cuando se nos mira de lejos. Lo que es completamente tangible, frío y rígido son las miles de muertes que, según la OMS, provoca cada año: Madrid es la ciudad europea donde más gente muere por inhalar dióxido de nitrógeno (NO2), según un estudio de ISGlobal que estudió mil urbes. Ayuso dijo que esto no se lo cree y casi le falta decir que en Madrid nadie nunca muere de nada, total, qué importa. Esto sí que parece ciencia ficción.
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