La Generalitat da marcha atrás y mantendrá los exámenes orales de catalán en las competencias básicas
La consejera de Educación Anna Simó corrige su decisión un día después de anunciar que las eliminaba este curso tras la presión de Junts
La decisión de eliminar este curso las pruebas orales de catalán a las que se someten los alumnos de 6º de primaria y de 4º de ESO ha durado un día. El Departamento de Educación de la Generalitat se ha visto obligado a dar marcha atrás, tras la presión de Junts, y anunciar que las mantiene, pero reducidas, ya que no se harán en todos los centros, sino en un total de 130 entre primaria y secundaria. Educación justifica que con esta versión reducida se logra el equilibrio para tener datos sobre la expresión oral de los...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La decisión de eliminar este curso las pruebas orales de catalán a las que se someten los alumnos de 6º de primaria y de 4º de ESO ha durado un día. El Departamento de Educación de la Generalitat se ha visto obligado a dar marcha atrás, tras la presión de Junts, y anunciar que las mantiene, pero reducidas, ya que no se harán en todos los centros, sino en un total de 130 entre primaria y secundaria. Educación justifica que con esta versión reducida se logra el equilibrio para tener datos sobre la expresión oral de los alumnos y la voluntad de descargar a los centros, que el curso pasado se quejaron de la alta densidad de exámenes diagnósticos que se concentran en primavera.
El martes salía a la luz la comunicación enviada por el departamento a los centros anunciando que las pruebas de catalán y aranés se eliminaban “excepcionalmente” este curso “tras consultarlo con la Junta de Direcciones”, justificó Educación. El motivo: “La sobrecarga de trabajo que supone para los centros la implantación de pruebas diagnósticas nuevas en 2024 fijadas por ley”.
Con la nueva ley educativa, la Lomloe, se implantan unas nuevas pruebas diagnósticas a las que se someten los alumnos, a las que se suman a las que impulsa la Generalitat. El problema es que todas ellas son censales (las pasan los alumnos de todos los centros) y en abril. Concretamente, según el calendario del Consejo Superior de Evaluación, en primaria hay previsto las pruebas de competencias básicas de la Generalitat para los alumnos de 6º curso del 16 al 18 de abril, mientras que los de 4º curso tienen todo el mes para programar los exámenes estatales. Y en secundaria, el 10 y 11 de abril los de 4º curso realizan las de la Generalitat, mientras que los de 2º vuelven a poder programar las estatales durante todo el mes.
El pasado curso fue especialmente denso a nivel de pruebas, y entre marzo y mayo se concentraron hasta seis exámenes para primaria y seis en secundaria, entre los de la Generalitat y la prueba piloto que se hizo de los estatales. Además, se estrenaron los exámenes de Lengua catalana (y aranesa, en el Valle de Arán), obligatorios para todos los alumnos de 6º de primaria y 4º de ESO, y también otros en Lengua Castellana e Inglés, aunque estos fueron muestrales, esto es, que solo se realizaron en un número reducido de centros. Los resultados revelaron que uno de cuatro alumnos finaliza la ESO con un dominio justo o insuficiente del catalán, unos niveles muy parecidos a los que finalizan la primaria, cosa que indica que no hay una notable mejora de la lengua durante la secundaria.
Esta densidad de pruebas levantó las críticas de las direcciones, porque se quejaban del alto volumen de trabajo, especialmente las orales, en que deben destinar personal durante mucho tiempo porque son pruebas individuales. En un acto de complicidad con las direcciones, el departamento comunicaba a los centros el martes que suprimía las de catalán -las de castellano e inglés se mantenían-, un día después de que la consejera de Educación, Anna Simó, compareciera en el Parlament y no diera cuenta del cambio.
Pero la decisión no gustó al grupo de Junts, que tal y como ha reconocido a través de las redes sociales, presionó a las consejeras de Educación y Cultura con mantener las pruebas si querían contar con su apoyo en futuras negociaciones. El departamento anunció este miércoles a última hora que mantenía los exámenes orales, pero solo en 130 centros, y que de cara al próximo curso revisaría el método de evaluación “para que las pruebas orales sean más compatibles con las pruebas de competencias básicas y las nuevas pruebas diagnósticas”.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal