Junts se encomienda a Puigdemont para neutralizar la dispersión de su estrategia política
El partido independentista afronta las elecciones catalanas sin una hoja de ruta definida y con el debate pendiente sobre cómo gestionar la condena judicial de su presidenta
El calendario ha empezado a descontar los días que quedan para las elecciones catalanas del 12 de mayo. El president Pere Aragonès ...
El calendario ha empezado a descontar los días que quedan para las elecciones catalanas del 12 de mayo. El president Pere Aragonès firmó oficialmente este lunes el decreto de convocatoria de los comicios y cada partido toma posiciones para la pelea electoral. En el arranque, Junts per Catalunya ha logrado acaparar la atención con un anuncio de su líder, Carles Puigdemont, que dice poco pero insinúa mucho. El expresidente, que se marchó a Bélgica en 2017 para evitar ser juzgado, ha organizado para este jueves una conferencia en Elna, sur de Francia, donde se compromete a desvelar sus planes políticos. “Nos fuimos al exilio por las mismas razones por las que vamos a regresar; el futuro de nuestra nación y no nuestro destino personal ha inspirado todas las decisiones”, manifestó Puigdemont en un escrito en su habitual canal de comunicación, la red social X (antes Twitter). Los detalles que se reserva Puigdemont para su acto público del jueves los aborda con menos cautela Junts per Catalunya. El partido, desde todos los frentes posibles, repite que el expresidente es el preferido para ser el cabeza de cartel de la formación. Con una estrategia política poco definida, sin un programa claro, a medio camino de reivindicar el legado de la antigua Convergència o de renegar de todo aquel pasado, sorteando un cúmulo de dudas internas sobre cómo gestionar el papel de Laura Borràs, presidenta de la formación y con una condena judicial por trocear contratos públicos, el partido opta por apostarlo todo a la figura de Puigdemont.
Junts se define como un partido poco corriente. Sus mandos señalan que haber nacido bajo el influjo del referéndum del 1 de octubre le confiere a la formación una identidad propia y una manera de funcionar que, a menudo, escapa de la lógica tradicional de los partidos políticos. En alguna ocasión, Laura Borràs se ha remitido a encuestas del CEO (el CIS catalán) para subrayar que el electorado de Junts se sitúa más a la izquierda que el del PSC. Después de las últimas municipales, la propia Borràs se opuso a la posibilidad de aislar a la fuerza de ultraderecha Aliança Catalana para evitar que pudiera gobernar en el Ayuntamiento de Ripoll (Girona). Junts se terminó desmarcando de un pacto entre ERC, PSC y la CUP y la alcaldía terminó en poder de Aliança Catalana, partido que ahora aspira a competir en la política parlamentaria.
El partido de Puigdemont pone el control de la inmigración en el foco de su agenda y afirma haber cerrado con el Gobierno un traspaso de competencias para Cataluña en esta materia. En el ámbito de la seguridad, las ocupaciones de viviendas son un tema recurrente en sus reivindicaciones. Durante la negociación por los presupuestos catalanes los diputados de JxCat han pedido al Govern crear un grupo especializado en los Mossos d’Esquadra para combatir la ocupación de viviendas. La demanda no prosperó, como tampoco llegó a buen puerto la petición para que el Govern aceptara eliminar el impuesto de sucesiones. Esquerra alegó que claudicar con sucesiones supone una merma de unos 1.000 millones de euros para las arcas públicas. En 2019, cuando Junts mandaba en la Generalitat con Quim Torra, el entonces president defendió una subida del IRPF y del impuesto de sucesiones.
Para exhibir identidad dentro del independentismo y sacarle ventaja a ERC, Junts se ha impuesto como una prioridad marcar distancia con el PSC. Jordi Turull asegura que bajo ningún concepto bendecirá un pacto con Salvador Illa. No es nuevo. Laura Borràs fue la candidata de Junts en las elecciones de 2021. “Yo no aceptaré los votos del 155″, dijo entonces. Entre medias, el líder de la formación, Carles Puigdemont, ha abierto una negociación con el PSOE y ha apoyado la investidura de Pedro Sánchez.
“El hilo rojo que ha marcado mi compromiso político se ha mantenido indeleble pese a las adversidades que he tenido que confrontar desde hace ocho años, especialmente duras desde hace seis años y medio”, razona Puigdemont en la nota que publicó este lunes. Pone así de relieve el supuesto compromiso político que adquirió al tomar posesión del cargo de president, en enero de 2016, y las peripecias que ha afrontado desde que, en octubre de 2017, se marchó a Bélgica para evitar ser juzgado. “De todo esto más quiero hablar este jueves en Elna, en una conferencia abierta a todo el mundo”, subraya Puigdemont.
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